Blogia
www.ecoboletin.com

EL MUNDO MUNDIAL

EL CHALÉ DE BOVÉ

EL CHALÉ DE BOVÉ

EL ECOLÓGICO CHALÉ DE UN ACTIVISTA  

Cuando presentó los planos a la municipalidad de la que depende, el proyecto fue rechazado porque estéticamente no correspondía a la arquitectura tradicional de la zona.

El PAIS (9/09/06)

José Bové, el líder campesino y antimundialista francés, se ha construido una casa -una mansión, dicen algunos- digna de figurar en la portada de cualquier revista especializada de arquitectura. Un sueño. Toda ella de madera y cristal, situada en la ladera de una colina y montada sobre pilotes, con una vista impresionante sobre un paisaje de prados y bosques.

Situada cerca de donde Bové tiene su primera granja modelo, en Montredon (en la región de Aveyron, a poco más de una hora y media de Montpelier), la casa pretende ser el ejemplo más avanzado de arquitectura ecológica, hasta el punto de todas las piezas encajan sin utilizar ni un solo clavo y el techo es vegetal.

El diario Le Monde publicaba esta semana un reportaje, ilustrado con magníficas fotografías, de la casa de Bové, que según parece estará lista para ser ocupada por sus propietarios dentro de dos o tres semanas. La está construyendo él mismo con sus propias manos, con la ayuda de sus amigos y su mujer, Ghilaine Ricez. "Cuando no estoy en la obra es porque estoy destrozando plantaciones de maíz transgénico", aseguró al periodista.La primera paradoja es que, cuando presentó los planos a la municipalidad de la que depende, el proyecto fue rechazado porque estéticamente no correspondía a la arquitectura tradicional de la zona. Para conseguir el permiso en esta zona rural que no cuenta más que dos habitantes por kilómetro cuadrado tuvo que invitar al lugar al alcalde -un "buen compañero" de viejas batallas, asegura- para que el arquitecto, Patrick Ballester, que es budista, más concretamente un monje bodhisattva, le explicara las bondades del invento. Y lo consiguió.Cuentan Bové y su mujer que llevaban tiempo deseando salir de la vieja granja oscura de paredes de piedra para trasladarse a un espacio más luminoso.

Para escoger el emplazamiento de su mansión, la pareja observó durante meses los rebaños de ovejas, fijándose donde se concentraban para pasar la noche. El arquitecto dio el toque final. Con varillas y péndulos rastreó "el magnetismo, las corrientes telúricas y las fallas tectónicas". "En un terreno magnéticamente bien equilibrado se tiene mejor", asegura Ballester.La empresa del arquitecto, Nature et Habitat, se ha encargado también de la realización. Todos los materiales son ecológicos, la mayor parte han debido ser importados de Alemania, donde en estos momentos está la principal industria del sector. Por supuesto, no hay ninguna pintura química ni barniz contaminante. El precio de la construcción, ciertamente, no es barato pero tampoco exorbitante: en torno a los 1.000 euros el metro cuadrado. Los paneles solares producirán el 40% del agua caliente y la calefacción se basa en residuos vegetales. Los váteres no usan agua, sino que van a parar directamente a un depósito de compost."La casa New Age de José Bové", titula Le Monde en referencia a este movimiento entre místico y estético nacido en la costa oeste de Estados Unidos, que no acoge precisamente a los auténticos trabajadores agrícolas, sino a los que en Francia se conoce como bobos, burgueses bohemios.

No deja de haber una contradicción entre esta imagen y la que ha encarnado hasta ahora Bové, el hombre que se hizo famoso con sus ataques a los restaurantes de comida rápida McDonald's, Asterix defendiendo el pequeño pueblo galo frente a los romanos globalizadores y que en los últimos tiempos encabeza una dura campaña contra los cultivos transgénicos.Porque Bové pretende ahora convertirse en el líder de una candidatura antiliberal a la presidencia de Francia en las elecciones de la próxima primavera, trascendiendo el puro terreno de juego de la política medioambiental. Quiere aglutinar el voto de izquierdas que rechazó la Constitución europea en mayo de 2005. Y para ello no ha dudado en desmarcarse incluso de Los Verdes acusándoles de hacer el juego a "los social liberales".Pero la verdad es que Bové, nacido en 1953 en Talence, en la Gironda, no tiene un origen campesino. Su padre, Joseph, es un científico de gran prestigio y miembro de la Academia de Ciencias de Francia. Su madre, Colette Dumeau, es profesora y sus hermanos, ingenieros. Buena parte de su infancia transcurrió en California, donde sus padres investigaban en la Universidad de Berkeley.

 http://www.elpais.es/articulo/sociedad/ecologico/chale/activista/elpporsoc/20060909elpepisoc_8/Tes/  

NO MAS TROPAS EN AFGANISTAN

LOS VERDES SE OPONEN A LA AMPLIACION DE TROPAS ESPAÑOLAS EN AFGANISTAN Y VOTARÁN EN CONTRA EN EL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS.

El diputado  de Los Verdes en el congreso, Francisco Garrido,   votará en contra de  la  ampliación del contingente de tropas españolas en Afganistán. Los Verdes ya se opusieron , y votaron en contra, cuando se  sometió a consideración en el  congreso el primer envío.

Para Los Verdes no está justificada la presencia de tropas españolas en Afganistán consolidando la invasión y la ocupación militar norteamericana , que es  ilegal. Creemos que  actuaciones unilaterales , guiadas  por los intereses  y la hegemonía militar USA es contraproducente  para la  pacificación y democratización de  Estados como Afganistan.

VEINTE ANIVERSARIO DEL LA CATÁSTROFE NUCLEAR DE CHERNÓBIL.

VEINTE ANIVERSARIO DEL LA CATÁSTROFE NUCLEAR DE CHERNÓBIL. COMUNICADO DE LOS VERDES EN EL VEINTE ANIVERSARIO DEL LA CATÁSTROFE NUCLEAR DE CHERNÓBIL.

La confederación de LOS VERDES  del Estado español, partido miembro del  PARTIDO VERDE EUROPEO,  en el veinte aniversario de la catástrofe nuclear más grave y  aniquiladora de la historia acaecida en Chernóbil, queremos expresar las siguientes  reflexiones y propuestas:
La catástrofe de Chernóbil  ha costada la espeluznante  cifra de  decena de miles de personas muertas y millones  gravemente enfermas . Todo el territorio europeo , en un grado u  en otro, sufre hoy niveles de contaminación radioactiva  provenientes de aquella catástrofe.
Los efectos de esta contaminación radioactiva se alargarán durante centenares de años en las personas y durante miles de años en los materiales, el  ambiente y el  territorio.
Chernóbil nos muestran claramente   el lado   monstruoso de la energía nuclear  y  la invalida como alternativa energética. Conviene que  nadie olvide Chernóbil, ahora que  los oscuros intereses del lobby pronuclear quieren resucitar, con argumentos tan falsos como oportunistas,  de nuevo al monstruo.
  La energía nuclear es además de extremadamente peligrosa, muy costosa , muy ineficiente , no ha resuelto el problema gravísimo de los residuos, sirve de base a las  escalada militar  , usa un combustible  no renovable y altamente contaminante. Por todos esto motivos la energía nuclear no puede ser alternativa a los combustibles fósiles que originan el cambio climático.
España importa más del 83 % del combustible nuclear que utiliza sus centrales nucleares por lo cual esta fuente energética no resuelve , sino que agrava, la dependencia  energética exterior que ya existe  con el petróleo y el gas.
El ritmo de extracción u obtención  del uranio, y sus reservas  estratégicas  son limitadas   y no pueden ser una solución para la crisis del agotamiento del los combustibles fósiles.
El parque nuclear español esta obsoleto  y  se encuentra en una situación, con un lato nivel de inseguridad y riesgo.
El organismo oficial de control nuclear, el Consejo de Seguridad Nuclear, está en manos de la industria nucleares y es un organismo inoperante y oscurantista que no garantiza  ni la seguridad ni el control de las centrales nucleares y que por ello debe ser reformado en profundidad para que sea una organismo mas transparente  y democrático.
 Los Verdes exigimos  el cumplimiento de acuerdo electoral ,firmado en el año 2004 con el PSOE,  de abandono progresivo de la energía nuclear en España. Comenzando por el cierre de la obsoleta y peligrosa  central  nuclear de  Garoña antes del parada,  por recarga de  combustible del año 2007, y la elaboración de un calendario de cierre progresivo de las restantes  centrales españolas, de tal modo que para el año 2030 no quede ninguna central en funcionamiento en nuestro país.
La única alternativa  energética  sostenible  es la apuesta por una estrategia basaba en  la diversificación, el  ahorro y la eficiencia energética y en el  fomento del inmenso potencial de las energías renovables.
En este veinte aniversario  de la catástrofe de Chernóbil  LOS VERDES  queremos recordar y honrar  la memoria  de las victimas de la pesadilla  nuclear renovando nuestro compromiso en la lucha por un mundo desnuclearizado y sostenible.

RESULTADOS VERDES EN LAS ELECCIONES ITALIANAS

RESULTADOS VERDES EN LAS ELECCIONES ITALIANAS

RESUMEN DEL RESULTADO DE LAS ELECCIONES DE ITALIA

Pedro J Collado para LOS VERDES. Abril 2006

 Las elecciones han reflejado una división casi por la mitad d la sociedad italiana. El control casi absoluto de los medios por Berlusconi, es dueño de tres cadenas y controlaba las dos publicas –aunque no del todo -, ha conseguido que su coalición se haya mantenido muy por encima de lo que se esperaba en las encuestas tras su desgaste de 5 años. Aun no ha reconocido su derrota y pretende seguir recurriendo en los juzgados los votos al senado en algunas regiones, lo que sí le proporciona uno o dos mas tendría la mayoría y bloquearía al gobierno.

La coalición de Prodi es muy variada y será difícil de contentar a todas las sensibilidades. Será difícil que soporte una legislatura completa, aunque también es posible el cambio en el otro sentido y que algunos de los miembros de la otra coalición cambien de apoyos durante la legislatura.

EL RESULTADO VERDE Los Verdes han obtenido 15 diputados en la circunscripción nacional, al haber superado por unos pocos votos el 2% mínimo para el reparto.

Han sido elegidos Marco Boato por el Trentino, Gianfranco Bettin por el Veneto 1 y Alfonso Pecoraro 13 veces (Calabria, Campania 1, Campania 2, Emilia Romagna, Friuli Venecia Giulia, Lazio 1, Lombardia 1, Lombardia 2, Marche, Piemonte 1, Puglia, Sicilia 1, Toscana). Es posible que Pecoraro sea nombrado Presidente de la Cámara de representantes por la mayoría. Casi con seguridad serán parlamentarios los siguientes (Grazia Carla Detta Grazia Francescato, Stefano Boco, Pier Paolo Cento, Massimo Saverio Ennio Fundaro’, Marco Lion, Cayetana De Zulueta Owtram) Y con gran probabilidad también estos seis, pero podrían ser otros; (Angelo Bonelli, Fiorello Cortiana, Carlo Monguzzi, Tommaso Pellegrino, Alessandro Metz, Domenico Detto Mimmo Lomelo,)

En las Circunscripciones del exterior se presentaban directamente con L’Unione y en distrito ‘Europa’ ha salido elegido también Arnold Cassola, que además de Maltés y Secretario General del Partido Verde Europeo es, o era, profesor en la Universidad en Milán y por lo visto también italiano. Lo que da un total de 16 representantes de la fracción verde de la Unión en la cámara. El resultado esta, en porcentaje, en la línea habitual deI Verdi, aunque en esta ocasión pueden ser más importantes para formar gobierno.

 

DÍA MUNDIAL DE LA POBLACIÓN Y EL ARROLLADOR AVANCE DE CHINA

DÍA MUNDIAL DE LA POBLACIÓN Y EL ARROLLADOR AVANCE DE CHINA FOTO:Álvaro Monzón Santana es miembro del colectivo Turcón-Ecologistas en Acción.

DÍA MUNDIAL DE LA POBLACIÓN Y EL ARROLLADOR AVANCE DE CHINA

http://www.teldeactualidad.com , Lunes, 11 julio

Este día se convirtió en una celebración anual a partir de 1988 cuando el Fondo de Población de las Naciones Unidas designó el 11 de julio como el Día Mundial de la Población. Su origen se debe a que un año antes, en 1987, se había celebrado el Día de los cinco mil millones de personas en el mundo, cifra cuya importancia fue abordada en los principales foros multilaterales que buscaban ofrecer políticas de bienestar a la población mundial.

Desde un principio esta celebración busca concienciar a la población tanto en el ámbito regional como el internacional sobre la importancia de los problemas demográficos y su impacto en los niveles de desarrollo de cada país con el objeto de encontrar soluciones a estos problemas y promover un desarrollo sustentable a nivel mundial.

