LAS OBRAS DE LA CÁRCEL ROMPEN EL HÁBITAT DE AVES PROTEGIDAS

 

Las obras de desmonte realizadas en la parcela destinada a la construcción de la cárcel de Juan Grande afectan de forma directa a una de las zonas de mayor concentración de aves esteparias. Según Medio Ambiente, un 37% de todas las terreras contabilizadas para la isla se concentra aquí.

Canarias7 (22/04/08)

Vecinos y ecologistas han puesto el grito en el cielo al constatar que las obras de la cárcel de Juan Grande podrían estar causando un daño irreparable a varias especies de aves esteparias que se encuentran protegidas e incluidas en el catálogo de especies amenazadas de Canarias.

Según el trabajo Conservación de aves esteparias de Gran Canaria y Tenerife, elaborado para la Consejería de Política Territorial y Medio Ambiente por los especialistas Guillermo Delgado Castro y José Julián Naranjo, se establece a los Llanos de Juan Grande como una de las zonas de mayor concentración de hábitat estepario de la isla.

Las planicies que se extienden desde Aldea Blanca hasta el espacio protegido de Juncanillo del Sur se han consolidado como el sector más importante para la supervivencia de las terreras de toda la isla. «Un 37% de todas las contabilizadas para la isla se concentraron en este amplia unidad, dominada por llanuras en las que aparecen comunidades de tipo ruderal-nitrófilo».

Vecinos y ecologistas que visitaron la zona el pasado viernes constataron la presencia de numerosos nidos de la especie terrera marismeña, así como abundantes ejemplares en vuelo en el entorno de las obras, por lo que presumiblemente esté viéndose afectadas el contingente más importante de la población de estas aves en Gran Canaria por las mismas.

FISCALÍA.

Ante esto solicitarán a la Fiscalía de Medio Ambiente, al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y a la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural que se compruebe si el promotor de las citadas obras y la empresa que ejecuta las mismas (Hermanos Tito) poseen la correspondiente autorización para trabajar sobre un hábitat de dicha especie emitida por el órgano competente, el Cabildo de Gran Canaria o el Gobierno de Canarias. Si no es así, piden a las autoridades que se paralicen inmediatamente las obras de movimiento de tierras sobre la porción de la finca aún no afectada por los trabajos de desmonte y se proceda con todas las acciones administrativas necesarias para ello.

Ecologistas y vecinos no entienden cómo es posible que el Cabildo condicione la creación de zonas de entrenamiento de perros y sin embargo no haga nada cuando se está ejecutando la obra de una macrocárcel que afecta de forma significativa a zonas de especial interés faunístico y las épocas vitales para la reproducción, y de manera especial, las que se refieren a los hábitats de aves esteparias.

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