ALTERNATIVAS A LA PEATONALIZACIÓN DE VEGUETA: CALMADO DE TRAFICO
AUTORA: Amalia Bosch Benítez (Concejal verde en Santa Bríguida)
En días pasados, se ha conocido la intención del ayuntamiento de Las Palmas de peatonalizar las calles de López Botas, Mendizábal y otras en el barrio de Vegueta.
Es evidente que en el barrio de Vegueta se ha gestionado muy mal el patrimonio histórico y tremendamente mal el tema del tráfico, lo que ha conducido a la expulsión de los vecinos de Vegueta de sus casas.¿Por qué se van los vecinos de Vegueta? Algunos dirán que es una maldición vivir en una casa, cuyo mantenimiento supone un esfuerzo económico inviable. Otros dirán que sus casas no tienen garaje y que al peatonalizarlas se quedan sin transporte a pie de domicilio. Todos estos factores están contribuyendo a que Vegueta envejezca y la futura peatonalización convertirá este barrio en un monumento histórico, digno de contemplar pero en el que nadie querrá vivir.
¿Hay otras maneras de contribuir al disfrute de un casco histórico sin tener que peatonalizar? Sí. Vegueta precisa de un plan integral que contemple las necesidades de los vecinos y las del barrio, que deberían ser las mismas. Todo ello respetando el carácter histórico monumental del barrio. La peatonalización parece que no agrada a algunos vecinos, que desean llegar y aparcar el coche delante de sus casas. La solución que ha dado el ayuntamiento hasta la fecha es la construcción de aparcamientos subterráneos para los vecinos. Me aseguran los vecinos que ese aparcamiento lo quieren instalar en la mismísima Plaza de Santo Domingo. ¿Es deseable excavar un centro histórico para instalar un aparcamiento?
La polémica está servida, pero considero más interesante analizar las consecuencias. En la actualidad el acceso a Santo Domingo es estrecho y complicado pero los conductores lo usamos para entrar por el barrio por arriba para buscar donde aparcar. Al final nos topamos inevitablemente con la calle Reyes Católicos un claro ejemplo de lo que no se debe hacer con un casco histórico, pues esta vía recoge todo el tráfico interior de Vegueta más el de fuera. Se cruza por esta calle para salir del barrio en dirección a Las Palmas, bien hacia la autovía del centro o bien por la subida de San Juan hacia Tafira. Esta calle es un puro atasco, porque constituye un error meter un tráfico de circunvalación a través de un centro histórico.
Vegueta exige de nosotros un esfuerzo de planificación y de imaginación. Existen otras medidas que hacen compatible la vida normal de un ciudadano con la conservación de un casco histórico. Se llama “calmado de tráfico” y las políticas del PP en Madrid, van por ese camino. Incluso las inmobiliarias se han interesado en esta nueva política porque la peatonalización lejos de hacer subir el precio de los inmuebles los deprecia, porque se convierte en un impedimento para la vida normal de un ciudadano. Por eso, la nueva política de conciliación de tráfico y peatones, se llama “calmado de tráfico”. El ayuntamiento de Madrid las ha definido e incluido en su Plan General como “el conjunto de medias encaminadas a reducir la intensidad y velocidad de los vehículos hasta hacerlos plenamente compatibles con las actividades que se desarrollan en el viario sobre el que se aplica. La utilización de medidas de calmado de trafico tiene por objeto la mejora de la calidad de vida de las áreas residenciales, al reducir sustancialmente el número de accidentes, mejorar las condiciones ambientales del entorno y facilitar el uso en condiciones de seguridad de los espacios públicos”.
Cada barrio exige unas medidas específicas e individualizadas, porque cada realidad es distinta, pero la filosofía es común: recuperar la calle para los peatones, para el juego infantil sin expulsar del todo a los coches. ¿Cómo se hace? Hay técnicos y especialistas en la materia mucho más cualificados que yo, pero sucintamente podríamos decir que se trata de colocar impedimentos físicos al tráfico con el fin de dar prioridad al peatón o al juego infantil en las calles.