Las Naciones Unidas estiman que habrá entre 7.700 y 11.200 millones de personas en el mundo en el año 2050, siendo 9.400 millones la estimación más probable. La lista de los 10 países más poblados del planeta la encabeza China, con sus 1.300 millones de habitantes que llegará en el año 2025 a casi 1.500 millones, lo que deja patente la importante fuerza económica de un país que, al parecer, está llamado a ser la gran potencia del siglo que empieza. India, con sus 1.100 millones de personas, ocupa el segundo lugar de ranking, seguida por el país más rico y poderoso del mundo, Estados Unidos, con sus casi 280 millones de estadounidenses. Les siguen Indonesia, Brasil, Pakistán y Blangladesh con 220, 170 y 130 millones de habitantes respectivamente. Rusia con 150 millones de personas, Japón con 130 y Nigeria con 115 millones, ocupan los últimos puestos de la lista de los países más poblados del planeta.

El crecimiento actual de la población es muy rápido y provoca una gran alarma entre los especialistas. Consecuencia de este crecimiento son las innumerables dificultades relacionadas, especialmente, con los recursos disponibles (agua, tierras de cultivo, alimentos, atención sanitaria y educativa), el calentamiento global y el deterioro del medio ambiente. Siempre se relaciona la super-población con el deterioro de la calidad de vida de las personas y la perdida progresiva de la calidad ambiental.

En este contexto de relación población-medio ambiente aparece una China, aún quitándose el velo rojo. En toda la historia moderna no existe ningún otro país, con la excepción de China, que haya conseguido erigirse en tan poco tiempo como centro neurálgico de la economía mundial partiendo de una situación de pobreza. Pero también cabe indicar que, en términos de PIB per cápita, los países desarrollados se hicieron ricos antes que viejos.

Y éste es precisamente el mayor problema de China: quizás se haga vieja antes de ser rica. Si bien el crecimiento futuro de China sigue siendo prometedor y atrae billones de dólares en inversiones, es necesario observar su política ambiental.

Para conocer la dimensión del problema, solo unos apuntes, respecto a los informes y al detalle tan doméstico: El Banco Mundial hace justamente un año valoró los avances de China en protección ambiental por cambiar los hábitos de cocinar de la población.

China ya se convirtió en el segundo mayor emisor de dióxido de carbono y podría superar a Estados Unidos como la mayor fuente de gases invernadero en tres décadas. Pekín está intentando reducir la contaminación del aire, pidiendo a los residentes que cambien su sistema de calefacción a gas natural.

Sin embargo, el enorme aumento en el número de automóviles en las calles de la ciudad no ayuda a frenar el problema. Cada cierto tiempo, la propiedad de vehículos se ha ido duplicando. Si llega a los niveles de EE.UU., China tendría que encontrar espacio para 600 millones de coches, más de los que hay actualmente en todo el mundo.

VER ARTÍCULO ORIGINAL

CARROS ESPAÑOLES CONTRA EL POLISARIO

CARROS ESPAÑOLES CONTRA EL POLISARIO FOTO: M-60 del RIMZ ¨ Alcázar de Toledo¨ n º 61
ESPAÑA VENDE A MARRUECOS CARROS DE COMBATE M-60 A CONDICIÓN DE QUE NO LOS SITÚE FRENTE A CEUTA Y MELILLA

Rabat compra los tanques a un precio simbólico y asegura que los desplegará en el antiguo Sahara español y en sus fronteras con Argelia La operación ha sido avalada por EE UU, que considera al reino alauí un aliado privilegiado.

LA RAZON (1/05/05)
Madrid- El Gobierno español ha vendido al régimen de Mohamed VI, por un precio simbólico, una veintena de carros de combate M-60 (versión A3), de fabricación norteamericana, desplegados en las guarniciones de Ceuta y Melilla, y que el Ejército de Tierra tiene previsto, inicialmente, sustituir por los nuevos carros «Leopardo». Rabat se ha comprometido a no utilizar este material de guerra contra las plazas de soberanía española y ha prometido a las autoridades de Madrid que desplegará estos carros de combate tanto en el Sahara Occidental, la antigua colonia española, como en otros territorios del Reino.
Toda la operación de compraventa ha sido avalada por EE UU, que otorgó a Marruecos en junio del pasado años el estatus de aliado privilegiado, decisión que entonces se interpretó como una respuesta a la medida del Gobierno socialista español de retirar las tropas de Iraq.

Viaje de Bono.

La transacción tuvo dos puntos culminantes, según confirmaron a LA RAZÓN fuentes de inteligencia marroquíes: la petición se produjo durante el viaje del ministro de Defensa, José Bono, a Tánger el 16 de julio del pasado año, y se concretó en diciembre del mismo año durante la visita a Marruecos del Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general Félix Sanz. Sin embargo, se cerró definitivamente en abril, en el transcurso del viaje de la cúpula de las Fuerzas Armadas Reales (FAR) marroquíes a España, con motivo de la cuarta reunión de la comisión bilateral militar.
En el acuerdo alcanzado entre Madrid y Rabat, existe un compromiso por parte de las FAR marroquíes de no desplegar el material comprado a España apuntando a Ceuta y Melilla, ciudades periódicamente reivindicadas por el Reino alauí. Marruecos procede a un nuevo despliegue territorial de su Ejército, una vez que la próxima solución al conflicto del Sahara Occidental deja sin sentido mantener más de cien mil hombres desplegados en ese territorio. Desde hace 30 años Marruecos mantiene un enorme potencial militar en la antigua colonia española para impedir que el Frente Polisario ocupe militarmente este territorio y proclame el Estado independiente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). La cabeza pensante de la reestructuración de las FAR es el general Buchaib Arrub, que ha sustituido en el mando al general Abdelaziz Benani.
La venta de los carros de combate españoles, asícomo otro armamento, se ha llevado a cabo con el conocimiento y apoyo del Pentágono, que supervisa la operación con el fin de que no se altere el equilibrio militar en el Norte de África. Las citadas fuentes señalan que los carros M-60 A3 españoles se situarán en las fronteras con Argelia, lo que se interpreta como un mensaje disuasorio dirigido a las autoridades de Argel que apoyan al Frente Polisario. Como la diplomacia marroquí no da puntada sin hilo, no se descarta que la venta de los M-60 pueda ser utilizada por el Palacio Real para escenificar que el Gobierno español de Rodríguez Zapatero apuesta claramente por una solución al conflicto del Sahara favorable a Marruecos y en detrimento de Argelia.

MAS INFORMACION EN "LA RAZON"
INFORMACION TECNICA SOBRE EL M-60

CONTRIBUCIÓN DE LA SOCIEDAD CIVIL A LA PAZ EN ORIENTE MEDIO

CONTRIBUCIÓN DE LA SOCIEDAD CIVIL A LA PAZ EN ORIENTE MEDIO CONTRIBUCIÓN DE LA SOCIEDAD CIVIL A LA PAZ EN ORIENTE MEDIO
20 de abril del 2005,
SEMINARIO EN BRUSELAS CON ACTIVISTAS POR LA PAZ PARLAMENTO EUROPEO ORGANIZADO POR DAVID HAMMERSTEIN CON REPRESENTANTES DE LA SOCIEDAD CIVIL
David Hammerstein, eurodiputado verde.
Los tres pacifistas israelíes, más conocidos como "refuseniks", están en gira por Europa representando lo que ellos llaman "una voz israelí diferente"
En la reunión que tendrá lugar el miércoles 20 de abril en el Parlamento europeo, hablaran de la situación en Israel y en los territorios ocupados y del trabajo que hacen en pro de una paz justa, así como de sus expectativas respecto a la Unión europea y de las opiniones judías sobre la Diáspora.
Oren Medicks: Es un veterano de la lucha contra la ocupación y contra la construcción del muro de separación. El afirma que como ciudadano de Israel preocupado por el futuro de su país, esta firmemente convencido de que el futuro de Israel depende de su capacidad para promover una paz justa y duradera con sus vecinos, sobre todo con los palestinos.
Elik Elhanan: Es un refusenik (insumiso) miembro del movimiento "Courage to Refuse" (Valor para Resistir) y del Foro de Familias Israelíes y Palestinas en duelo". La hermana de Elik murió víctima de un atentado suicida, Elik es el nieto del General Matti Peled, precursor en los años 70 del acercamiento israelí-palestino.
Yonathan Shapira: Oficial y piloto del ejército israelí, expulsado tras 11 años de servicio en el ejército del aire israelí por ser el que tomó la iniciativa de la famosa carta firmada por 27 pilotos que se negaban a participar en las misiones de "asesinato selectivos" en los territorios ocupados. Yonathan dará una explicación de las motivaciones tanto personales como políticas que le han llevado a tomar esta decisión.Simone SuSskind - Es una Senadora socialista belga Presidentá de "Acciones en el Mediterraaneo". Esta asociacion fue establecida en 1995 por un grupo de mujeres expertas pero sin animo de lucro. La idea era apoyar y desarrollar la cooperacion social, cultural y economica a tarves de una red que se extendiese en la UE y la region Mediterranea.
Ellos trabajan creando red con las mujeers de la region para asi incrementar su acceso a peustos de responsabilidda a todos los niveles y, asi, contribuir al dialogo pacifico en la zona del Mediterraneo e identificar valores comunes, repsetando als doferenias. Con ella vendran dos mujeres de gaza que trabajan en actividades culturales.
En al reunión participan el representante de la Comisión europea en la zona, la encargada de política exterior de la oficina europea de Amnistía Internacional, una representante de la Asociación Belgo-Palestina y diversos eurodiputados de distintos grupos."

¿EL ESTADO DEL MUNDO? ESTÁ AL BORDE DEL DESASTRE

¿EL ESTADO DEL MUNDO? ESTÁ AL BORDE DEL DESASTRE ¿EL ESTADO DEL MUNDO? ESTÁ AL BORDE DEL DESASTRE

Steve Connor
The Independent

Traducido para Rebelión por Germán Leyens

El planeta Tierra está al borde del desastre y la gente ya no debería considerar que sea seguro que sus hijos y nietos sobrevivan en el mundo ecológicamente devastado del Siglo XXI. No se trata del habla fatídica de activistas verdes sino de la opinión considerada de 1.300 destacados científicos de 95 países que publicarán hoy una evaluación detallada del estado del mundo a comienzos del nuevo milenio.
El informe no es de lectura agradable. Los académicos establecieron que dos tercios de los ecosistemas delicadamente equilibrados que estudiaron han sufrido terriblemente a manos del hombre durante los últimos 50 años.
Las zonas semiáridas del mundo, que cubren un 41 por ciento de la superficie terrestre, han sido particularmente dañadas y es precisamente allí donde la población humana ha crecido más rápido durante los años noventa.
La degradación lenta es una cosa, pero el deterioro repentino e irreversible es otra. El informe identifica una media docena de “ puntos de quiebre ” potenciales que podrían producir abruptamente un cambio negativo, con pocas esperanzas de recuperación dentro de una perspectiva humana.
Incluso si una degradación lenta e inexorable no lleva a un colapso total del medio ambiente, la gente más pobre del mundo va a sufrir más, según la Evaluación del Ecosistema del Milenio , que utilizó a 22 academias nacionales de ciencias en todo el mundo.
Walt Reid, jefe del núcleo central de autores del informe, advirtió que, a menos que la comunidad internacional tome una acción decisiva, el futuro se presenta sombrío para la próxima generación. “El resultado final de la evaluación es que estamos gastando el capital natural de la tierra, aplicando una tal tensión sobre las funciones naturales de la tierra que la capacidad de los ecosistemas del planeta de sostener a futuras generaciones ya no puede ser considerada como segura”, dijo Dr. Reid.
“Al mismo tiempo, la evaluación muestra que el futuro está realmente en nuestras manos. Podemos cambiar radicalmente la degradación de muchos servicios de ecosistema durante los próximos 50 años, pero los cambios en política y práctica necesarios son sustanciales y no han sido emprendidos actualmente”, dijo.
La evaluación fue realizada durante los últimos tres años y ha sido comparada con el prestigioso Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático – establecido para investigar el calentamiento global – por su experiencia en los numerosos especialismos que componen la amplia iglesia de la ciencia medioambiental.
En resumen, los científicos concluyeron que el planeta ha sido sustancialmente “re-diseñado” en la segunda mitad del Siglo XX,, debido a la presión ejercida sobre los recursos naturales de la tierra por las crecientes demandas de una mayor población humana.. “Durante los últimos 50 años, los seres humanos han cambiado los ecosistemas más rápida y extensivamente que en ninguna otra época en la historia humana, sobre todo ara satisfacer las crecientes demandas de alimento, agua potable, madera y fibra”, dice el informe.
El costo total de esto recién se está haciendo evidente. Unos 15 de los 24 ecosistemas vitales para la vida han sido seriamente degradados o utilizados insosteniblemente – un ecosistema es definido como un complejo dinámico de plantas, animales y microorganismos que forman una unidad funcional con el entorno no-viviente en el que coexisten.
La escala de los cambios vistos en las últimas décadas no ha tenido precedentes. Casi un tercio de la superficie terrestre es cultivada actualmente, y se ha convertido más suelo en tierra de cultivos desde 1945, que en el total combinado de los siglos XVIII y XIX. La cantidad de agua extraída de ríos y lagos para la industria y la agricultura se ha más que duplicado desde 1960 y actualmente hay entre tres y seis veces más agua retenida en represas hechas por el hombre que la que fluye naturalmente en ríos.
Mientras tanto, la cantidad de nitrógeno y fósforo que ha sido liberada en el medio ambiente como resultado del uso de fertilizantes agrícolas se ha duplicado en el mismo período. Más de la mitad de todo el fertilizante sintético de nitrógeno jamás utilizado en el planeta ha sido usado desde 1985.
Esta liberación repentina e inaudita de nitrógeno libre y fósforo – importantes nutrientes minerales para el crecimiento de plantas – ha provocado masivas floraciones de algas en los medios de agua dulce y en el mar. Esto es identificado como un potencial “ punto de quiebre " que puede destruir repentinamente ecosistemas enteros. “La Evaluación del Milenio considera que la carga excesiva con nutrientes es uno de los principales problemas de la actualidad y se hará significativamente peor en los decenios por venir a menos que se actúe”, dijo el Dr. Reid.. “Sorprendentemente, sin embargo, aunque existe una cantidad importante de información de control y de investigación científica que corroboran este resultado, el problema de la carga de nutrientes apenas aparece en las discusiones de políticas a niveles globales y sólo unos pocos países otorgan un énfasis importante al problema.
“Este problema es tal vez el área en el que encontramos la mayor ‘disconexión’ entre un problema importante relacionado con servicios del ecosistema y la falta de acción política para reaccionar…”, dijo.

