Después de ellos, el diluvio
JOSé RAMóN CARRILLO RODRíGUEZ
Los promotores responsables de la actual crisis mundial, esos multimillonarios que todo lo tienen y todo lo pueden, han logrado con su inconsciencia, llevar a la humanidad de forma perversa y malévola hacia un autentico horror, un horror medioambiental de consecuencias impredecibles, un horror económico que se sabe como empezó pero no como acabara, pero sobre todo un horror social, que ha hecho que la vida en nuestro planeta sea mucho mas desagradable de lo que por naturaleza debería de ser.
Sus trampas económicas arquitectónicas, su particular esquizofrenia somatizada por: las mentiras, la manipulación mediática de la información, la avaricia, la envidia, la codicia, el odio, la lujuria, y la soberbia, son los componentes para que este sistema capitalista se este viniendo abajo, derruido por una plaga de personajes poderosos que se han enriquecido hasta limites insospechados a expensas de los bienes comunes, pertenecientes a toda la raza humana.
Para llevar a cabo tales hazañas no han tenido nunca en cuenta los efectos que se producirían sobre el medio ambiente, ellos han seguido adelante con sus negocios aquí y allá, donde les ha dado la real gana, provocando la ruptura de culturas y sociedades, de gentes pacificas hasta su llegada.
Las empresas avaladas por gobiernos y hasta monarquías, que se han dedicado a la explotación de los recursos naturales, que los pobladores originarios de muchas partes del tercer mundo desconocían hasta entonces, han sembrado la injusticia social, en consecuencia la desigualdad y la pobreza, dejando en manos de unos pocos personajes locales una parte del botín, y sustrayendo la mayor parte para ellos.
Nuestro gobierno de Canarias no podía ser menos en esta particular forma de entender la vida y la interacción de los ecosistemas vivos de nuestro archipiélago, y ni corto ni perezoso se ha puesto a trabajar en lo que les interesa, inventándose una descata logacion de la biodiversidad dejando a centenares de especies desprotegidas, y que además va contra leyes de nuestro estado y la unión europea, aparte de ser una artimaña de una bajeza moral indescriptible.
Ya quisiéramos los ciudadanos que se diesen la misma prisa en poner en marcha la ley de dependencia, la sanidad publica, la educación o cualquier otro de los graves problemas que afectan a nuestra comunidad, pero no ellos están a lo suyo, a sacar adelante contra viento y marea cualquier macroproyecto que este basado en el piche, el bloque y el hormigón, con sus mágicas formulas para procurar las compras de tierras protegidas para convertirlas en desprotegidas, lo que ya se conoce en Canarias popularmente como el PRIMERO COMPRO HUERTAS DESPUES VENDO SOLARES.
Mientras estos desalmados favorecen los intereses privados de los empresarios que los acucian cada día para que no se pierda la inversión hecha en Granadilla, donde existen ya parcelados desde hace una década cuatro polígonos industriales, con sus correspondientes proyectos de naves para albergar todo tipo de negocios, gasificadoras, empresas del sector energético, municipios esperando poder especular con aridos y arenas para hacer playas artificiales, ante este panorama muchos catedráticos de la comunidad científica, tanto nacional como internacional se quedan perplejos ante la cruda realidad, y no dan rédito político a este parlamento.
Estas formulas absolutamente gangsteriles de hacer política que no están en sintonía con lo que una buena parte de la sociedad tinerfeña demanda, no son propias de la época de crisis en la que vivimos, pues son precisamente este tipo de formulas las que han llevado al sistema a la actual situación de crisis, algunos parece ser que lo obvian y no lo quieren ver, están cegados y los compromisos priman.
Ningún gobierno elegido para cuatro años, esta legitimado para destruir aquello que la naturaleza ha tardado millones de años en construir, que además es patrimonio de la humanidad, como es la biodiversidad de nuestros ecosistemas y debemos responsablemente de conservarlos para la calidad de vida de las especies en el futuro, sobre todo para nuestros descendientes, pero sin menosprecio a ninguna otra especie, pues todas son vitales para el soporte de la vida.
