ARTICULO DE OPINIÓN
Domingo Afonso Martín, Ingeniero Agrónomo y miembro del Partido Verde Canario.
En este artículo de opinión se plantea la llegada de Antonio Morales a la Presidencia del Cabildo de Gran Canaria como una oportunidad histórica para dar un salto cualitativo hacia la soberanía alimentaria y en la generación de empleo rural.
La nueva correlación de fuerzas políticas presentes en la Corporación del Cabildo de Gran Canaria, y de manera especifica la Presidencia de Antonio Morales, constituye una oportunidad histórica para que nuestra isla de un salto cualitativo hacia la soberanía alimentaria y hacia la generación de empleo rural, contribuyendo de este modo a preservar el medioambiente y el paisaje característico de nuestra isla.
Esa recuperación debería basarse, en mi opinión, en la agricultura ecológica, pues es una evidencia científica que el excesivo uso de productos fitosanitarios y abonos de síntesis ha provocado la contaminación de los acuíferos por nitratos y unos efectos considerables sobre la salud de la población.
Nuestra lejanía del continente europeo, el hecho insular y la estructura de la propiedad añaden dificultades a la hora de planificar una reconversión del sector. Además existen otros factores limitantes, como la carestía del agua y la creciente mala calidad de las aguas subterráneas y por desgracia la industrialización y la transformación de productos agrícolas en Gran Canaria no están realmente desarrolladas.
Partimos de una ganadería desmantelada y absolutamente dependiente de las importaciones de piensos y de animales de razas seleccionadas. Nuestro grado de autoabastecimiento en carne ha disminuido de un 29 % en el año 1992 (entra el vigor el REA) a menos del 10% en la actualidad.
Por todo ello la futura Corporación de Gobierno debería apostar por una estrategia de diversificación de la producción agrícola y ganadera que permita también potenciar la industria agroalimentaria para dar salida a productos transformados.
Ante la crisis absoluta del tomate urge buscar nuevas oportunidades para la agricultura de exportación y este sentido han surgido nuevas producciones agrícolas que se dan bien en nuestra isla y tienen un gran mercado potencial en Europa (frutas tropicales ecológicas, hierbas culinarias, aloe, la stevia, la moringa o las plantas medicinales autóctonas).
La reforma ecológica de la agricultura tiene que ser el eje central de una nueva política agrícola insular, pues contribuirá a la generación de nuevos empleos, reducirá el uso abusivo de fitosanitarios, permitiría la diversificación de la producción, y el fortalecimiento de nuevos mercados, evitando una menor dependencia de las subvenciones a los productos de exportación.
Además de la producción de alimentos, hay un nuevo potencial de nuevos ingresos para las actividades agrícolas que emplean métodos compatibles con la protección ambiental. En el futuro, las energías renovables, la energía eólica, el biogás, el turismo rural, la conservación paisajística, las repoblaciones forestales con especies autóctonas y la conservación de la naturaleza pueden y deben llegar a ser una fuente importante de ingresos para las zonas rurales.
Es imprescindible ligar las políticas agrícolas y de protección ambiental, en beneficio mutuo, proporcionando mayor protección a los usos agrícolas, y manteniendo las posibilidades de empleo en el sector agrícola.
La apuesta insular debería ser por una reconversión progresiva y total del sector agrícola y ganadero a la producción ecológica, para los cual proponen el fomento del consumo de este tipo de productos en comedores escolares, hospitales, centros de la tercera edad y establecimientos turísticos.
El Cabildo debe apoyar económicamente la reconversión ecológica progresivo, a la diversificación de los productos de exportación, a la agroindustria, especialmente en la línea de producción de elaborados ecológicos y la potenciar los mercados reales y virtuales para la comercialización de dichas producciones.
La fracción orgánica de la basura debe ser recogida selectivamente para servir como materia prima para la elaboración del compost, tan necesario para mantener la fertilidad de nuestros suelos. Esta visión choca con los el Plan Territorial Especial de Residuos de la isla que prevé una planta para incinerar en el Salto del Negro 368.550 toneladas al año, que el 52,65% de los residuos urbanos asimilables que se producen anualmente en la isla. Con un Plan de recogida selectiva de la fracción orgánica de las basuras generadas en la isla se podrían generar cientos de puestos de trabajo y miles de toneladas de compost para la agricultura.
Las propiedades del Cabildo de Gran Canaria son inmensas, posee más de mil fincas y más de 17.000 has de monte público y miles de hectáreas de terrenos agrícolas abandonados.
El Cabildo debe poner sus enormes extensiones de tierras abandonadas a producir, trabajar para que el agua llegue a precios razonables a los agricultores, poner en marcha la fábrica de piensos de Los Corralillos que se oxida sin uso conocido y producir compost de calidad para los agricultores.
Podríamos seguir el ejemplo del Cabildo de El Hierro que parceló su finca de Frontera para cederlas a jóvenes agricultores para su cultivo biológico, ligando las producciones mediante contrato con Mercahierro. De esta manera se podrían general a corto plazo miles de empleos utilizando las mejores fincas abandonadas del Cabildo.
Con las inmensas propiedades forestales se podría desarrollar un importante proyecto de ganaría ecológica, introduciendo en nuestros abandonados montes animales de razas autóctonas destinados a recuperar las mermadas producciones ganaderas y prevenir, de esta manera, los incendios forestales que periódicamente arrasan nuestro patrimonio forestal.
Hay que potenciar la formación y el asesoramiento potenciando la Granja Experimental del Cabildo y el asesoramiento con técnicos preparados, que los hay, desde la Red de Agencias de Extensión Agraria y las Agencias de Desarrollo Local.
Es fundamental que la Agricultura deje de ser “La María” de los políticos en nuestra islas y se pase al ser uno de los ejes básicos de las políticas de empleo.
Por lo tanto contamos con la base para consensuar un gran proyecto de recuperación del empleo agrícola y de la soberanía alimentaria en Gran Canaria y por suerte contamos con un futuro Presidente del Cabildo que se ha caracterizado por un trabajo de gestión municipal ejemplar en las ultimas décadas y por su sensibilidad por el sector agrícola y el medioambiente. También es cierto que le van a rodear “tiburones” interesados en seguir haciendo negocios con proyectos faraónicos, por lo que es fundamental la presión de la ciudadanía para que las decisiones de la nueva corporación cabildicia vayan en el buen camino.
Gran Canaria a 2 de junio de 2015
