CACA EN MASPALOMAS
Las Dunas de Maspalomas soportan desde hace meses un vertido de aguas residuales que ya ha originado una gran mancha de desperdicios sobre la arena, cuya superficie está cubierta de restos de papel higiénico, bolsas de plástico y alguna que otra compresa. Estos objetos se encuentran semienterrados en un perímetro de varios metros, que está prácticamente seco y sirve de prueba para comprobar hasta dónde ha llegado la suciedad.
LA PROVINCIA (30/11/07)
Y es que el hilo de porquería sale de una arqueta situada debajo del paseo, concretamente enfrente del complejo de bungalós número 47. El vertido lleva activo al menos dos meses, aunque de manera intermitente y puntual, según reconoce el concejal de Playas, Residuos y Depuración, José Rodríguez.
Sin embargo, durante estos últimos 15 días se ha vuelto a incrementar la fuga de agua, que ya ha formado un pequeño riachuelo visible desde el propio paseo. La imagen del líquido discurriendo por la senda de su propia corriente hasta languidecer en la primera pendiente de arena es contemplada a diario por centenares de turistas. Muchos de ellos se asomaban ayer curiosos para constatar la procedencia del detritus mientras caminaban por este paraje natural protegido.
Además, la vegetación que empieza a brotar sólo en ese punto revela su antigüedad, pues se trata de la única zona verde gracias a los nutrientes de ese negro manantial. El resto presenta la sequedad y la aridez característica del terreno, que contrasta con la incipiente maleza en expansión.
VALLAS. Unas vallas acordonan precisamente la parte de la avenida que desemboca en el lugar, quizá para evitar una mayor repercusión a ojos de los visitantes. Y es que a muy pocos metros la Dirección General de Costas ejecuta obras para reponer una parte del paseo. También muy cerca se encuentra el centro de interpretación de Las Dunas de Maspalomas, un espacio destinado a velar por la conservación de este ecosistema.
Según el concejal, el vertido proviene de uno de los complejos de bungalós ubicados al pie de la avenida que linda con las dunas, aunque los responsables del mantenimiento de esos apartamentos aseguran que el problema es originado por la obstrucción de las canalizaciones. Aseguran que en la zona sufren con frecuencia malos olores por la saturación de las arquetas, sobre todo en invierno con la llegada de las lluvias. Y es que las tuberías conducen los residuos que generan los establecimientos por toda esa franja del parque natural.
En cualquier caso, el edil sostiene que el vertido proviene directamente de uno de los complejos, que no es frecuente, y que probablemente esté causado por alguna pequeña filtración. De ahí que se disponga a llegar a un acuerdo con los responsables para que subsanen la deficiencia, ya que si no es así se verá obligado a denunciar la situación ante las autoridades medioambientales, extremo que no se ha producido hasta el momento, a pesar de la protección especial a la que está sujeta esta reserva natural.
Este vertido no es el único que afecta a la zona turística. También hay localizados otros dos que repercuten en la playa de Pasito Blanco y en la franja de la costa que está entre Meloneras y Las Mujeres. En ambos casos se desconocen los motivos de esos escapes de agua, aunque está comprobado que se producen sobre laderas que dan al mar. De ahí que el concejal requiera la colaboración de empresas especializadas para analizar el líquido y determinar su procedencia.
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