Si nos fijamos bien, en Vegueta el tráfico pesado y externo al barrio, se hace a través de una zona residencial: la calle Reyes Católicos y también Espíritu Santo, además de Dr. Chil y Naranjo. Son calles que soportan un tráfico intensísimo y no propio del barrio. Son errores de planificación que han ido matando la calidad de vida de un barrio de calle estrecha, porque tiene un viario del siglo XIX en el mejor de los casos, por no remontarnos más allá en el tiempo. Curiosamente, en el siglo XVI se diseñaban las vías con más sensatez que en nuestro siglo. Existe una calle en pleno centro histórico y peatonalizado, que ustedes recordarán, porque es una calle con mucha curva: Pasaje Pedro de Algaba. Esa vía se diseñó con curva para evitar que los caballos cogieran una velocidad de vértigo y atropellaran a los vecinos. Se trata de la primera medida de calmado de tráfico de la historia canaria….
En definitiva, cada barrio exigirá la implantación de unas medidas diferentes porque cada realidad es distinta; en unos habrá que instalar lomos elevados o badenes; en otros habrá que hacer desaparecer la estricta división entre calzada y acera; en otros habrá que plantar árboles o mobiliario urbano que impida la circulación en línea recta y en todos, sin excepción, habrá que reconducir el tráfico pesado y el externo para que no atraviese zonas residencial o histórica. Se ha hecho un circunvalación que ha llenado de asfalto y horribles viaductos nuestra isla, pero los coches siguen penetrando en Vegueta ahogando el barrio con total impunidad. Hoy se pretende peatonalizar, y se justificará con ello la construcción de nuevos aparcamientos en centro históricos, que llevarán una plazoleta encima pero sin árboles. Vegueta exige más mimo y más cuidado, la peatonalización no es la panacea tal vez haya que aplicar medidas de calmado de tráfico y consultar a los vecinos para estudiar sus necesidades, pero se trata de recuperar la calidad de vida de Vegueta y frenara el éxodo de vecinos hacia otros barrios capitalinos, porque en su barrio no hay quien viva: ni con tráfico, ni con peatonalización.
En días pasados, se ha conocido la intención del ayuntamiento de Las Palmas de peatonalizar las calles de López Botas, Mendizábal y otras en el barrio de Vegueta.
Es evidente que en el barrio de Vegueta se ha gestionado muy mal el patrimonio histórico y tremendamente mal el tema del tráfico, lo que ha conducido a la expulsión de los vecinos de Vegueta de sus casas.¿Por qué se van los vecinos de Vegueta? Algunos dirán que es una maldición vivir en una casa, cuyo mantenimiento supone un esfuerzo económico inviable. Otros dirán que sus casas no tienen garaje y que al peatonalizarlas se quedan sin transporte a pie de domicilio. Todos estos factores están contribuyendo a que Vegueta envejezca y la futura peatonalización convertirá este barrio en un monumento histórico, digno de contemplar pero en el que nadie querrá vivir.
¿Hay otras maneras de contribuir al disfrute de un casco histórico sin tener que peatonalizar? Sí. Vegueta precisa de un plan integral que contemple las necesidades de los vecinos y las del barrio, que deberían ser las mismas. Todo ello respetando el carácter histórico monumental del barrio. La peatonalización parece que no agrada a algunos vecinos, que desean llegar y aparcar el coche delante de sus casas. La solución que ha dado el ayuntamiento hasta la fecha es la construcción de aparcamientos subterráneos para los vecinos. Me aseguran los vecinos que ese aparcamiento lo quieren instalar en la mismísima Plaza de Santo Domingo. ¿Es deseable excavar un centro histórico para instalar un aparcamiento?
La polémica está servida, pero considero más interesante analizar las consecuencias. En la actualidad el acceso a Santo Domingo es estrecho y complicado pero los conductores lo usamos para entrar por el barrio por arriba para buscar donde aparcar. Al final nos topamos inevitablemente con la calle Reyes Católicos un claro ejemplo de lo que no se debe hacer con un casco histórico, pues esta vía recoge todo el tráfico interior de Vegueta más el de fuera. Se cruza por esta calle para salir del barrio en dirección a Las Palmas, bien hacia la autovía del centro o bien por la subida de San Juan hacia Tafira. Esta calle es un puro atasco, porque constituye un error meter un tráfico de circunvalación a través de un centro histórico.