Cambios abruptos son una de las cosas más difíciles de predecir pero su impacto puede ser devastador. ¿Pero es inevitable el colapso ecológico?
“Evidentemente, las tendencias duales de una continua degradación de la mayoría de los servicios de ecosistema y el continuo crecimiento en la demandad de esos mismos servicios, no puede continuar”, dijo el Dr. Reid.
“Pero la evaluación muestra que durante los próximos 50 años, el riesgo no de es algún colapso ecológico global, sino más bien un riesgo de muchos colapsos locales y regionales en servicios de ecosistema particulares. Ya vemos que esos colapsos ocurren – las existencias de las pesquerías colapsan, hay zonas muertas en el mar, la degradación de los suelos disminuye la producción de cultivos, extinciones de especies”… dijo.

Entre 1960 y 2000, la población del mundo se duplicó de 3.000 millones a 6.000 millones. Al mismo tiempo, la economía global se más que sextuplicó y la producción de alimentos y el suministro de agua potable se más que dobló, y el consumo de productos de madera aumento en más de la mitad.
Mientras tanto, la actividad humana ha afectado directamente la diversidad de animales salvajes y plantas silvestres.. Ha habido unas 100 extinciones documentadas durante el siglo pasado, pero los científicos creen que el ritmo al que animales y plantas están muriendo es cerca de 1.000 veces mayor que los niveles naturales.
“Los seres humanos están cambiando fundamentalmente y en una medida importante irreversiblemente la diversidad de la vida en la tierra y muchos de esos cambos representan una pérdida de biodiversidad”, dice la Evaluación de Ecosistemas del Milenio.
La distribución de especies por el mundo se hace más homogénea a medida que algunos animales y plantas únicos mueren y otras especies extranjeras son introducidas en áreas en las que no vivirían normalmente, a menudo con un impacto devastador.
Por ejemplo: el Mar Báltico contiene 100 especies no-nativas, de las cuales cerca de un tercio vino de los Grandes Lagos de Norteamérica. Mientras tanto, una proporción similar de las 170 especies no-nativas encontradas en los Grandes Lagos viene del Báltico.
“En otras palabras, las especies en cualquier región del mundo se están haciendo más similares a otras regiones… Entre un 10 y un 30 por ciento de los mamíferos, pájaros y anfibios están actualmente amenazados de extinción. La diversidad genética ha declinado globalmente, en particular entre especies cultivadas”, dice el informe.

La intensificación agrícola, que produjo la revolución verde que ayudó a alimentar el mundo en la última parte del Siglo XX, ha aumentado la tendencia hacia la pérdida de la diversidad genética. “Actualmente un 80 por ciento del área de trigo en los países en desarrollo y tres cuartos de todo el arroz plantado en Asia es plantado ahora con variedades modernas”, dice el informe. El Dr. Reid dijo que los autores de la evaluación mostraron profunda preocupación por el estado de las zonas semi-áridas del mundo – un área que cubre un 41 por ciento de la superficie de la tierra y donde vive un total de 2.000 millones de personas, muchas de ellas de las más pobres del mundo.
Zonas semi-áridas son áreas en las que la producción de cultivos o de pasto para ganado es limitada severamente por las precipitaciones. Cerca de un 90 por ciento de las regiones semi-áridas del mundo ocurren en países en desarrollo donde la disponibilidad de agua fresca es un problema creciente.
Un tercio de la población del mundo vive en regiones semi-áridas que tienen acceso a sólo un 8 por ciento del suministro renovable de agua del mundo, establecieron los científicos. “Nos alarmó en particular la evidencia de fuertes vínculos entre la degradación del ecosistema en las zonas semi-áridas y la pobreza en esas regiones”, dijo el Dr. Reid. “Además, mientras históricamente el crecimiento de la población ha sido mayor en áreas urbanas o los ecosistemas más productivos como las tierras cultivadas, este modelo cambió en los años 90 y la mayor tasa porcentual de crecimiento se encuentra ahora en las zonas semi-áridas – ecosistemas con el menor potencial para apoyar ese crecimiento.
“Estos problemas de degradación del ecosistema y el daño que causa al bienestar humano, ayudan,, evidentemente, a crear las condiciones para el conflicto que vemos en muchas regiones semi-áridas incluyendo partes de África y Asia central”, dijo.
La gente pobre que vive en regiones semi-áridas se halla puesta al mayor riesgo de colapso medioambiental. Gran parte ya vive sin sustentabilidad – entre un 10 y un 20 por ciento del suelo en las zonas semi-áridas está erosionado o degradado.
“Las perspectivas de desarrollo en las regiones semi-áridas dependen especialmente de acciones para retardar y cambiar radicalmente la degradación de los ecosistemas”,, dice la Evaluación del Milenio..
Por lo tanto, ¡qué se puede hacer en un siglo en el que se espera que la población humana va a aumentar en otro 50 por ciento
El consejo de directores de la Evaluación del Milenio dijo en una declaración: “La conclusión fundamental de esta evaluación es que se encuentra dentro del poder de las sociedades humanas aliviar las tensiones que imponemos a los servicios naturales del planeta, mientras continuamos utilizándolos para crear mejores niveles de vida para todos.
“Para lograrlo, sin embargo, requeriremos cambios radicales en la manera como se trata a la naturaleza a todos los niveles de la toma de decisiones y nuevos caminos de cooperación entre gobiernos, empresarios y la sociedad civil. Los signos de advertencia son visibles para todos. El futuro ahora está en nuestras manos”, dijo.
Al preguntársele lo que deberíamos hacer ahora y lo que debiéramos planificar para hacer en los próximos 50 años, el Dr. Reid respondió que tiene que haber una reconsideración fundamental del modo como vemos los recursos naturales del mundo. “El quid del problema es el siguiente: es poco probable que la protección de los servicios de la naturaleza sea una prioridad mientras sean percibidos como gratuitos e ilimitados por los que los utilizan”, dijo el doctor Reid.
“Simplemente tenemos que establecer políticas que requieran que los costos naturales sean considerados en todas las decisiones económicas”, agregó.
“Es muchísimo lo que se puede hacer a breve plazo para reducir la degradación – por ejemplo, las causas de algunos de los problemas más importantes como el colapso de las pesquerías, el cambio climático, y la excesiva carga de nutrientes son obvias – muchos países tienen políticas que impulsan las cosechas excesivas, el uso de combustibles fósiles, o excesiva fertilización de los cultivos.

“Pero por importantes que son estas soluciones a corto plazo, a largo plazo los seres humanos tienen que realzar la producción de muchos servicios y disminuir nuestro consumo de otros. Eso requerirá inversiones importantes en nuevas tecnologías y cambios importantes en la conducta”, explicó.
Muchos ecologistas están de acuerdo y quisieran que los políticos fueran mucho más allá.
“La Evaluación del Milenio da en el corazón de uno de los mayores desafíos que afronta la humanidad”, dijo Roger Higman, de Friends of the Earth.

“Es decir, no podemos mantener altos niveles de vida, menos todavía reducir la pobreza, si no cuidamos los sistemas de apoyo a la vida de la tierra”, dijo Mr Higman.

“Pero la evaluación no ha ido bastante lejos en la especificación de las soluciones radicales requeridas. A fin de cuentas, si vamos a respetar los límites impuestos por la naturaleza, y asegurar el bienestar de toda la humanidad, debemos administrar la economía mundial para que se produzca una distribución más justa de los recursos de la tierra”, agregó.

LOS PUNTOS DE QUIEBRE PARA LA CATÁSTROFE

NUEVAS ENFERMEDADES
A medida que aumentan las densidades de la población y el espacio vital se extiende hasta bosques que fueron prístinos, las posibilidades de una epidemia de nuevos agentes infecciosos aumentan. El viaje global acentúa la amenaza, y la emergencia de Sars y de la gripe del pollo son ejemplos excelentes de enfermedades que pasan de animales a seres humanos.
ESPECIES EXTRANJERAS
La introducción de especies invasoras – sean animales, plantas o microbios – puede llevar a cambios rápidos en los ecosistemas. Mejillones cebra introducidos a Norteamérica llevaron a la extinción de la almeja nativa y el Leucothea sp causó una catástrofe en 26 importantes especies de peces en el Mar Negro.
FLORACIONES DE ALGAS
Una acumulación de nutrientes hechos por el hombre en el entorno ha llevado ya a que se llegue al límite cuando florecen las algas. Esto puede privar a los peces y a otra flora y fauna de oxígeno, y produce también substancias tóxicas que constituyen un peligro para el agua potable.
COLAPSO DE LOS ARRECIFES DE CORALES
Los arrecifes que eran dominados por corales han cambiado repentinamente a ser dominados por algas, que han aprovechado los aumentos en niveles de nutrientes que provienen de fuentes terrestres. Muchos de los arrecifes de corales de Jamaica están ahora dominados por algas.
EXISTENCIAS DE PECES
El agotamiento de las reserves de pesca puede llevar, y ha llevado a un colapso de las existencias. Se llega a un umbral cuando quedan demasiado pocos adultos para mantener una población viable. Esto ocurrió en la costa Este de Newfoundland en 1992 cuando desapareció su existencia de bacalao atlántico.
CAMBIO CLIMÁTICO
En un mundo más caluroso, la vegetación local o la ocupación del territorio pueden cambiar, causando que el recalentamiento empeore. La región del Sahel en África del Norte depende de las precipitaciones para su vegetación. Pequeños cambios en la caída de lluvia pueden provocar la pérdida de vegetación, erosión del suelo y mayor disminución de las precipitaciones.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=13686

SEGURA LA CAGA EN EL AAIUN

SEGURA LA CAGA EN EL AAIUN LA COORDINADORA ESTATAL DE AMIGOS DEL SÁHARA CALIFICA LA PRESENCIA EN EL AAIUN DEL DELEGADO DEL GOBIERNO EN CANARIAS COMO -UNA PROVOCACIÓN INACEPTABLE-

Coordinadora Estatal Sahara

El presidente de la Coordinadora Estatal de Asociaciones de Amistad y Solidaridad con el Sáhara Occidental, José Taboada, ha calificado como -una provocación inaceptable- la reciente presencia del Delegado del Gobierno en Canarias, José Segura Clavell, en El Aaiun, a donde acudió acompañando a un grupo de empresarios con ocasión de la inauguración de una línea aérea semanal entre Las Palmas y la localidad saharaui.

-Lo que ha hecho este hombre es muy grave y no tiene precedentes-, ha manifestado Taboada, -con su presencia está avalando la presencia de Marruecos en un territorio que, según el derecho internacional, no le pertenece-.

Asimismo consideró que las explicaciones ofrecidas por el Delegado del Gobierno indicando que su presencia allí tenía carácter privado y se produjo a título particular -no se sostienen, porque si le invitaron es porque es el Delegado del Gobierno en Canarias-.

-Que no se haga el inocente, porque su cargo en circunstancias como éstas no es separable del de una persona particular-, agregó Taboada.

El presidente de CEAS-Sáhara se refirió asimismo a la reunión este fin de semana en Palma de Mallorca de un Grupo de parlamentarios de todos los partidos para decir que -es penoso- que mientras sus compañeros del PSOE -reafirmaban el derecho a la autodeterminación y la independencia de los saharauis, este individuo se haya convertido en la punta de lanza de una operación neocolonial para traicionarles-.

Taboada concluyó diciendo que -las actuaciones de personajes como éste no impedirán que los estudiantes y los jóvenes saharauis de los territorios ocupados se sigan manifestando para que el territorio sea libre. Es indignante que se quiera legitimar un régimen de -apartheid-, y la represión constante de Marruecos-.

MUERTE ATROZ DE ANIMALES EN CHINA

MUERTE ATROZ DE ANIMALES EN CHINA Ciberactivismo contra la muerte atroz de animales: Una vergüenza para China: no compraré nada más de ese país

Enviar a : chinaemb_es@mfa.gov.cn
Embajada de la República Popular de China en España
Excmo. Sr. QIU Xiaoqi

*************************

Embajador Extraordinario y Plenipotenciario
Excmo. Sr. Embajador,



Me ha horrorizado enterarme de la muerte atroz que sufren los animales de peletería en China. Le ruego que ponga en práctica cuantas medidas sean necesarias para acabar con la terrible crueldad que supone descuartizar y desollar a los animales todavía vivos.

