GRANADILLA, LA CARRETERA A LA ALDEA Y EL CONVENIO EUROPEO DEL PAISAJE
Artículo de opinión de Rafael Rodríguez Santana (Los Verdes).
El pasado 1 de marzo entró en vigor en España el Convenio Europeo del Paisaje aprobado por el Consejo de Europa en Florencia el año 2000 y ratificado por España 8 años después (1). Desde ese día los ciudadanos tenemos un texto marco de referencia que es de obligado cumplimiento por las autoridades españolas, incluidas las autoridades canarias.
El Convenio Europeo del Paisaje (2) no pretende salvaguardar a los paisajes ya protegidos o excepcionales, sino que en una sentido más amplio "se entenderá cualquier parte del territorio tal y como lo percibe la población, cuyo carácter sea el resultado de la acción e interacción de factores naturales y/o humanos".
En las últimas décadas los paisajes canarios se han visto masacrados como consecuencia del modelo de desarrollo vigente que se ha caracterizado por un enorme consumo del suelo. A ello se suma el hecho de ser uno de los principales receptores de turismo en Europa y el abandono de la agricultura tradicional.
El Convenio ratificado podría ser de suma utilidad, al menos en teoría, para definir y proteger jurídicamente cualquier clase de paisaje, de Las Medianías y Cumbres, el rural, el marítimo, el periurbano, el urbano; ya que todos entiende que a todos ellos "como elemento fundamental del entorno humano, expresión de la diversidad de su patrimonio común cultural y natural y como fundamento de su identidad".
Uno de los objetivos del Convenio Europeo es establecer procedimientos para la participación ciudadana en la gestión de los paisajes, así como de diferentes administraciones y agentes sociales. Además, exige que la gestión del paisaje se integre en las políticas de ordenación del territorio, de urbanismo y en las políticas cultural, medioambiental y otras que puedan afectarle.
Canarias tiene trabajo al respecto y desde estas líneas se nos ocurre citar dos ejemplo flagrantes de gran transformación en el paisaje instigado por las autoridades: "El puerto de Granadilla" y "La nueva carretera de Agaete a La Aldea".
El PUERTO DE GRANADILLA
Con respecto a la primera, el rechazo unánime del Parlamento de Canarias a la toma en consideración de la Iniciativa Legislativa Popular constituyó una burla a las más de 50.000 personas que respaldaron con su firma la iniciativa.
El futuro puerto de Granadilla será la punta de lanza de una brutal transformación del paisaje de una parte importante de Tenerife, ya que va ligada al menos a una decena de proyectos que se pretenden desarrollar en la zona, que van desde la ampliación del aeropuerto a las instalaciones de gasificación , la ampliación de al autovía del Sur, un megaparque eólico....etc.
A la hora de rechazar la toma en consideración de la iniciativa se demostró un absoluto rechazo a la participación popular en la toma de decisiones que afectan al paisaje, principio básico del Convenio.
Tampoco se tuvo en cuenta la existencia de informes técnicos que pedían evaluar la calidad ambiental de ese paisaje del sur de Tenerife, ni otros que solicitaban mayor información y tiempo para estudiar detenidamente la propuesta, no otros documentos que confirmaban el interés de la zona como espacio a proteger y ratificaban el ámbito litoral como de alto valor en los procesos ecológicos de esta zona insular.
LA CARRETERA AGAETE-LA ALDEA.
En cuanto al paisaje del Parque Natural de Gran Canario el proyecto de la nueva carretera Agaete-La Aldea, es una más fuertes agresiones al paisaje que el Gobierno de Canarias parece haber asumido como prioritarias, proyectando una obra totalmente desmesurada con al paisaje y a la necesidades reales de Gran Canaria. Un proyecto que se mire por donde se mire va contra los principios básicos enunciados en el Convenio Europeo del Paisaje.
La obra va a machacar el paisaje con una obra de 18 kilómetros que moviliza mas de tres millones y medio de metros cúbicos de escombros, que atraviesa una de las zonas más abruptas de la isla, sobre un territorio de dominio de estas especies y habitats prioritarios.
Viaductos y enormes terraplenes transformaran uno de los paisajes mas abruptos de Gran Canaria, con una impronta exclusiva y única en todo el archipiélago (no existe otra isla tan labrada por la erosión, otro territorio mas añejo atravesado por cárcavas y barrancos, dueño de grandes deslizamientos y con presencia aun de restos de tsunamis colgadas. Un paisaje limpio de obra humana, donde solo la naturaleza se manifieste en su estado más prístino.
En una dramática operación de cirugía, en la que cientos de millones de euros se echaran a ese paisaje, destrozando su imagen actual. Cada kilómetro lineal de esa obra se llevara más de 18 millones de euros.
¿Merece Gran Canaria esa operación?. ¿No hay otras soluciones a la aislada situación de los aldeanos?
EL CONVENIO.
Para Los Verdes el paisaje, además de un placer para los sentidos del que gozamos los presentes, es un bien medioambiental que se debe preservar y conserva para el disfrute de las generaciones futuras. Ése es el objetivo que inspira el Convenio Europeo del Paisaje que España. Representa la primera herramienta a nivel europeo para proteger y restaurar un bien común al que apenas se ha prestado atención.
El propósito general del Convenio es animar a las autoridades públicas a adoptar políticas y medidas a escala local, regional, nacional e internacional para proteger, planificar y gestionar los paisajes europeos con vistas a conservar y mejorar su calidad y llevar al público, a las instituciones y a las autoridades locales y regionales a reconocer el valor y la importancia del paisaje y a tomar parte en las decisiones públicas relativas al mismo.
El Convenio Europeo del Paisaje compromete a tomar medidas generales de reconocimiento de los paisajes; de definición y caracterización; de aplicación de políticas para su protección y gestión; de participación pública y de integración de los paisajes en las políticas de ordenación del territorio, así como en las políticas económicas, sociales, culturales y ambientales. También sobre la sensibilización ciudadana, la educación y la formación de expertos.
LA PROTECCIÓN LEGAL DEL PAISAJE
Varios países europeos como Suiza, Alemania o Francia ya disponen de sus propias leyes del paisaje. Francia cuenta desde 1993 con una ley específica para la protección del paisaje y Alemania con una norma federal que une la gestión del paisaje con la conservación de la naturaleza.
El Ministerio de Medio Ambiente ha elaborado el Atlas de los Paisajes de España, que puede servir de marco para otros estudios del paisaje a escala regional y local (3).
Sin embargo no parece que al Gobierno de Canarias le preocupe lo más la mínimo la protección de los paisajes insulares.
Algunas comunidades autónomas como Cataluña y Valencia han desarrollado ya leyes territoriales del paisaje. La Generalitat Cataluña está elaborando en la actualidad los denominados catálogos de paisajes, una de las obligaciones que marca el Convenio Europeo.
Los Verdes somos concientes de que los proyectos de grandes infraestructuras altamente impactantes para el territorio y el crecimiento del suelo urbano no se frenaran mientras sigan gobernando los de siempre en Canarias, pero con el Convenio Europeo del Paisaje en vigor, estos mismos gobernantes deberían ser mas respetuosos con nuestros valores ciudadanos y medioambientales.
1- http://www.boe.es/boe/dias/2008/02/05/pdfs/A06259-06263.pdf
2- http://www.coe.int/t/dg4/cultureheritage/conventions/Landscape/Default_en.asp
3- http://www.sge.org/cartografia/atlas_general.asp#
ARTICULO PUBLICADO EN:
http://www.elindependientedecanarias.com/?op=displaystory&story_id=14528&format=html
http://www.sanborondon.info/content/view/3651/1/
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