CAMBIO CLIMÁTICO Y LOS INCENDIOS EN CANARIAS
GREENPEACE VE AL CAMBIO CLIMÁTICO CULPABLE MAGNITUD FUEGO SUFRIDO CANARIAS
El responsable de la Campaña de Bosques considera falso el debate de la pinocha
Greenpeace considera que la magnitud que alcanzó el fuego en Canarias se debe al cambio climático, que genera unas condiciones en las que es imposible controlar el incendio hasta que cambia el viento o baja la temperatura, al igual que sucedió en Guadalajara o Galicia.
Canarias7 (9/08/07)
El responsable de la Campaña de Bosques de Greenpeace, Miguel Ángel Soto, explicó que se trata de los acuñados en California "fuegos del futuro", cuya magnitud sobrepasa las posibilidades de los gobiernos, que pueden destacar en el frente todos sus medios, pero no podrán controlar el fuego mientras el viento sople como lo hizo en Gran Canaria, o la temperatura sea alta y la humedad baja.
Soto recordó que en 2004 ardió Sevilla, en 2005 Guadalajara, el año siguiente Galicia, y este Canarias, lo que demuestra que se trata de un fenómeno cíclico y crónico que en los últimos años se manifiesta con gran virulencia debido al cambio climático.
Por ello, considera falso el debate de la pinocha, los medios o la coordinación, porque la falta de humedad y el viento ha hecho imposible la extinción porque "los incendios del futuro son así" y para luchar contra ellos hay que combatir el cambio climático. Una vez dicho esto, prosiguió, hay que referirse al origen, en este caso un empleado forestal que pretendía no perder su empleo.
Serán inevitables los incendios por rayos u otros elementos naturales, pero los pirómanos deben, a juicio de Greenpeace, ser identificados por la Fiscalía de Medioambiente, así como otras personas peligrosas para la naturaleza y reincidentes, y controlarlas en épocas estivales.
A su juicio, la Fiscalía debe actuar no sólo desde la acción penal, sino desde la preventiva, pues los pirómanos, al igual que los cleptómanos o ludópatas, son enfermos que deben ser tratados y controlados en épocas de riesgo.
La Fiscalía debe, por tanto, identificar y aislar a estas personas, o mantenerlas controladas y vigiladas.
Soto concluyó que, debido a las extremas condiciones que ofrece el cambio climático, todos los veranos hay una zona afectada y sólo falta saber cuál será la próxima.
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