Por favor, vea el siguiente vídeo: http://www.strasbourgcurieux.com/fourrure

Atentamente,

Nombre:
Ciudad y País:

OTRA CIBERPROTESTA

Por favor, enviad esto a Dirgabinete@presidencia.gob.es

Gracias!

****************************

Excmo. Sr. D. José Luis Rodríguez Zapatero
Palacio de la Moncloa
28071 - Madrid
Fax 91 390 03 56

Muy señor mío:

Le pido encarecidamente que tome cuantas medidas sean necesarias para que
España anule la entrada de pieles de animales despellejados en vivo, muy
cruelmente, procedentes de China y otros países como Filipinas o Tailandia.
Otros cinco países de la UE: Bélgica, Dinamarca, Francia, Grecia e Italia,
ya lo han hecho en relación con las pieles de perros y gatos.
Le agradezco su atención y colaboración.
Fdo:

LECCIONES DEL TSUNAMI PARA QUIENES MENOSPRECIAN A LA MADRE TIERRA

LECCIONES DEL TSUNAMI PARA QUIENES MENOSPRECIAN A LA MADRE TIERRA A LO LARGO DE LOS ÚLTIMOS AÑOS DE GLOBALIZACIÓN DIRIGIDA POR EL LIBRE MERCADO, EL RESPETO A LA VULNERABILIDAD DE LOS ECOSISTEMAS COSTEROS HA SIDO SACRIFICADO EN ARAS DE LA CONSTRUCCIÓN DE HOTELES, DE CRIADEROS DE CAMARONES A ESCALA INDUSTRIAL Y DE REFINERÍAS. LOS MANGLARES Y LOS ARRECIFES DE CORAL HAN SIDO IMPLACABLEMENTE DESTRUIDOS, QUITÁNDOSE ASÍ LAS BARRERAS PROTECTORAS NATURALES CONTRA TORMENTAS, CICLONES, HURACANES Y TSUNAMIS.

Vandana Shiva, escritora y militante internacional en campañas por los derechos de la mujer y por el ambiente.

Gaia, diosa de la tierra, no podía haber elegido un sitio y un tiempo más apropiados para enviarnos este mensaje acerca de sus poderes ocultos: nosotros somos indios e indonesios, cingaleses y suecos, tailandeses y maldivos sólo en segundo lugar, puesto que por sobre todo somos ciudadanos e hijos de la tierra y estamos compartiendo el destino común de una catástrofe y un común deseo de ayudar y tratar de remediar el mal sufrido.

Las vacaciones de Navidad y de Año Nuevo traen gente del mundo entero a las playas de Asia. El tsunami, el maremoto provocado por un terremoto el 26 de diciembre pasado en el Océano Índico se convirtió en una tragedia planetaria porque afectó no sólo a los asiáticos sino también a gran número de turistas occidentales.

Aunque la tragedia inmediata sufrida por millones debe ser nuestra primera preocupación y objeto de rápida respuesta hay también lecciones a largo plazo que nos da el tsunami. Necesitamos escuchar a Gaia.

La primera lección se refiere al desarrollo en las regiones costeras. A lo largo de los últimos años de globalización dirigida por el libre mercado, el respeto a la vulnerabilidad de los ecosistemas costeros ha sido sacrificado en aras de la construcción de hoteles, de criaderos de camarones a escala industrial y de refinerías. Los manglares y los arrecifes de coral han sido implacablemente destruidos, quitándose así las barreras protectoras naturales contra tormentas, ciclones, huracanes y tsunamis.

Cuando realizamos un estudio sobre el ciclón de Orissa, que mató a 30.000 personas en 1999, hallamos que la destrucción fue mucho más severa donde se habían eliminado los manglares para hacer criaderos de camarones y refinerías. El movimiento popular hizo que la Suprema Corte de India
ordenara cerrar los criaderos de camarones ubicados a menos de 500 metros de la línea de la costa de acuerdo. Al fundamentar su voto dos miembros de la Suprema Corte señalaron que "el daño causado a la ecología y la economía por
los establecimientos industriales de piscicultura es más alto que las ganancias por la venta de sus productos. Quizás por esa razón los países
europeos y Estados Unidos no permiten que sus aguas costeras sean explotadas por criaderos de camarones."

Sin embargo, en lugar de obedecer la orden judicial, la industria camaronera trató de hacer anular las leyes ecológicas para la protección de las zonas costeras e influyó sobre los gobiernos para que la eximieran de cumplir con esas leyes. Este incumplimiento de las normas ambientales que protegen a las áreas costeras tuvo claramente un papel en el incremento de la destrucción causada por la tsunami.

Nagapattinam, la zona más duramente golpeada por el maremoto fue también la más afectada debido a la abundancia de criaderos industriales de camarones. Las tribus indígenas de los andamanes y los nicobar, los onges, los jaawas, los sentinelese y los shompen, que viven con métodos naturales y ecológicos, tuvieron las menores pérdidas humanas aunque en el subcontinente indio son los que están más cerca del epicentro del terremoto.

Ojalá que los gobiernos aprendan una lección que la tierra ha tratado de dar al "desarrollo" que hace caso omiso de los límites ecológicos y de los imperativos ambientales y que sólo puede llevar a una destrucción inimaginable.

La segunda lección que nos enseñó la tsunami es que un mundo organizado en torno a los mercados y al lucro, y que olvida a la naturaleza y la gente, está mal pertrechado para hacer frente a tales desastres.

Aunque nos engañemos a nosotros mismos al creer que vivimos en una "era de la información" y en "economías del conocimiento", el conocimiento de los 8,9 grados de la escala Richter para los terremotos no pudo ser comunicado a tiempo por el US Geological Survey -el organismo estadounidense que vigila ese tipo de accidentes geológicos- a los países amenazados para que pudieran tomar medidas oportunas para salvar vidas.

Mientras que los mercados de valores del mundo reaccionan instantáneamente ante las señales y mientras que toda la economía de las Tecnologías de la Información (TI) se basa en comunicaciones instantáneas, al mundo le ha llevado días poder establecer cuántos murieron y cuántos han quedado sin hogar a causa del maremoto.

El tsunami nos enseña que no vivimos en una era de la información basada en la "conectividad" sino en la ignorancia, en la exclusión y la incomunicación. La revolución de las TI ha evolucionado para servir a los mercados, pero ha dejado de lado a las necesidades de la gente. Los animales y las comunidades indígenas tienen la inteligencia de anticipar a el tsunami y de protegerse a ellos mismos.

A las culturas del siglo XXI personificadas por la tecnología de la información les faltó el respeto a Gaia y la disposición para conectarse y
protegerse a tiempo del terremoto y de el tsunami. Tenemos que reconsiderar los conceptos dominantes en el área de la inteligencia y la información y
tomar lecciones de Gaia acerca de cómo vivir inteligentemente en el planeta.
*********************
Las lecciones ambientales del «tsunami»

Resultó un cóctel mortal. El desproporcionado crecimiento turístico aceleró la urbanización de las costas de los países azotados por el maremoto en los últimos quince años y concentró allí un número alto de personas que venían del interior. Los complejos hoteleros se multiplicaron en cada isla, y con ellos, la tala de la mitad de los manglares en países como Tailandia, y la progresiva destrucción de los arrecifes de coral y las praderas marinas por los sedimentos y la contaminación. Sin estas barreras naturales, las olas gigantes penetraron con más fuerza en el interior y arrastraron en su vuelta al mar a cientos de miles de personas. Todo ello contribuyó a que el «tsunami» fuera aún más destructivo.

Estas espeluznantes fotos por satélite, antes y después de la llegada de las olas gigantes, ilustran lo inenarrable: la devastadora fuerza del «tsunami», mucho peor que un tornado de Fuerza 5, el «Dedo de Dios». De una ojeada desde el espacio se comprende mejor el papel de contención de los manglares: allí donde el bosque húmedo estaba intacto, los daños fueron menores, dicen los expertos... y la vista. La prueba sobre el terreno la proporcionó una nueva técnica experimental que se empleó para frenar la erosión de las playas en Malasia y que involucraba la replantación de manglares: el maremoto probó, de forma paradójica, su enorme eficacia.

La responsable es la profesora Noraini Mohd Tamin, de la Asociación Ecologista para el Control de la Erosión de Malasia. Y demuestra cuál es el papel de los manglares a la hora de amortiguar los efectos del «tsunami». El proyecto recibió fondos del Gobierno malayo entre 1999 y 2001, y se estableció una estación experimental en Kuala Sala, en Kedah, una zona que, antes del maremoto, ya sufría una fuerte erosión por culpa de las olas. Se trataba de consolidar un cinturón de playa, de un kilómetro de longitud y unos diez metros de altura, mediante técnicas de eco-ingeniería, en la que se instalaron en 1999 «pilas» de manglares de seis metros, y bolsas parcialmente rellenas de lodos, que vertían su contenido al fondo fangoso como línea de defensa.

Un año después, escribe Tamin, con la costa estabilizada, se llevó a cabo la replantación de manglares del género Rhizopoda, que empezaron a enraizarse en el suelo. «Hacia el 25 de diciembre de 2004, el 90 por ciento de la costa próxima al proyecto estaba protegida por manglares de tres metros», indica Tamin. No podía imaginar que al día siguiente, las olas gigantes se abalanzarían sobre el lugar. Pero, a pesar de su imparable fuerza, sólo lograron arrancar el 30 por ciento de los manglares replantados. Era como si se hubieran instalado estructuras de hormigón antimareas. «Una cabina portátil situada a menos de dos metros de la costa todavía sigue en pie», escribe Tamin. «El nivel del mar se elevó medio metro, pero no fue suficiente para dañar las cabinas o inundar los campos de arroz cercanos.

En realidad, y gracias a los manglares, el daño a las áreas adyacentes, incluyendo Kampurg Burma, fue mínimo. Pero las zonas que no estaban protegidas, a sólo dos kilómetros al sur de la estación, fueron severamente erosionadas». Los manglares son una barrera de contención para las poblaciones del interior. Cuando las olas chocaron contra ellos, absorbieron parte de su energía. Pero hay otras barreras previas: las dunas arenosas naturales, con los arbustos propios que crecen en ellas, las praderas marinas, también llamadas césped de mar, y los arrecifes coralinos. Todos ellos fueron golpeados y castigados por las olas y ejercieron un efecto de amortiguación importante. Su salud, en cualquier caso, está conectada con la de los manglares, asegura Faizal Parish, director del Global Environmental Center en Selangor, Malasia.

Fuente: La Razón

TSUNAMIS. LA MUERTE QUE VINO DEL MAR

TSUNAMIS. LA MUERTE QUE VINO DEL MAR A LOS DOS MINUTOS DEL BRUTAL TERREMOTO DE ESCALA 9 DE ESTE SÁBADO, ¡¡A LOS DOS MINUTOS¡¡ EL SERVICIO DE EMERGENCIAS DE TSUNAMIS DE HAWAI LANZA UN AVISO INDICANDO QUE NO EXISTÍA PELIGRO PARA SU “ZONA DE RESPONSABILIDAD”, PERO QUE DESDE EL EPICENTRO SE GENERARÍA UN GRAN TSUNAMI. QUEDABAN AÚN DOS LARGAS HORAS O MÁS PARA QUE LAS OLAS ASESINAS SE ESTRELLASEN CONTRA LOS LITORALES DE LOS PUEBLOS DESTROZADOS.

Carlos Suárez Rodríguez, Doctor en Biología y miembro del Partido Verde Canario.

Mas de 30.000. Y sigue aumentando. Mientras Bush busca las armas de destrucción masiva en Irak, la Naturaleza nos ha enseñado su lado mas duro y cruel.

En pocas horas la devastación y la muerte se han cebado sobre miles de personas, sobre todo niños y mujeres, en 7 países del mundo. Y ha vuelto a ponernos frente a nuestro lado más oscuro. El de la insolidaridad. El de la diferencia entre mundos. El de los ricos, de los que prevén los tsunamis y las controlan frente al otro el que las sufre y las paga con su vida.

Todo el Océano Pacifico dispone de sensores contra tsunamis: es posible detectarlas en dos minutos y dar una alarma general a las zonas donde se desplazara en media hora o tres horas o seis horas. Las islas Hawai, las costas desde Alaska a California, los litorales de Japón y la costa oriental del Pacifico tienen programas educativos en las escuelas que permiten dirigir a la población mas afectada en caso de tsunami..

Lo han dicho los responsables de este sistema de alerta montado por EEUU desde 1965, a raiz de los desvastadores efectos de otra tsunami en Alaska: se podrían haber evitado miles de muertes si se hubiese avisado a la población.

A los dos minutos del brutal terremoto de escala 9 de este sábado, ¡¡a los dos minutos¡¡ el Servicio de emergencias de tsunamis de Hawai lanza un aviso indicando que no existía peligro para su “zona de responsabilidad”, pero que desde el epicentro se generaría un gran tsunami. Quedaban aún dos largas horas o más para que las olas asesinas se estrellasen contra los litorales de los pueblos destrozados..

Pero los responsables solo avisaron a las fuerzas navales americanas, a los consulados de EEUU y a las embajadas.

