HECHOS CONSUMADOS
FOTO: El autor presentando a nuestro eurodiputado Verde David Hammerstein una denuncia ante la Comisión Europea dirigida contra el Ayuntamiento de Las Palmas y el Cabildo de Gran Canaria por incumplimiento de los mecanismos europeos de participación ciudadana por "La Gran Mentira".
Rafael Rodríguez Santana. Portavoz Federal de Los Verdes-Partido Verde Canario
Parece que la estrategia de hechos consumados es la que prima en el actual Ayuntamiento de Las Palmas. El ejemplo más gráfico sobre ello es la actitud de la primera edil y de su partido de seguir con la gran marina a cualquier precio. Si vamos a la legalidad pura y dura, se han saltado todas las premisas de legalidad del concurso de arquitectos con una convocatoria restrictiva y excluyente. No han valido la opinión de la Unión Europea en cuanto a que debe volver a convocarse el concurso, incluyendo otros colectivos de profesionales como biólogos geógrafos o ingenieros, ni tampoco le ha valido que Adán Martín intentara reconducir la historia, ni mucho menos que desde el Estado se intentará hacer cumplir la legalidad y volver a empezar desde el principio.
La alcaldesa tenía el sarao organizado por todo lo alto: Visita de los arquitectos para explicar sus proyectos, presentaciones a lo grande, cóctel, suplementos en los periódicos e incluso un artículo de opinión escrito por un asesor y que llevaba una foto ampliada de la cola de la manifestación. La ceguera de la alcaldesa llega a tales límites que se atreve a preguntar con la venia del rotativo, qué cuántas personas iban a la cola de la manifestación en contra del istmo convocada por distintos colectivos sociales. Ni ella, ni ningún otro político han comentado la legitimidad de la ciudadanía por reivindicar el uso de dicho espacio público.
La mayoría aplauden la iniciativa de ganarle terreno al mar, ya sea para una cosa u otra. Pero hay está el meollo de la cuestión: ¿Hace falta ganarle terreno al mar? ¿Cómo va a repercutir este hecho en la mejora del litoral en cuestiones medioambientales?. Este meollo no se ha tratado a fondo y es que para nosotros, los Verdes- Partido Verde de Canarias, ganarle terreno al mar para lo que sea no es legítimo. Y menos aún cuando esa ganancia al mar supone un sustancial negocio de los que poco se beneficiará la ciudadanía común y corriente. Entre otras cosas porque el mar no debería servir como instrumento para generar beneficios privado, sino que el mar es un fin en sí mismo, es un recurso de todos. Y de esto nos estamos olvidando, el mar alrededor de las Islas está siendo contaminado a diario con numerosos vertidos, depuramos mal y lo vertimos al mar. No podemos esperar que el mar nos lo de todo, y nosotros no aportar nada, ni siquiera lo mínimo.
El modelo desarrollista que prima y ha primado en esta Isla nos está hipotecando el futuro. Sin embargo, la inercia institucional es tal que parece que todo puede comprarse. Incluso una Isla en el mar llena de palmeras junto a un hotel de diez estrellas, como mínimo, requiere un cariño que muchos de nuestros gobernantes no son capaces de darle.
Rafael Rodríguez Santana. Portavoz Federal de Los Verdes-Partido Verde Canario
Parece que la estrategia de hechos consumados es la que prima en el actual Ayuntamiento de Las Palmas. El ejemplo más gráfico sobre ello es la actitud de la primera edil y de su partido de seguir con la gran marina a cualquier precio. Si vamos a la legalidad pura y dura, se han saltado todas las premisas de legalidad del concurso de arquitectos con una convocatoria restrictiva y excluyente. No han valido la opinión de la Unión Europea en cuanto a que debe volver a convocarse el concurso, incluyendo otros colectivos de profesionales como biólogos geógrafos o ingenieros, ni tampoco le ha valido que Adán Martín intentara reconducir la historia, ni mucho menos que desde el Estado se intentará hacer cumplir la legalidad y volver a empezar desde el principio.
La alcaldesa tenía el sarao organizado por todo lo alto: Visita de los arquitectos para explicar sus proyectos, presentaciones a lo grande, cóctel, suplementos en los periódicos e incluso un artículo de opinión escrito por un asesor y que llevaba una foto ampliada de la cola de la manifestación. La ceguera de la alcaldesa llega a tales límites que se atreve a preguntar con la venia del rotativo, qué cuántas personas iban a la cola de la manifestación en contra del istmo convocada por distintos colectivos sociales. Ni ella, ni ningún otro político han comentado la legitimidad de la ciudadanía por reivindicar el uso de dicho espacio público.
La mayoría aplauden la iniciativa de ganarle terreno al mar, ya sea para una cosa u otra. Pero hay está el meollo de la cuestión: ¿Hace falta ganarle terreno al mar? ¿Cómo va a repercutir este hecho en la mejora del litoral en cuestiones medioambientales?. Este meollo no se ha tratado a fondo y es que para nosotros, los Verdes- Partido Verde de Canarias, ganarle terreno al mar para lo que sea no es legítimo. Y menos aún cuando esa ganancia al mar supone un sustancial negocio de los que poco se beneficiará la ciudadanía común y corriente. Entre otras cosas porque el mar no debería servir como instrumento para generar beneficios privado, sino que el mar es un fin en sí mismo, es un recurso de todos. Y de esto nos estamos olvidando, el mar alrededor de las Islas está siendo contaminado a diario con numerosos vertidos, depuramos mal y lo vertimos al mar. No podemos esperar que el mar nos lo de todo, y nosotros no aportar nada, ni siquiera lo mínimo.
El modelo desarrollista que prima y ha primado en esta Isla nos está hipotecando el futuro. Sin embargo, la inercia institucional es tal que parece que todo puede comprarse. Incluso una Isla en el mar llena de palmeras junto a un hotel de diez estrellas, como mínimo, requiere un cariño que muchos de nuestros gobernantes no son capaces de darle.
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