Yo no puedo entender como se puede estar hablando de valores familiares, en esta época aquí en Canarias, cuando vemos que se trata de dividir a la sociedad irresponsablemente, creando a sabiendas un clima hostil, para salirse con otra de las suyas, enfrentando a los del inconsciente desconocimiento con los del consciente conocimiento científico legitimado académicamente.
Si tuviéramos unos políticos responsables, lo que estarían haciendo seria buscar el modo para mantener unida a esta sociedad , una sociedad que sufre una tensión cada día mayor por que no se pueden adaptar al modelo de vida que les hicieron ver y creer, para luego arrebatárselos de un día para otro, y que sigan siendo ten poco imaginativos y desaprensivos, para estar promulgando constantemente por ahí que la culpa de esto es de los ecologistas y los del no a todo, cuando ellos saben muy bien quienes son los verdaderos culpables de este descalabro.
En su particular huida hacia delante, a sabiendas de que todo apunta a la sin razón, cabalgan hacia la destrucción de nuestros mas preciados parajes naturales, sin importarles otra cosa que sus ansiados objetivos de COMPLASENCIA, de aquellos con los que verdaderamente se han comprometido políticamente, con su particular lema que pare ser no es otro que” DESPUES DE NOSOTROS, EL DILUVIO”.
Esperemos que la justicia sea ágil y objetiva, y que no permita el comienzo de esas obras hasta que no se aclaren las cosas, pues mucho nos tememos que se opte una vez mas, por las políticas de hechos consumados ya que este es un proyecto de carácter irreversible, donde habría que aplicar el principio de precaución, no autorizando el comienzo de las obras hasta que el Estado Español y Europa se pronuncien definitivamente, por lo que esta en juego no son los interese de la clase política, ni tampoco los de la parte empresarial, lo que realmente esta en juego con acciones como la que ha llevado a cabo el parlamento de Canarias, es el futuro de nuestro planeta y en consecuencia el nuestro propio.
Sus trampas económicas arquitectónicas, su particular esquizofrenia somatizada por: las mentiras, la manipulación mediática de la información, la avaricia, la envidia, la codicia, el odio, la lujuria, y la soberbia, son los componentes para que este sistema capitalista se este viniendo abajo, derruido por una plaga de personajes poderosos que se han enriquecido hasta limites insospechados a expensas de los bienes comunes, pertenecientes a toda la raza humana.
Para llevar a cabo tales hazañas no han tenido nunca en cuenta los efectos que se producirían sobre el medio ambiente, ellos han seguido adelante con sus negocios aquí y allá, donde les ha dado la real gana, provocando la ruptura de culturas y sociedades, de gentes pacificas hasta su llegada.
Las empresas avaladas por gobiernos y hasta monarquías, que se han dedicado a la explotación de los recursos naturales, que los pobladores originarios de muchas partes del tercer mundo desconocían hasta entonces, han sembrado la injusticia social, en consecuencia la desigualdad y la pobreza, dejando en manos de unos pocos personajes locales una parte del botín, y sustrayendo la mayor parte para ellos.
Nuestro gobierno de Canarias no podía ser menos en esta particular forma de entender la vida y la interacción de los ecosistemas vivos de nuestro archipiélago, y ni corto ni perezoso se ha puesto a trabajar en lo que les interesa, inventándose una descata logacion de la biodiversidad dejando a centenares de especies desprotegidas, y que además va contra leyes de nuestro estado y la unión europea, aparte de ser una artimaña de una bajeza moral indescriptible.