No tenían en su agenda de teléfonos a los gobiernos de los países que se iban a ver amenazados. Ahora, el Primer ministro australiano va a investigar si podía haberse hecho más para evitar la catástrofe, los responsables de la Protección Civil en Tailandia reclaman a su gobierno mayor inversión contra este tipo de desastre.

Hace 40 años que funciona este sistema de alerta, pero no está pensando para los que viven en la trastienda de este peculiar primer mundo.

La tecnología permite ser más felices. Pero solo a unos pocos. Permite vivir mas seguro. Pero solo a unos pocos. Permite mirar al mar con conocimiento y con seguridad. Pero solo a unos pocos. Estas Navidades de 2004 el mundo ha vuelto a verse en su espejo de siempre. La desigualdad sigue siendo la mayor arma para la injusticia. La globalización, ese fenómeno que uniformiza a todos en todas partes, no actúa por igual con todos. Discrimina. Sus beneficios, esas herramientas tecnológicas que permiten salvar niños y mujeres en Hawai o en California no lo aplica a los que ayer vimos en telediarios y periódicos llorando el dolor de sus seres perdidos.

Son la trastienda del primer mundo. Los que tiene que seguir soportando la desigual manera que tenemos los hombres, de distribuir nuestros recursos y nuestros conocimientos tecnológicos. Habrá que seguir luchando para conseguir que todos seamos iguales, que los derechos de unos no sean un estigma para otros, que donde quiera que un peligro o desastre natural aceche a los hombres, los otros hombres , los del primer mundo, sigamos luchando para conseguir un mundo más justo y solidario.


Mas información:

VER WEB

TRANSGENICOS POR UN TUBO

TRANSGENICOS POR UN TUBO Los Verdes-Partido Verde Canario estamos preocupados por la nueva amenaza sanitaria y ambiental , de proporciones inimaginables que supone la llegada de alimentos transgénicos a Canarias. Y no estamos hablando de ciencia ficción. Nos consta que la mayor parte del millo, soja y colza que se importa a Canarias para la alimentación animal es de origen transgénico.

Nuestros quesos canarios, la leche, la carne y los huevos ya se están produciendo con piensos trasgénicos. Canarias es especialmente sensible a los riesgos originados por la importación del millo transgénico argentino porque con el se suele elaborar el gofio. La lecitina de soja transgénica está presente en muchísimos alimentos, tales como chocolate, por su frecuente utilización como antioxidante. El aceite de colza transgénica se utiliza y comercializa bajo la denominación de “aceite de semillas”.

Entre los riesgos sanitarios de los productos transgénicos cabe citar la aparición de alergias alimentarias como consecuencia de la ingestión de nuevas proteínas que nunca antes se habían comidas por los seres humanos y la aparición de resistencia a determinados antibióticos como consecuencia de las técnicas genéticas utilizadas para producir las plantas transgénicas

El científico Arpad Pusztai descubrió que, dándoles de comer papas transgénicas a los ratones, les crecían los órganos y, además, registraban una baja en su sistema inmunológico

A la luz de los potenciales riesgos que suponen los transgénicos los Verdes opinamos que se debería aplicar el PRINCIPIO DE PRECAUCIÓN. Por todo ello instamos a nuestras instituciones canarias, españolas y europeas a continuar con una política restrictiva, hasta que quede demostrada científicamente la inocuidad de los OGM.

A los mencionados riesgos sanitarios de los transgenicos habría que añadir las consecuencias medioambientales y sociales que el cultivo de los mismos suponen, por ello ya hay muchas regiones y municipios en toda Europa que se han declarado libres de transgénicos o están en vías de hacerlo. Los Verdes y el Foro de la Agricultura Ecológica ya hemos propuesto que Canarias lo sea.

Por otra parte Los Verdes han iniciado una campaña de envíos de cartas a supermercados y restaurantes solicitándoles garantías en relación a la posible presencia de productos transgénicos en dichos establecimientos. Les pedimos que, al menos, cumplan los Reglamentos (CE) 1829/2003 y 1830/2003 que regulan los alimentos y piensos modificados genéticamente, así como su trazabilidad y obligatoriedad de etiquetar adecuadamente los alimentos que contienen OMG

ENTREVISTA A ARPAD PUSZTAI

LOS RIESGOS ALIMENTARIOS DE LA MODIFICACIÓN GENÉTICA

LA CIUDAD SOSTENIBLE

LA CIUDAD SOSTENIBLE LA CIUDAD SOSTENIBLE
Mara Cabrejas
Mara.cabrejas@uv.es

Una Ciudad Justa es la que la justicia, el alimento, la vivienda, la educación, la salud y la esperanza estén distribuidas de manera justa.
Una Ciudad Bella, en la que el arte, la arquitectura y el paisaje prendan la imaginación y el espíritu.
Una Ciudad Creativa, en la que el pensamiento libre y la experimentación movilizan el potencial de sus recursos humanos al completo y permitan la respuesta rápida a los cambios.
Una Ciudad Ecológica, que minimice su impacto ecológico, en la que el paisaje y la forma construida estén en equilibrio, y en la que los edificios y las infraestructuras sean seguras y eficientes en el uso de recursos.
Una Ciudad de Fácil contacto y Movilidad, en la que se intercambie la información, tanto cara a cara como electrónicamente.
Una Ciudad Compacta y Policéntrica, que proteja el campo, para la que lo primordial sean les comunidades y su integración dentro de barrios y que maximize la proximidad.
Una Ciudad Diversa, en la que una amplia gama de actividades se solapan, crean animación, inspiración y fomentan una intensa vida pública.
H. Girardet

