ANTENAS TELEFÓNICAS Y SALUD
ANTENAS TELEFÓNICAS Y SALUD
Canarias7 - 14/11/2005
Dr. Juan de la Bárcena Jaubert
Ante la noticia de la colocación de tres nuevos repetidores de telefonía móvil en la calle de Rafael Cabrera, no me queda otra solución que denunciar la irresponsabilidad de quienes dan esas licencias teniendo en la actualidad la suficiente información médica que asegura que estas ondas de baja frecuencia afectan a la salud. El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria no cumple con el principio de precaución ni con los artículos 43 y 45 de nuestra Carta Magna lo que demuestra una falta de interés por la salud de los ciudadanos ya que con esta respuesta toman la postura de situarse al lado de las grandes compañías que perjudican nuestra salud con la utilización indiscriminada de antenas. Se intentan camuflar situándolas a nivel de la calle con los mas originales y fraudulentos disfraces, sirva como ejemplo la situada en Menorca que imita a un árbol, se les denomina Pico Antenas.
La astucia de las componías llevan al ciudadano al desconcierto, ya que mientras unos con intereses claros pregonan que no existe daño para la salud, innumerables científicos, afortunadamente con total independencia, hacen publicaciones en revista científicas, llevan a las reuniones y congresos los resultados de sus estudios e insisten que con las investigaciones ya publicadas se tiene que aplicar como mínimo el principio de precaución debido a que el síndrome de microondas queda totalmente demostrado para miles de médicos que denuncian el padecimiento crónico de muchos enfermos sometidos a las ondas magnéticas. Para los que quieran más información, un articulo de la revista DSALUD ofrece una visión clara de este problema (consultar www.dsalud.com).
Con todos estos informes lo que queremos es que las antenas dejen de ser una amenaza y que dejen de entrar las ondas sin control en nuestras casa. Tenemos derechos a unos espacios libres de antenas y para ello se debería seguir ejemplos como los de los ayuntamientos de Moya, Gáldar, Arico, La Laguna... En Mendoza, Argentina, sitúan estas antenas a 5 kilómetros de la primera casa habitada.
Ya advertí que el 7 de julio se dio en el CICCA una visión claramente partidista a todos los ayuntamientos para de esta forma tener un motivo de libertad para la colocación de repetidores como los que denuncio.
Hago un llamamiento a todos esos responsables para que no sigan por este camino de agresión injustificada ya que está más que demostrado cómo afecta a nuestra salud y que razón tenía el ministro alemán de comunicaciones, cuando afirma que las acaloradas discusiones acerca de la energía nuclear es posible que nos parezcan una suave brisa en comparación con lo que va a representar el tema de las redes de repetidores de telefonía móvil.
Mi reconocimiento y gratitud a todos los científicos del mundo y, en especial a los españoles quienes a pesar de las presiones a las que han sido sometidos se han mantenido firmes por el bien de la humanidad. Destacando a algunos de ellos como el grupo del doctor Gómez, científico del Hospital La Fe de Valencia y a los integrantes del estudio Reflex que nos han enseñado mucho, incluso ante el poder tan grande con el que se esta luchando, lo que ha llevado a Frank Adkoffer a decir que los políticos, al retirar la financiación europea, son unos irresponsables.
Igual reconocimiento a los mas de mil médicos que se han adherido al llamamiento de Friburgo en el que se puede leer: «En los últimos años observamos entre nuestros pacientes un dramático aumento de enfermedades graves y crónicas» (aquí se incluye un listado de las distintas enfermedades entre la que se citan, por ejemplo, infartos, cáncer enfermedades cerebrales degenerativas, inmunodeficiencias, insomnio o cansancio crónico). Y vemos con frecuencia una relación temporal y espacial entre la aparición de estas dolencias y el comienzo de una irradiación por microondas que se presenta de distintas formas: instalación de antena de telefonía móvil en las proximidades de los pacientes o uso intensivo de teléfonos móviles, adquisición de un teléfono inalámbrico para usarlo en casa o en la vecindad.
A los médicos no les cabe duda: «Ya no podemos creer en una coincidencia puramente casual pues con demasiada frecuencia observamos una llamativa concentración de determinadas enfermedades en zonas o edificios irradiados con microondas; con demasiada frecuencia mejora la enfermedad o desaparecen dolencias que se prolongaban meses y anos poco tiempo después de reducir o eliminar la irradiación con microondas; se confirman nuestras observaciones con las mediciones de campos electromagnéticos realizadas in situ». Todo lo observado les lleva a concluir lo siguiente: «consideramos que la tecnología de telefonía móvil introducida en 1992 así como los teléfonos inalámbricos que se pueden comprar desde 1995 son unos de los desencadenantes esenciales de este fatal desarrollo». Y advierten: «Especialmente amenazadas se encuentran las embarazadas, los niños, los adolescentes y las personas mayores y enfermas».
Consideramos que el número creciente de enfermos crónicos son una consecuencia de la política irresponsable de fijación de limites que, en vez de proteger a la población de los efectos a corto y largo plazo, se somete a los dictados de una tecnología de cuya peligrosidad se tiene ya suficiente constancia. Ya no esperamos nada de nuevos e irreales resultados de la investigación que, según nos muestra la experiencia, están influenciadas reiteradamente por la industria mientras se ignoran estudios de fuerza probatoria. ¡Consideramos apremiante y necesario actuar ya!
Una vez más hago un llamamiento a la asociaciones de vecinos para que se unan como una piña y que defiendan algo tan importante como es la salud.
Op Opinión. Con todos estos informes lo que queremos es que las antenas n d dejen de ser una amenaza y que dejen de entrar las ondas sin control en nuestras casas
Juan de la Bárcena Jaubert
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