Vegueta exige de nosotros un esfuerzo de planificación y de imaginación. Existen otras medidas que hacen compatible la vida normal de un ciudadano con la conservación de un casco histórico. Se llama “calmado de tráfico” y las políticas del PP en Madrid, van por ese camino. Incluso las inmobiliarias se han interesado en esta nueva política porque la peatonalización lejos de hacer subir el precio de los inmuebles los deprecia, porque se convierte en un impedimento para la vida normal de un ciudadano. Por eso, la nueva política de conciliación de tráfico y peatones, se llama “calmado de tráfico”. El ayuntamiento de Madrid las ha definido e incluido en su Plan General como “el conjunto de medias encaminadas a reducir la intensidad y velocidad de los vehículos hasta hacerlos plenamente compatibles con las actividades que se desarrollan en el viario sobre el que se aplica. La utilización de medidas de calmado de trafico tiene por objeto la mejora de la calidad de vida de las áreas residenciales, al reducir sustancialmente el número de accidentes, mejorar las condiciones ambientales del entorno y facilitar el uso en condiciones de seguridad de los espacios públicos”.
Cada barrio exige unas medidas específicas e individualizadas, porque cada realidad es distinta, pero la filosofía es común: recuperar la calle para los peatones, para el juego infantil sin expulsar del todo a los coches. ¿Cómo se hace? Hay técnicos y especialistas en la materia mucho más cualificados que yo, pero sucintamente podríamos decir que se trata de colocar impedimentos físicos al tráfico con el fin de dar prioridad al peatón o al juego infantil en las calles.
Si nos fijamos bien, en Vegueta el tráfico pesado y externo al barrio, se hace a través de una zona residencial: la calle Reyes Católicos y también Espíritu Santo, además de Dr. Chil y Naranjo. Son calles que soportan un tráfico intensísimo y no propio del barrio. Son errores de planificación que han ido matando la calidad de vida de un barrio de calle estrecha, porque tiene un viario del siglo XIX en el mejor de los casos, por no remontarnos más allá en el tiempo. Curiosamente, en el siglo XVI se diseñaban las vías con más sensatez que en nuestro siglo. Existe una calle en pleno centro histórico y peatonalizado, que ustedes recordarán, porque es una calle con mucha curva: Pasaje Pedro de Algaba. Esa vía se diseñó con curva para evitar que los caballos cogieran una velocidad de vértigo y atropellaran a los vecinos. Se trata de la primera medida de calmado de tráfico de la historia canaria….
En definitiva, cada barrio exigirá la implantación de unas medidas diferentes porque cada realidad es distinta; en unos habrá que instalar lomos elevados o badenes; en otros habrá que hacer desaparecer la estricta división entre calzada y acera; en otros habrá que plantar árboles o mobiliario urbano que impida la circulación en línea recta y en todos, sin excepción, habrá que reconducir el tráfico pesado y el externo para que no atraviese zonas residencial o histórica. Se ha hecho un circunvalación que ha llenado de asfalto y horribles viaductos nuestra isla, pero los coches siguen penetrando en Vegueta ahogando el barrio con total impunidad. Hoy se pretende peatonalizar, y se justificará con ello la construcción de nuevos aparcamientos en centro históricos, que llevarán una plazoleta encima pero sin árboles. Vegueta exige más mimo y más cuidado, la peatonalización no es la panacea tal vez haya que aplicar medidas de calmado de tráfico y consultar a los vecinos para estudiar sus necesidades, pero se trata de recuperar la calidad de vida de Vegueta y frenara el éxodo de vecinos hacia otros barrios capitalinos, porque en su barrio no hay quien viva: ni con tráfico, ni con peatonalización.
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Ricardo Muñoz -