LA CIUDAD COMO ORGANISMO VIVO
De los flujos lineales a los ciclos circulares
La metáfora orgánica refleja mejor que la metáfora maquinística las condiciones reales de nuestra experiencia urbana. Los procesos y causalidades que concibe son holísticos y contextuales al reconocer la conectividad insalvable entre lo social y lo natural. La percepción organicista de la ciudad vincula el conjunto con las partes, el consumo de recursos con las excreciones y residuos, lo común con lo singular y propio, la estabilidad y continuidad con la contingencia y novedad, la salud con el peligro y la enfermedad, el conocimiento y la planificación con la incertidumbre y la ignorancia, lo visible y trascendente con lo inmanente y oculto.
Bajo la metáfora orgánica la materia no se concibe como inerte y libremente manipulable, sino complejamente organizada y con capacidades intrínsecas de sensibilidad e intelección. El mundo físico es visto como fundante y primordial a la vez que dotado de capacidades vivificadoras y creadoras. Desde estas concepciones los sistemas urbanos de vida pueden entenderse como organismos que para su continuidad dependen de la reproducción biológica, y se auto-organizan mediante procesos metabólicos complejos no reducibles a la simplificación ni a la parcelación mecánica y funcional. Bajo el modelo y la idea de organismo podemos identificar las dimensiones estructurales más explotativas de la ciudad moderna concebida estrechamente como una máquina o artefacto mecánico abierto a cualquier intención y libertad inventiva y manipuladora por parte de los humanos.
Una diferencia central entre los sistemas naturales y nuestras actuales megalópolis tecnológicas e industriales, es que estas dependen en gran medida de crecientes abastecimientos externos basados en numerosos flujos de recursos de todo tipo, un intenso tráfico de productos que atraviesan el sistema urbano y se destinan a sus poblaciones. Dada la gigantesca escala de la urbanización y sus tendencias colonizadoras y fagocitarias, desde una óptica organicista y verde las ciudades habrían de modelarse imitando la sabiduría y el funcionamiento de los sistemas naturales, como pueden ser los bosques, para mantener así una cierta estabilidad y viabilidad a largo término.
La relación de las ciudades con la naturaleza puede comprenderse como una relación metabólica, siguiendo la analogía entre los asentamientos humanos y los organismos. Al igual que cualquier otro ser vivo, las comunidades urbanas sólo pueden subsistir y evolucionar en el tiempo si consiguen obtener suficiente energía y materiales útiles de su entorno o medio natural, y si además encuentran sumideros para re-absorber y eliminar con cierto éxito los residuos que producen. Al igual que les pasa a los organismos vivos, a medida que aumenten sus ordenes de organización y complejidad, los requerimientos materiales y energéticos del sistema urbano también aumentan. Hoy esta espiral creciente de demandas tiene rasgos autolesivos y cancerígenos.
El metabolismo de las ciudades comporta muchas entradas de recursos y servicios naturales a través del combustible, el oxigeno, el agua, los alimentos, la madera, los productos manufacturados, los minerales, etc. Estos materiales nos ofrecen muchos bienes y servicios vitales, y son procesados para reproducir y ampliar la población, los artefactos y el medio construido. Pero a la vez generan muchos tipos de residuos que se dispersan y acumulan colapsando las funciones digestivas de los ecosistemas (dióxido de carbono y otros gases dañinos, aguas fecales e industriales, basuras sólidas y detritos industriales, etc…).
Una de las características de les ciudades modernas es su insensata hipertrofia. Se muestra en el hecho de que sus metabolismos tienden a ser cada vez más grandes, más lineales y más omniabarcantes. Es decir, implican más y más presión y destrucción del territorio biofísico cercano y lejano. Irresponsablemente consumen más recursos naturales al tiempo que los residuos generados no se aprovechan y reutilizan de nuevo, violando con ello las pautas circulares propias de los ciclos de materiales presentes en la biosfera y en la vida en general.
Contrariamente, los ecosistemas vivos tienen un metabolismo circular y cíclico, lo que significa que cualquier emisión generada por un organismo se convierte en alimento y en un nuevo recurso que renueva y sostiene la continuidad reproductiva de todo el entorno viviente del que forma parte. Toda la red de la vida se mantiene así unida en un una delicada cadena de relaciones de cooperación y de beneficio mutuo mediante el constante flujo de nutrientes que pasa de un organismo a otro. Todo y todos se aprovechan creativamente.
Pero el metabolismo de nuestras modernas ciudades es lineal e ilimitado. Se consumen, lesionan o agotan los recursos sin percibir ni tener en cuenta las afecciones que se generan en su origen y en su destino, ya que los residuos y las emisiones llevan consigo una enorme cantidad de productos y procesos biocidas que no pueden ser digeridos y eliminados por los ecosistemas.
En la gestión urbana de las ciudades en expansión ilimitada, los residuos y los recursos apenas se consideran conectados y en interdependencia holística. Les ciudades importan alimentos y productos que se consumen y se eliminan en forma de aguas residualesy basuras que van a parar a los ríos, al litoral, a las aguas subterráneas, a los ecosistemas y tierra de nadie. Es decir, las materias primas que vienen de la naturaleza y se combinan y procesan para a producir los productos de consumo, finalmente acaban degradadas y sin utilidad en forma de basuras dañinas que no pueden ser reabsorbidas por el mundo natural. Lo más habitual, es que los residuos acaben en algún vertedero que irradia por doquier lesiones socioambientales de todo tipo, y en el que los materiales orgánicos se mezclan indiscriminadamente con los metales, los plásticos, el vidrio y muchos residuos tóxicos. Este modelo lineal de consumo, de producción y de eliminación urbana socava la viabilidad ecológica general de nuestras ciudades porque tiende a romper los ciclos regenerativos y circulares de la naturaleza.
Mejorar el metabolismo urbano y reducir su huella ecológica obligará a cerrar los ciclos y los flujos. Los productos de desecho deberían de reconvertirse en nuevas materias primas valiosas para entrar en el sistema productivo mediante el reciclado cotidiano de materiales, como pueden ser el papel, los metales, el vidrio, el plástico. También será necesaria la conversión de la materia orgánica y de las aguas residuales en un compost que retorne los nutrientes de las plantas a las tierras de cultivo, y que a su vez alimentan las ciudades y a sus poblaciones humanas.
Por tanto, la gestión municipal y en coordinación con otras instituciones deberá hacer el tratamiento de los residuos urbanos dirigiéndose a las causas que los generan, a los procesos productivos y a los malos hábitos del sobre-consumo urbanita. Uno de los objetivos de la sustentabilidad general y de la ecología urbana en particular es evitar el bloqueo de la función asimiladora y de reabsorción que de forma natural está vitalmente presente en los ecosistemas. Es decir, que la cantidad, la cualidad y el ritmo de emisión y vertidos no lleguen a superar o colapsar la capacidad de los ecosistemas para absorberlos y metabolizarlos.
El mantenimiento de un máximo nivel de regeneración y de asimilación de los ecosistemas, es una buena guía para la transición hacia la sustentabilidad urbana. Ello exigirá un cambio radical de nuestras concepciones sobre los detritos urbanos, considerándolos como materias primas valiosas y no como a desechos inservibles.
Las ciudades de la actual era industrial y del petróleo generan una enorme y creciente huella ambiental que excede en mucho a su visibilidad directa, y a superficie de gestión y de administración. Sobrepasan los límites de su entorno inmediato mediante la obtención de recursos de lugares cada vez más alejados, hasta consumir y hacerse bulímicamente dependientes de los bienes y servicios naturales del conjunto del planeta.
La viabilidad o la sustentabilidad de nuestras ciudades podrá aumentarse si sus metabolismos se hacen circulares y si su huella ecológica destructiva se reduce. Por eso, es necesario y urgente que la cantidad de los recursos naturales consumidos se reduzca, y que nuestras necesidades y estilos de vida sean menos despilfarradores, más eficientes, y más circulares.
De la voracidad y desconexión ambiental
a la ecología urbana
Hoy día, nuestras alegres e irresponsables formas de vida urbana se acompañan con dormitivas y anacrónicas ideas sobre la naturaleza y la buena vida. Las representaciones sociales dominantes del mundo vivo pocas veces se ligan con nuestras realidades y experiencias cotidianas más inmediatas y palpables.
La urdimbre de vida que sustenta y convive con las sociedades humanas continúa siendo percibida socialmente como algo ajeno y alejado que no nos compromete directamente, aunque al mismo tiempo se reconozca su singularidad y valor. Desde estas mentalidades tan artificializadoras y trivializadoras como las nuestras, la naturaleza y sus frágiles procesos de interdependencia presentes hasta en nuestros propios cuerpos, se suelen invisibilizar, devaluar o reducir a lugares acotados, exteriores y desvinculados de las dinámicas e identidades sociales individuales y colectivas.
Nuestro estilo urbano de convivir, tiende a construir una extraña percepción sobre la naturaleza. Se concibe como algo exterior e independiente, o como rígidamente acotada y ajena. Pero paradójicamente también es vista como algo de gran de valor y estima. Este artificial extrañamiento para con la naturaleza se acompaña a la vez de cierto aprecio social.
Nuestras percepciones ambientales se apoyan en un doble nudo paradójico de devaluación y dignificación que está presente en las representaciones mayoritarias sobre un área rural, un bosque, una zona húmeda, un río singular o un parque natural.
Esta autocomplaciente desconexión con el mundo natural, desarrolla motivaciones y rutinas prácticas que realimentan el inmenso muro cultural y ideológico que separa y niega las relaciones y el constante diálogo entre nuestras actividades y los procesos naturales en nuestra experiencia cotidiana. Somos sordos habitantes de una misma casa compartida con innumerables criaturas y ecosistemas. Convivimos en la trama de la vida cómo urbanitas enraizados en una inmensidad de vida que palpita, aunque no se nos muestre fácilmente ni tengamos conciencia clara de ello.
Nuestra cultura y sentido común práctico tiende a invisibilizar las cualidades y necesidades de los sistemas naturales implicados en cualquier acción humana o en cualquier proyecto de desarrollo. Estas cegueras productivistas en sus versiones más neo-desarrollistas obvian que nuestras actividades urbano-industriales actúan como potentes agujeros negros destructores de todo tipo de recursos naturales valiosos que se consumen en el contexto de un planeta físicamente frágil y limitado. El gigantismo devorador de nuestras formas de vida urbana, aunque no tenga claros parámetros de contabilidad pública o institucional, está hoy en el origen de la mayoría de los problemas globales de supervivencia ecológica.
Las opiniones ambientales mayoritarias que declaran estar a favor del cuidado y de la protección ambiental tienen la peculiaridad de que participan de esta escisión fundamental, y esto señala un rasgo característico de las subjetividades modernas. Por un lado, valoran abstractamente la conservación de la riqueza natural y son capaces de concretar sus preferencias de cuidado ambiental sobre algún espacio natural cercano y reconocido por su flora, fauna o paisaje. Pero por otro lado, estas sensibilidades no acaban de concretarse en cambios prácticos y compromisos cotidianos. Desde este doble y auto-contradictorio sistema de valoración y normas: ambientalismo para los discursos y productivismo para las prácticas, las actitudes sociales mayoritarias acaban ignorando prácticamente o aceptando cómo víctimas pasivas las lesiones y peligros ambientales más destructivos.
Es decir, la gente desea la preservación general de un medio ambiente vivo y saludable, en algún lugar, de alguna forma abstracta e ideal como aspiración, pero no son tan firmes como para iniciar cambios y compromiso prácticos coherentes, individuales o colectivos. La conciencia ambiental mayoritaria está atrapada en este dilema que acaba siendo resuelto a favor de un productivismo práctico. Dada la imposibilidad de cumplir a la vez un doble mandato cultural y normativo con carácter antagónico e incompatible en el terreno práctico (conservar y consumir a la vez), como salida de esta paradoja optan por la inercia productivista y por la inhibición ambiental práctica.
Parece que las múltiples ofertas del mercado intercultural moderno y el fuerte apego a las necesidades del libre sobre-consumo refuerzan la construcción de subjetividades y de actitudes desconectadas del mundo vivo en nuestras experiencias cotidianas. Algo así como el querer defender a los animales y a las plantas junto a un entorno humano más íntegro, sano y conservado, pero a la vez sin querer moderar o renunciar al gran banquete diario de nuestras ricas ciudades del norte. Contrariamente, unas prácticas ambientalmente orientadas habrían de obligarnos a nuevos compromisos y eliminaciones de rutinas prácticas ecológicamente insensatas e inadaptadas.
Por tanto, la pasividad y la ambivalencia ecológica es la actitud social mayoritaria como salida dada a este dilema por parte de la sobre-consumidora ciudadanía rica mundial. Significará en lo práctico una opción biofísicamente autolesiva. Es decir, una insensatez pragmática que se guía principalmente por parámetros y motivaciones instrumentales y consumistas sobre el propio comportamiento, y sobre el bienestar, la mejora social y el futuro.
¿Cómo podremos salir de este atolladero?...
La nueva política urbana
Supervivencia, suficiencia, equidad, diversidad, democracia
Seguramente, cualquier planteamiento futuro de cambio que busque compatibilizar la justicia y la sustentabilidad, tendrá que descansar sobre una nueva cultura y política verde de suficiencia que comporte una nueva actitud guía a favor de la convivencia con la vida.
Una cultura y moral práctica de preservación y cuidado de la Tierra tendrá que adoptar nuevos criterios de protección y respeto hacia los límites regenerativos y hacia la conectividad y el apoyo mutuo de los ecosistemas naturales. Una cultura ecológica basada en los principios de supervivencia, suficiencia, equidad, diversidad y cooperación, se enfrenta a la delirante desconexión que se da entre nuestra gran fiesta devoradora urbana y las mutaciones socio-ecológicas que hoy envenenan el aire, los suelos y los recursos vitales de la Tierra. Hoy la experiencia humana en el mundo abarca nuevos campos de peligros e incertidumbres fabricadas y desconocidos que amenazan la vida y bienestar de las gentes cercanas y lejanas.
En el origen de gran parte de los problemas ambientales que sufrimos está precisamente el voraz modelo de urbanismo, producción, consumo y excreción de nuestras ciudades, y sus tendencias de expansión y colonización ilimitadas. Sin embargo, la dominante y estrecha visión de la rentabilidad económica a corto plazo que habita bajo los motivos principales de todo tipo de proyectos de desarrollo, casi siempre arrincona estas cuestiones centrales que una verdadera opción por la habitabilidad urbana habría de tener en cuenta. La omnipresente obsesión por el crecimiento y la competitividad económica eclipsa constantemente el debate en torno a los fines, las consecuencias y peligros sociales y ambientales que acompañan a los proyectos de desarrollo urbano.
La mayoría de los municipios del territorio español han comenzado a desarrollar algo que podríamos llamar un ambientalismo desarrollista, aunque carecen de una estrategia global de carácter socioambiental que pueda afrontar con mínimo realismo la insostenibilidad crónica de nuestros pueblos y ciudades.
Ponen en práctica tímidas políticas ambientales que se caracterizan por ser testimoniales, sectoriales, desconexas y cosméticas, aunque puedan servir de retóricas legitimadoras ante la opinión pública y los votantes. Sobre todo, este embrionario ambientalismo público dista mucho de poder responder a las necesidades de las crisis ecológicas locales y globales que padecemos. Actualmente, las concejalías de medio ambiente no suelen ser ni las áreas más determinantes ni las mejores dotadas. Si alguna vez llegan a realizarse actuaciones de más peso ambiental, suelen ceñirse a problemáticas muy sectoriales, aisladas y contradictorias con el resto de la gestión pública.