Ya quisiéramos los ciudadanos que se diesen la misma prisa en poner en marcha la ley de dependencia, la sanidad publica, la educación o cualquier otro de los graves problemas que afectan a nuestra comunidad, pero no ellos están a lo suyo, a sacar adelante contra viento y marea cualquier macroproyecto que este basado en el piche, el bloque y el hormigón, con sus mágicas formulas para procurar las compras de tierras protegidas para convertirlas en desprotegidas, lo que ya se conoce en Canarias popularmente como el PRIMERO COMPRO HUERTAS DESPUES VENDO SOLARES.
Mientras estos desalmados favorecen los intereses privados de los empresarios que los acucian cada día para que no se pierda la inversión hecha en Granadilla, donde existen ya parcelados desde hace una década cuatro polígonos industriales, con sus correspondientes proyectos de naves para albergar todo tipo de negocios, gasificadoras, empresas del sector energético, municipios esperando poder especular con aridos y arenas para hacer playas artificiales, ante este panorama muchos catedráticos de la comunidad científica, tanto nacional como internacional se quedan perplejos ante la cruda realidad, y no dan rédito político a este parlamento.
Estas formulas absolutamente gangsteriles de hacer política que no están en sintonía con lo que una buena parte de la sociedad tinerfeña demanda, no son propias de la época de crisis en la que vivimos, pues son precisamente este tipo de formulas las que han llevado al sistema a la actual situación de crisis, algunos parece ser que lo obvian y no lo quieren ver, están cegados y los compromisos priman.
Ningún gobierno elegido para cuatro años, esta legitimado para destruir aquello que la naturaleza ha tardado millones de años en construir, que además es patrimonio de la humanidad, como es la biodiversidad de nuestros ecosistemas y debemos responsablemente de conservarlos para la calidad de vida de las especies en el futuro, sobre todo para nuestros descendientes, pero sin menosprecio a ninguna otra especie, pues todas son vitales para el soporte de la vida.
Yo no puedo entender como se puede estar hablando de valores familiares, en esta época aquí en Canarias, cuando vemos que se trata de dividir a la sociedad irresponsablemente, creando a sabiendas un clima hostil, para salirse con otra de las suyas, enfrentando a los del inconsciente desconocimiento con los del consciente conocimiento científico legitimado académicamente.
Si tuviéramos unos políticos responsables, lo que estarían haciendo seria buscar el modo para mantener unida a esta sociedad , una sociedad que sufre una tensión cada día mayor por que no se pueden adaptar al modelo de vida que les hicieron ver y creer, para luego arrebatárselos de un día para otro, y que sigan siendo ten poco imaginativos y desaprensivos, para estar promulgando constantemente por ahí que la culpa de esto es de los ecologistas y los del no a todo, cuando ellos saben muy bien quienes son los verdaderos culpables de este descalabro.
En su particular huida hacia delante, a sabiendas de que todo apunta a la sin razón, cabalgan hacia la destrucción de nuestros mas preciados parajes naturales, sin importarles otra cosa que sus ansiados objetivos de COMPLASENCIA, de aquellos con los que verdaderamente se han comprometido políticamente, con su particular lema que pare ser no es otro que” DESPUES DE NOSOTROS, EL DILUVIO”.
Esperemos que la justicia sea ágil y objetiva, y que no permita el comienzo de esas obras hasta que no se aclaren las cosas, pues mucho nos tememos que se opte una vez mas, por las políticas de hechos consumados ya que este es un proyecto de carácter irreversible, donde habría que aplicar el principio de precaución, no autorizando el comienzo de las obras hasta que el Estado Español y Europa se pronuncien definitivamente, por lo que esta en juego no son los interese de la clase política, ni tampoco los de la parte empresarial, lo que realmente esta en juego con acciones como la que ha llevado a cabo el parlamento de Canarias, es el futuro de nuestro planeta y en consecuencia el nuestro propio.
1 comentario
un respeto -
antes de hablar de dignidad y respeto de los que tienen o dejan de tener dinero lo mas imporante es el respeto a las personas y tu ni si quiera lo has tenido nunca a tu familia gilipoyas engreido y despota enganchado a lo que nunca seras porque nunca has hecho nada para merecerlo.