LA PALMA: TÉ DE POTASIO PARA LAS HUERTAS
Las huertas también toman infusiones. El Centro Internacional de Agricultura Biológica de La Palma desarrolla un programa experimental para la elaboración de fertilizantes orgánicos a partir de residuos agrarios locales. De momento, sirve té de calcio, de potasio y de compost, según las necesidades de la tierra.
Canarias7 (29/10/08)
Se trata de devolver al suelo todo lo que previamente se extrajo de él», sintetiza Abilio Monterrey, técnico agrícola del Cabildo de La Palma, entidad de la que depende el Centro Internacional de Agricultura Biológica (CIAB).
El programa de elaboración de fertilizantes orgánicos tiene como objetivo mejorar la «alta calidad» de los productos agrícolas cultivados en la Isla y resolver, al mismo tiempo, la problemática de los residuos que generan las granjas. El proyecto «pretende demostrar la factibilidad de convertir los residuos orgánicos, que suponen actualmente un problema ambiental y de gestión, en un beneficio y subproducto de alta calidad como fertilizantes para la producción de frutas y hortalizas», explicó César Martín, consejero de Agricultura y Desarrollo Económico de la Corporación palmera.
El programa contempla la producción de estiércol para cubrir 200.631 metros cuadrados, lo que equivale a 37 producciones agrícolas. Se están realizando ensayos que combinan residuos de plataneras, restos vegetales de podas y orgánicos de origen animal que «tengan algún problema en la gestión de los residuos», comentó César Martín.
ANALÍTICA.
Asimismo, se elaboran fertilizantes con purines (líquidos formados por orines de animales, agua de lluvia y estiércol) de granjas que «se oxigenan y enriquecen en función de la analítica del suelo de cada finca».
El Centro Internacional de Agricultura Biológica de La Palma también impulsa un programa de asesoramiento a fincas de plátanos en materia de agricultura integrada y ecológica. Igualmente, proyecta la creación de un foro insular «donde estén integradas todas las asociaciones e instituciones que trabajan en favor de este subsector».
AHORRO DE INSUMOS.
La iniciativa del CIAB persigue tanto «el ahorro de insumos» procedentes del exterior como la conversión de los residuos en materia orgánica de calidad a coste de producción. El objetivo final es diseñar un proyecto insular que dé cobertura a los agricultores interesados en este método. Una treintena se ha sumado ya a la propuesta.
UN PROCESO DE FERMENTACIÓN AEROBIA.
La elaboración de fertilizantes líquidos a partir de residuos agrarios conlleva un proceso de fermentación que se prolonga durante unas dos semanas, «quedando el producto estabilizado, con poco olor y sin emisión de gas», asegura Jesús Líbano, el técnico responsable del programa experimental.
«En cubas plásticas de mil litros perforadas, se preparan tres tipos de abonos orgánicos: té de calcio, té de potasio y té de compost», explica. «Todos ellos se forman a partir de un proceso de fermentación aerobia por la cual las cubas están conectadas a un sistema de aireación forzada por medio de un compresor temporizado», agrega.
Para elaborar el té de calcio es necesario mezclar carbonato de calcio, sulfato de cinc, azúcar o melaza, agua oxigenada y estiércol, y después añadir los purines y suero de leche, apunta el referido técnico. El té de potasio y el de compost se elaboran de forma similar. Para el compostaje de materia orgánica se está empleando «estriaje del empaquetado de plátano con deyecciones animales, utilizándose los restos de podas municipales y jardines privados como elemento estructurante», dice. En un periodo de seis o siete semanas, el abono está listo.
http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=113131
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