Muchas de las adhesiones a la Carta de las Ciudades y Pueblos europeos a favor de la sostenibilidad se acompañan de una total falta de voluntad política por parte de los gobiernos municipales en redactar y poner en marcha las Agendas 21 locales. La experiencia de implantación de las Agendas 21 muestra, que aunque a veces se hayan constituido interesantes foros de concienciación y participación ciudadana, en lo principal, no han servido para reorientar o redirigir significativamente las tendencias destructivas globales y locales. Los consejos locales de medio ambiente carecen de las competencias y los medios de intervención en el territorio si se comparan con los recursos que tienen otras áreas, como pueden ser las comisiones de urbanismo que en lo real son las que diseñan la expansión urbanizadora indiscriminada. La planificación urbanística municipal marca actuaciones y políticas que suelen ser ignorantes y hostiles hacia los problemas socioambientales. Los discursos públicos de políticos y técnicos, y las políticas económicas o urbanísticas de nuestras ciudades, continúan obviando las agresiones a la sustentabilidad urbana local y sus contribuciones a las mutaciones ecológicas de carácter gaiano.
Urge ampliar estas estrechas políticas ambientales para transversalizar y problematizar ecológicamente las decisiones municipales de todo tipo bajo las exigencias de la condición ambiental y de la integración de los indicadores económicos, sociales y ambientales. En lo macro y en lo micro, en lo social, en lo cultural y en lo económico, han de hacerse presentes las exigencias ambientales de salud y habitabilidad. Como por ejemplo podría ser la apertura de un Centro comercial; el trazado de una calle; las normas de construcción y diseño urbano; el mobiliario, el diseño arquitectónico y la intendencia del consumo ordinario de todo tipo de centros e instituciones; la toxicidad y tipo de materiales utilizados en la construcción, el mantenimiento y el uso de edificios públicos; el tipo de alimentación que se suministra a instituciones como pueden ser los colegios y centros sanitarios; la urbanización y ajardinado de espacio público ciudadano; la densificación motorizada del transporte y la movilidad; la ordenación del tráfico y los aparcamientos; el comercio local y los mercados municipales; la política fiscal, etc.
A diferencia de otros países europeos en donde actores colectivos, la ciudadanía afectada o los partidos verdes más fuertes han ido colocando la sostenibilidad urbana en el corazón de los debates públicos, el escenario de la política municipal de nuestros pueblos y ciudades ha carecido en general de sujetos colectivos fuertes y visibles capaces de situar la centralidad de la ecología urbana entre las opciones posibles y deseables.
Lamentablemente, el actual sectorialismo ambiental está muy lejos de convertirse en un proyecto posible de sustentabilidad. Es decir, estamos aún lejos de la necesaria transición hacia la modernidad ecológica mediante nuevas guías políticas verdes capaces de enmarcarar y de condicionar al resto de prioridades, y al conjunto de la actuación municipal.
Aquello que se entiende como el medio ambiente sigue siendo percibido de manera muy superficial y trivializada. Es decir, se suele añadir como un simple tema más o como un problemas a añadir a una larga lista de actuaciones sectoriales que se adicionan y suman al tiempo, pero de forma apilada y sin coherencia intersectorial entre cada una de las políticas y áreas de intervención. Esta concepción de medio ambiente sectorial carece de posibilidades de alterar o cuestionar significativamente las prioridades del resto de políticas, que son definidas exclusivamente bajo parámetros alejados de los datos o indicadores de salud ambiental.
Desde nuestra sensibilidad y opción a verde a favor de la vida apostamos por una vida ciudadana en paz con el planeta. Por ello, las propuestas de la sustentabilidad urbana y global tienen que ganar terreno y salir del gueto en el que han sido secuestradas. Han de colocarse al centro del debate social y político. Las principales preocupaciones ecológicas tendrían que ampliarse y resituarse para impulsar cambios en nuestro entorno más inmediato y en nuestros hábitos más cotidianos. Fijémonos en la vivienda, la calle, el barrio, la comida de cada día, el mercado y el comercio cercano, los parques y huertos interiores, la agricultura periurbana, o los núcleos históricos engullidos. Fijémonos en nuestros movimientos y actividades de cada día. La ecología actúa en la cotidianidad y conecta nuestros espíritus, mentes y cuerpos.
De la "limpieza final de tubería" y la eficiencia
a la suficiencia
La mayoría de las políticas urbanas que acaban definiendo y destruyendo irreparablemente las condiciones biofísicas del territorio aplican un sectorialismo ambiental que global y funcionalmente tiene consecuencias muy limitadas e insuficientes. Se limitan a combatir la contaminación destructiva sin acabar nunca con ella mediante un tipo de estrategias de "final de la tubería ".
Este modelo parcelador y reduccionista afronta las consecuencias de la suciedad y destrucción originadas por las sociedades industriales, tan sólo mediante un poco de limpieza al final de los procesos de producción y consumo. No cuestiona los procesos, la escala ni las causas. No las ralentiza, disminuye o frena, debido a que no interviene en los orígenes y procesos globales que retroalimentan la degradación ambiental. Por tanto, apenas pueden incidir en la escala ni en la aceleración de la destrucción de los sistemas naturales con sus pérdidas cualitativas y cuantitativas de diversidad biológica y de servicios ambientales imprescindibles.
Con el paso del tiempo las limitaciones de éstas políticas se han hecho más que evidentes, ya que se muestran económicamente muy costosas y cada vez más ineficaces ante la creciente multitud de destrucciones y riesgos que se acumulan y amplían. Peor aún, ayudan a alimentar la ilusión del tecno-optimismo en la percepción y actitudes sociales mayoritarias: todo está bajo control y podemos seguir seguros con nuestra alegre vida de despreocupación y despilfarro.
Si realmente se optara por avanzar hacia la habitabilidad urbana sería preciso volver la atención desde el fin al comienzo, desde los vertidos y residuos a los procesos y los ciclos transformativos de la economía, la extracción, la producción, la distribución, la venta y el consumo. Tendríamos que enfocar nuestra mirada a las toneladas de energía, materiales y mundo vivo que continuamente se lesionan o se degradan a consecuencia de nuestro consumo y forma urbana de vida, y que además comportan huellas destructivas en otros lugares alejados. Hay que recordar que la mayoría de los problemas ambientales derivan de la mega-escala y del volumen total y creciente de recursos naturales consumidos. Lo que viene a ser una gigantesca máquina trituradora de cualidades y funciones vivas diversificadas que se debilitan, reducen o pierden a mucha velocidad en ciudades tan voraces como las nuestras.
Es decir, el ineficaz ambientalismo final de tubería se apoya en la ideología de la eficiencia tecnológica como panacea para dar soluciones y obtener credibilidad social. Según estas ideologías del optimismo tecnológico, todos los problemas se pueden resolver con el aumento de la mejora técnica o con la sustitución de los recursos ambientales por artefactos sustitutivos. Pero desgraciadamente, la mayoría de la mejora ambiental o del ahorro local de recursos naturales producido por éste modelo insuficiente de eco-eficiencia se elimina con creces debido al paralelo aumento global del consumo de los bienes biofísicos.
Hoy día, la posible viabilidad de las políticas ambientales ha de tener en cuenta las dimensiones y procesos implicados en el espacio y el tiempo singulares, sometidos a la aceleración y el gigantismo. De poco nos serviría hacer un coche más limpio, si el volumen total de motorización y los gases tóxicos de combustión se disparan. Estaría muy bien el instalar techos solares, pero si la demanda energética sigue creciendo tan rápidamente como ahora, poco o nada avanzamos frente al cambio climático. Eficiencia, sí. Pero, suficiencia, también.
La ecología no es una simple cuestión de ajuste técnico ni de limpieza higienista o jardinería de retoques, para que todo siga igual o peor globalmente. Es más bien una apuesta profunda y urgente de cambios locales y globales en todos los campos sociales.
De la ciudad global
a los derechos a la salud planetaria
El modelo de ciudad global se apoya en su expansión inacabable e ilimitada territorialmente, con pautas de sobre-consumo fagocitario de recursos foráneos de todo tipo. La ciudad global funciona también como una potente y petrificada ideología a favor de las demandas de la globalización y desregulación económica. Este modelo de ciudad aumenta dramáticamente las presiones y la explotación sobre cada rincón físico y social del mundo.
La cada vez más pesada "huella ecológica" de nuestras ciudades constituye un yugo asfixiante sobre el capital natural del planeta y sobre las oportunidades humanas de futuro. Las inmensas demandas y sobre-consumo de recursos por parte de nuestras formas urbanas de vida provocan huellas sobre-explotadoras cada vez más profundas y anchas, ecológicas y sociales, cercanas y lejanas.
Uno de sus resultados históricos del sobre-consumo y estilos de vida urbana es la liquidación masiva de las sociedades agrarias tradicionales y su sustitución por megalópolis insaciables, y en constante crecimiento en muchos lugares del mundo. Parece que se cumple una regla de juego endemoniada: cuanto más parisitarias sean las ciudades, más estresadas y deterioradas estarán las zonas rurales y ecosistemas que se ocupan de satisfacer las necesidades primarias y la imprescindible regeneración de la vida urbana. Las modernas formas urbanas de ocupar y construir sobre el territorio están destripando montañas, secando ríos y esquilmando la biodiversidad a una escala y velocidad sin precedentes históricos.
Cada vez más se muestra como evidente la imposibilidad física de repetir con éxito la experiencia urbana del Norte a escala mundial. El actual modelo de ciudad actúa como un cáncer devorador al estar basado en el sobre-consumo y en la creciente separación y alargamiento de distancias entre los diferentes usos y actividades. Sus formas de intercambio dan prioridad a los ciclos abiertos y despilfarradores de materiales y energía en sus relaciones con los recursos y ecosistemas, y de los que extraen constantemente bienes y servicios que consumen. De seguir obviando las constricciones físicas infranqueables, el colapso de seguro estará garantizado en una Tierra limitada y frágil.
Una ciudad sólo puede ser llamada sustentable, democrática y justa, cuando las premisas en que se basa su comportamiento pueden ser copiadas y servir para la vida y continuidad de todas las ciudades del mundo. En cambio, el inmenso e inacabable consumo lineal de energía y recursos junto a la inflación de detritos producidos por parte de las ciudades de Norte, no se puede extender a todas las ciudades del mundo. Porque simplemente no hay recursos naturales suficientes para poder abastecer este desigual y lujoso despilfarro.
Hoy la defensa de derechos universales básicos ha de ser compatibilizada con los nuevos derechos a favor de la salud conjunta de nuestros cuerpos y el cuerpo del planeta, cuestionando con ello algunos de los supuestos centrales de la modernidad ilustrada e industrial. El mantenimiento de modelos urbanos de consumo ilimitado en el Norte imposibilita cualquier apuesta viable por la supervivencia y la igualdad de derechos universales de ciudadanía para el presente y para las futuras generaciones.
Esto debería sugerir que cualquier defensa de la supervivencia colectiva y de la justicia social y ambiental a escala planetaria, implicaría una seria transición hacia la moderación y la equidad.
En otras palabras: la actual globalización económica no es sólo criticable por ser injusta y desigual, sino que también es criticable porque es sencillamente imposible llevarla a término. Aunque hubiera un reparto social más equitativo de los frutos económicos que promete, igualmente nos llevaría a la humanidad hacia un callejón sin salida por su propio carácter radicalmente descontrolado, gigantesco y devorador del mundo físico planetario.
De la resistencia global a la localización
La inestabilidad y desigualdad generadas por la actual globalización económica ha parido a miles de resistentes ruidosos que insisten y repiten una y otra vez: "Otro mundo es posible". No sólo es posible sino que ya se está haciendo.
Miles comunidades y grupos por todo el mundo están descubriendo alternativas propias para la revitalizar las economías locales que proporcionan más igualdad, más cohesión social, más democracia y más protección ambiental, algo que no pueden ofrecernos el reino de las multinacionales. Este enraizamiento en la proximidad de los flujos de dinero y los recursos para el tejido social y económico local, favorece el apego y enriquecimiento de los intercambios humanos adaptados a las necesidades propias, y al cuidado local de personas y naturaleza.
La localización significa cuestionar la hiper-competitividad y la lucha de todos contra todos. Supone optar contra la lógica del "mendigo tu vecino" y pasar a la lógica de "mejora tu vecino", de forma tal que de preferencia a lo local y que a la vez fortalezca a las pequeñas empresas, la vida comunitaria, la naturaleza y las personas. Esta forma de indigenismo enraizado potencia las ideas del comercio justo y sustentable para promocionar una economía que integre los objetivos sociales y ambientales. Se trata de dar prioridad a la producción y venta local, fomentando su variedad y su diversificación. Favorece la creación de una nueva estima con lo propio y el lugar por parte de unos consumidores responsables que valoran la proximidad, la calidad ambiental, la diversidad y protección cultural como factores claves en sus decisiones de compra y estilos de vida.
De la aceleración a la parsimonia
Hoy las ciudades son templos de adoración de la velocidad. Una de las máximas incuestionables por parte de las políticas municipales es creer que es siempre deseable el incremento de la velocidad en cualquier forma de intercambio mediante el crecimiento imparable de las distancias y del espacio entre usos y actividades. Numerosas experiencias cotidianas son reguladas por ritmos urbanos que nos imponen una velocidad y rapidez extraña a nuestras necesidades básicas.
La tiranía de un único tiempo mecánico y productivo y de sus normas sociales de consumo atraviesa numerosas experiencias cotidianas, que van desde la autovía al fast food. La cultura consumista del usar y tirar acorta y acelera tiempo de vida de los objetos y nuestra relación anodina con ellos. Pero esta concepción uniformadora y homogénea del tiempo en la ciudad es realmente un abuso de poder al ser ciega e intolerante con los tiempos y ritmos pausados de nuestras experiencias y nuestros cuerpos. El imperialismo de los tiempos acelerados no se corresponde con los tiempos y ritmos plurales de la materia y la vida. El dominio de las prisas y de la rapidez ha reducido nuestras posibilidades de tener una conexión y comprensión visual, temporal, sensitiva, reflexiva y afectiva con los lugares y valores urbanos.
Así, es hoy difícil adquirir la experiencia y el aprendizaje parsimonioso que dan sentido e identidad a los espacios comunitarios e históricos de la ciudad. Con distancias más largas y velocidades más altas, prácticamente todo (la arquitectura, los edificios, los árboles, las plazas, las calles, la agricultura periurbana, los objetos de consumo) tiende a trivializarse y a padecer la desconexión natural y la insignificancia social. Todo el medio urbano parece estar llamado a convertirse en un no lugar y en un lugar de paso, efímero y mudo en sus posibilidades sociales de reconocimiento, estima y diversidad creativa.
Las zonas históricas y rurales de la ciudad que se mueven con otros significados y con pasos más lentos, son las que sin apenas capacidad de resistencia acaban siendo marginadas y deterioradas. La aceleración y las largas distancias fomentan un universo de insignificancia social lleno de extraños y de miedo. En cambio, la proximidad corporal y sensorial ayudan en la construcción del sentido y las subjetividades conectadas y responsables con la propia ciudad.
La parsimonia de los ritmos lentos y las distancias cortas reivindica otro modelo de ciudad. La velocidad más pausada, las distancias más reducidas, la alta conectividad, eliminan las crueldades y las insignificancias que caracterizan la vida cotidiana de muchas personas y colectivos.
Enraizar las relaciones sociales cotidianas en los ritmos propios del lugar, del barrio y el medio ambiente urbano local y cercano, nos puede ayudar a orientarnos. Algunos grupos sociales como pueden ser l@s niñ@s, los mayores, muchas mujeres con trabajo centrado en la vida doméstica reclaman e inventan otros tiempos más lentos acordes con la pacificación urbana, lo que conllevaría menos destrucción de la habitabilidad ambiental, menos peligros, más sociabilidad y enriquecimiento cultural, y un mayor bienestar y disfrute de la vida.
La necesidad de respeto y de tolerancia ecológica nos exige pasar del fast food al slow food como forma alternativa de vida ciudadana que incorpora otra valoración de los diversos tiempos de nuestra experiencia.
De los "no-lugares"
a la ciudad sentida y con sentido
Muchas ciudades se han lanzado a la competitividad y a la construcción inacabable de más y más "no-lugares" homogenizados y carentes del sentido para la apropiación identitaria de los urbanitas. Son ideados como emblemas de modernidad que convierten en arcaicos y desechables los lugares históricos, renegando de sus hábitos culturales y de su propia historia retratada en las piedras y trazados de la ciudad antigua. En el monocultivo uniformado de los espacios comerciales, residenciales o de ocio, difícilmente se puede crear identidades singulares y convivencia ciudadana cuando sobre todo se ofrecen experiencias de soledad y similitud anodina. Parece que desde la mentalidad de políticos y técnicos se proyecta la ciudad como si fuera una variación más de las terminales de los aeropuertos, de las estaciones de trenes o de los parques temáticos.
Las políticas del neo-desarrollismo urbanizador impulsan el edificio Prima-dona alimentando una continuada sustitución y eliminación de los lugares urbanos significativos y multi-funcionales que fomentan una variedad de usos sociales interconectados y de relaciones sinfónicas capaces de establecer continuidad e identidad en lo diverso: conectando las dos orillas incomunicadas de lo social y lo natural.
Hoy, este estilo monumental y heroico en sus dimensiones físicas y simbólicas constituye un lujo despótico propio de faraones. Carece de posibilidades para hacer puentes y reconocimiento entre las identidades sociales y el medio físico-natural. Actúan como pozos negros y heridas incisivas en la ciudad con muchas variedades en sus formas urbanas, que demandan todo tipo de recursos públicos. Este urbanismo de desprecio basado en la cirugía del edificio singular es incapaz de facilitar cosmovisiones de arraigo y aprecio con el conjunto de la ciudad. Su fuerza simbólica está en la desconexión y pérdida de contacto con la urdimbre material y social de la ciudad, y con las posibilidades creativas de bienestar que nos ofrece la vida urbana.
Las relaciones urbanas de encuentro, reconocimiento y memoria son sepultadas bajo la voracidad de los grandes espacios monofuncionales y de los bloques asépticos y monocromáticos. Hoy, por muchas ciudades grandes emergen idénticos engendros arquitectónicos de carácter autoritario que obvian y maltratan sus contextos sociales y naturales. El gigantismo de los centros comerciales acampa por las afueras urbanas expandiendo desiertos de aparcamientos y de densa movilidad motorizada. Es la repetición monocorde de los mismos carteles luminosos de las tiendas de franquicias, de las oficinas que escupen a sus usuarios intermitentemente a horas fijas y los dirigen a las idénticas carreteras, túneles y autopistas urbanas que empobrecen imperativamente nuestra experiencia y vida cotidiana.
La preservación del patrimonio urbano cultural y natural, la mezcla de actividades variadas y la delicada mejora, paso a paso, del tejido ambiental urbanístico existente (donde la gran mayoría de los edificios deberían ser dignos miembros del coro en lugar de tener un único protagonista o edificio de autor) son algunos requisitos para la cohesión social y la sustentabilidad. Los valores y servicios ambientales suelen ser perceptibles social y culturalmente cuando son contextualizados y localizados en un marco de relaciones con sentido y utilidad para sus habitantes. Las políticas a favor de la vida y la ciudadanía evitan los sobre-consumos destructivos y socialmente estratificadores, y van en detrimento de lo pesado, lo compartimentado y lo homogéneo como normas de diseño y ordenación urbana. Significará huir de los confinamientos de todo tipo construidos a base de cemento, asfalto y largas distancias. El urbanismo ha de rechazar el totalitarismo de lo económico. No sólo ha de ser funcional y contemplativo, también ha de posibilitar la expansión de las posibilidades de bienestar, memoria y religación social.
Los políticos y planificadores urbanos habrían de comprender que junto al diseño y la ordenación urbana se traman posibilidades socializadoras y de reapropiación subjetiva por parte de las personas y grupos. El suelo de una ciudad no es un papel en blanco donde se trazan unas líneas formales y espacios inertes, sino que en ella pervive una trama vital ciudadana que respira y es el hogar de múltiples culturas humanas complejas y sensibles.
De la invisibilidad de los procesos vivos
al paisaje urbano complejo
Los problemas ecológicos suelen ser invisibles al ojo del urbanita. Cuando las patologías de salud ecológica suben a la superficie después de estar un tiempo inmanentes e incubadas, a menudo se llega tarde. Ante la amplitud e irreversibilidad de los daños resulta imposible hacerles frente de forma eficaz. Las ciudades con más "éxito" e incluso, las más "limpias y aseadas" pueden serlo sólo en apariencia, porque ocultan sus patios traseros. Externalizan sus indecentes residuos destructivos que vierten sobre Otros. Los pequeños pueblos, el mundo rural, otros países y ecosistemas próximos y lejanos son las víctimas de las políticas urbanas dominantes. Como consecuencia los peligros ecológicos siguen creciendo y acechando aunque no se vean, ni se huelan, ni se sientan inmediatamente.
En una vida urbana frenética orientada a aumentar las distancias se acaban invisibilizando los flujos y conectividades propias y singulares de los metabolismos vitales que nos unen al resto del mundo material. Se esconden los pausados ciclos de la naturaleza y su regeneración cíclica. ¿A donde va el agua y la basura ¿ ¿De donde provienes los vegetales y alimentos? ¿Qué hay debajo de la calle y del asfalto? ¿Qué efectos tienen los humos de los coches y sus miles de elementos químicos tóxicos?
Lo que no se ve directamente puede que sí exista. Esta máxima implica una sencilla sabiduría ambiental. Quizás necesitemos crear unas historias sociales y culturales para poder marcar con señales y ritos inteligibles el paso vivo del mundo biofísico que comparte nuestra casa urbana. Puede que tengamos que indagar y aprender relacionarnos con la huella vital invisible que palpita y se adhiere a nuestros intercambios cotidianos, a las mercancías y a nuestras compras, a los deshechos y al paisaje urbano, a las huertas y campos de las afueras urbanas, a los acuíferos que corren bajo nuestros pies, al aire que respiramos.
Necesitamos nuevas políticas culturales a favor de conexión ambiental y la sustentabilidad para dar forma y nombres con los que representar inteligible y plásticamente el continente de flujos naturales y de servicios valiosos que nos ofrecen.
Del monocultivo
a la multiculturalidad ecológica
Cómo podrían ser las ciudades sustentables? …
Quizás podríamos pensar en una ciudad que aceptara la reducción de uso de recursos naturales como el marco de toda acción, motivación y sentido.
¿Pero como se puede concretar esta propuesta? ¿Porqué van a querer las personas y grupos limitarse en su alegre fiesta devoradora de suelo, agua y otros recursos ambientales valiosos y escasos?
¿Cómo se puede crear una nueva cultura ciudadana basada en la eficiencia, la moderación y la suficiencia ecológicas?
Hay una multitud de respuestas posibles para crear culturas urbanas sostenibles en sociedades complejas y multi-estructuradas. En nuestras ciudades, al igual que ocurre en la condición humana y natural, la diversidad y la singularidad son una fuente de abundancia y de riqueza constituyente e inevitable. No existe un punto único con capacidad totalizadora para la observación y la acción desde el cual se pudiera ver o determinar a toda la sociedad en su conjunto. No hay ni es democráticamente deseable un único centro de control institucional desde donde se pueda programar e intensificar los cambios profundos que necesitamos.
La política verde carecerá de eficacia y de aceptación social si no conlleva un proyecto cultural de sentido alternativo que favorezca una diversidad de estrategias y la construcción de nuevas subjetividades de religación con nuestras posibilidades y nuestro lugar en la naturaleza y en el cosmos.
Las verdaderas transformaciones sociales son moleculares y suceden diversamente cuando muchas personas establecen distintas prioridades en sus relaciones y en los campos sociales grandes y pequeños en los que actúan, estableciendo así nuevas rutinas y pautas de acción a pesar de los conflictos y contratiempos que surjan.
El multiculturalismo sostenible de nuestras ciudades aunque embrionario, es emergente y proteico. Puede tomar auténtico cuerpo con la potenciación social e institucional de iniciativas variadas a favor de nuevas éticas y estéticas de suficiencia ecológica que desarrollen formas de cuidado y estima alternativas y antagónicas al monocultivo cultural del la ideología maquinística. Estas nuevas energías sociales ya están presentes como semillas vivificadoras en muchas y diversas iniciativas individuales y colectivas que como luciérnagas nos pueden iluminar el camino.
De las limitaciones ecológicas
a las oportunidades de buena vida
Reconocemos que la tarea de soñar un estado de cuidado y renovación material óptimo es difícil y nos enfrenta a la no erradicable incertidumbre y complejidad de cualquier ideal político, urbanístico o tecnológico. Pero, la agenda verde y sus ideas pueden tener éxito y reconocimiento social aunque apuesten por la suficiencia y la moderación de la voracidad faústica de nuestras ciudades.
Las metas de la sustentabilidad asumen un saber más genuino sobre el mundo real y sobre nuestros campos sociales de experiencia. Sus ideas verdes son opuestas a la trivialidad y falsedad de los imperativos economicistas y de las nociones al uso de expertos y tecnócratas. Constituyen un saber más profundo y genuino sobre lo real, al tiempo que conforman nuevos campos culturales y se sentido que alumbran y comprenden mejor nuestra condición y experiencias. El pensamiento ecológico nos ayuda en la deliberación sobre el mejor camino y sobre las verdades útiles, pero sin olvidar nuestra inevitable participación en un orden cósmico y natural.
La ecología tiene la capacidad de revelación de nuestro lugar en el cosmos al recordar que la materia viva tiene un lugar central en nuestras formas de vida, y no es reducible a un mero recurso o producto a manipular o convertir en artefactos y objetos. No hay autonomía ni desconexión posible de las máquinas y objetos de consumo que fabricamos, por lo que nuestra responsabilidad y moral práctica habrá de tener en cuenta este gran continente vivo y negado, junto a las metáforas y discursos productivistas que lo impulsan. El fascinante modelo mecanicista de acción y ordenación de nuestras vidas y ciudades constituye una potente ideología que se autopropulsa, aunque carece de posibilidades da manifestar los rasgos centrales de nuestra condición humana en el mundo. Su poder de manipulación y engaño es tan grande como su poder de negación y obstrucción de posibilidades creativas y de otras formas de vida ciudadana.
Las aparentes limitaciones de la condición ambiental y la precaución que ha de incorporar toda política sustentable, son en realidad nuevas oportunidades para crear una mejor y sana vida. Es posible apostar por una ética ecológica junto a una estética a favor del placer y disfrute de la vida. Una estética que incorpore una manera nueva de organizar nuestras experiencias con el mundo construido de la ciudad alejándonos de las formas heroicas y guerreras. Una vida urbana realizada desde valores a favor de la vida y la búsqueda del bienestar, y basada en la convivencia y religación con el mundo sensible y con las necesidades de conexión emocional que habitan en nuestros cuerpos y en el cuerpo de la ciudad.
Los valores y prácticas ambientales pueden responder a valores sociales atractivos y buscados, como son los identificados con la salud y el disfrute, el placer, y la mejora social individual y colectiva. Buena vida y vida buena pueden ir juntas. La buena comida, la calle pacificada y sugerente, la conversación, el paseo, y el encuentro inesperado pueden guiarnos en esta búsqueda cotidiana. Los mercados pueden ofrecer una comida más variada, fresca y local, que además de ser más nutritiva y sana para los consumidores también es más justa con los productores. Unas calles más lentas, cómodas, seguras y sociables son más apreciadas por los urbanitas. Unos entornos urbanos esmeradamente cuidados y respetados en su singularidad y en sus valores rurales y ambientales pueden enganchar mejor con nuestras necesidades vitales..
Es posible hacer florecer una vida urbana vibrante y más enriquecida. Pero las cifras y las estadísticas sólo hasta cierto punto pueden ayudar al cambio. Los números no mueven corazones. No es muy probable que unos objetivos fundamentados exclusivamente en la reducción del consumo de recursos levanten mucho entusiasmo entre la gente. ¿Qué tipo de placer puede derivarse de los números y las estadísticas?
Numerosos aspectos sorprendentes de la naturaleza están en constante comunicación y diálogo con nuestras vidas, y no se dejan atrapar en cifras ni en datos objetivos. Son los sonidos, los colores, los olores, los sabores, los deseos se quedan fuera de los números y de los fríos datos producidos por los técnicos y economistas del maldesarrollo.
Además, sólo cuando las mutaciones ecológicas se comprenden como un proceso histórico y cultural que tiene que ver con nuestros deseos y necesidades más intimas, se puede comenzar a encontrar salidas para nuestras sociedades ahogadas en la crisis del sobre-consumo. Así, mediante el instrumento cultural podemos convertir las metas cuantitativas de la sustentabilidad en objetivos cualitativos deseables y buscados por la mayoría de las personas.
Porqué sólo un movimiento social con alma y enraizado en cada lugar significativo incitará las mutaciones urbanas necesarias y urgentes. Hay que inventar nuevos cursos de acción verde y de cambio cultural en todos los sectores de la vida política, ciudadana, académica y económica. Es preciso comenzar a hablar de una nueva ética urbana pero también acompañada de una nueva estética del disfrute y la buena vida que pueda convivir con la suficiencia, precaución, responsabilidad, justicia, la protección y el cuidado.
También una estética a favor de la calidad local es necesariamente parte del desarrollo rural y urbano hacia la sustentabilidad. Nuevas experiencias basadas en una economía y bienestar verde, y enraizadas en el lugar, pueden apostar por la durabilidad regenerativa de objetos y territorios. Significaría optar por la preservación y el cuidado de ecosistemas y de variedades vegetales y animales locales, de los productos naturales y de las actividades artesanales, de una nueva economía y desarrollo local ajustado y respetuoso con la exigencia ambiental. Es posible avanzar hacia nuevas economías sociales y naturales basadas en la recuperación y la renovación mediante actividades culturales creativas que operen bajo los criterios prácticos verdes de reutilización y reparación.
Las personas se mueven por razones, pero también por gusto y goce. La sustentabilidad urbana debe motivar la mente y favorecer la autoreflexividad, pero también debe favorecer el flujo de nuestros sentidos y sensibilidad. Seguramente, con buenas dosis de imaginación podemos convertir la necesidad en valores apreciados, y convertir los limites en múltiples puertas a la buena vida común.
Una nueva urbanidad ecológica para nuestros pueblos y ciudades ha de cuestionar algunas de las premisas básicas de nuestro modelo urbano basado en la voracidad y la desconexión con el mundo natural y con el planeta interior que palpita en nuestras urbes. Es decir, algo que es tan compulsivamente seductor como insostenible. Esta necesaria ecología urbana nos sugiere las muchas posibilidades prácticas que darían un viraje profundo a nuestras culturas ciudadanas en la dirección de un futuro más vivo, verde y solidario.

Mara Cabrejas
Mara.cabrejas@uv.es

DIA SIN COMPRAS: 26 DE NOVIEMBRE

DIA SIN COMPRAS: 26 DE NOVIEMBRE Ecologistas en Acción

El Día sin Compra no es una revolución, pero sí es uno de esos espacios en
los que la ciudadanía busca un hueco para expresar su rabia.

A medida que se aproximan las fiestas navideñas, el comercio, y los medios
de comunicación, lanzan sobre los ciudadanos la consabida ofensiva
consistente en repetir, hasta la saciedad, mensajes de paz, de amor, y,
sobre todo, de consumo. A nuestras obligaciones de ser felices, bondadosos,
solidarios, entrañable-mente familiares, alegres y divertidos, se une la más
sagrada de todas, la de comprar

PARA LEER MAS