MÁS CAMPOS DE GOLF PARA GRAN CANARIA
GRAN CANARIA: Una isla de dieciocho hoyos
Canarias-7 (28/03/05)
El Plan Especial Territorial de Golf prevé construir diecinueve campos en la Isla en los próximos quince años. Los terrenos para su construcción procederán esencialmente de zonas de cultivo abandonadas y faldas de barrancos
El Cabildo de Gran Canaria a través de una UTE formada por las empresas Garrigues y Gipic, ha llevado a cabo el Plan Especial Territorial necesario para determinar qué zonas de la isla pueden albergar en un futuro cercano, en torno a diez o quince añosnuevos campos de golf, confiando en este deporte como reclamo para la industria turística de los próximos años.
El Plan se basa en localizar en Gran Canaria los lugares donde puedan ubicarse los nuevos campos que, además de servir de equipamiento complementario a los núcleos turísticos junto al litoral, dispondrán de equipamiento hotelero propio con establecimientos de categoría mínima de cuatro estrellas, creando así en cada zona en que se enclaven su propio núcleo para quienes nos visiten con un máximo de 400 plazas.
CAMPO
Las necesidades de terreno disponible de los campos de golf son importantes, en torno a los 600.000 metros cuadrados de suelo que no se encuentran con facilidad. De hecho, alguno de los terrenos que han sido localizados, tienen ahora ese suelo en otros usos, de manera que el Plan se limita a recomendar la zona como factible para la construcción de un campo de golf y, posteriormente, habrá que conveniar con sus actuales propietarios para darle el nuevo uso pretendido.
Muchos de estos terrenos son, en la actualidad, terrenos de cultivo de menor producción o incluso abandonados, que en un momento dado serán requeridos para su compra por los promotores de estos campos de golf.
El resto de las condiciones pasa por contar con agua depurada para su riego y la idoneidad del terreno.
Se da la circunstancia de que este Plan Especial Territorial Turístico tiene incluso la posibilidad de modificar el Plan Insular de Ordenación, según explicó a este periódico el consejero de Política Territorial del Cabildo, Carlos Sánchez, de manera que terrenos que no cuenten en la actualidad con la calificación de uso turístico o que pudieran estar reservados para otros fines, podrían sufrir modificaciones en su ordenación para alojar, en este caso, campos de golf, si así lo autoriza la comisión encargada del seguimiento de dicho plan, considerando que la industria turística es el motor económico de la isla.
POSIBLES
A decir de sus redactores, el Plan Especial Territorial sobre el que trabajan no ha de ser solamente un Plan con vistas a ser plasmado en el papel sino que debe contar con un condicionante fundamental: que sea posible.
Como consecuencia de ello, sus redactores pondrán después en manos de los promotores la posibilidad de acogerse a convenios y otro tipo de acuerdos que permitan que los campos de golf sean una realidad. Según las previsiones, al cabo de los próximos diez años, sería posible que se estableciera un campo de golf cada año a lo largo de la próxima década.
Si bien el Plan incluye unos diecinueve nuevos campos -sin que se descarte la posibilidad de incorporar alguno más- el resto de ellos seguiría sus gestiones después de los referidos diez años, «hasta lograr crear un circuito en el que los jugadores se vayan turnando de campo en campo y poniéndose en relación con el paisaje de toda la isla».
Canarias-7 (28/03/05)
El Plan Especial Territorial de Golf prevé construir diecinueve campos en la Isla en los próximos quince años. Los terrenos para su construcción procederán esencialmente de zonas de cultivo abandonadas y faldas de barrancos
El Cabildo de Gran Canaria a través de una UTE formada por las empresas Garrigues y Gipic, ha llevado a cabo el Plan Especial Territorial necesario para determinar qué zonas de la isla pueden albergar en un futuro cercano, en torno a diez o quince añosnuevos campos de golf, confiando en este deporte como reclamo para la industria turística de los próximos años.
El Plan se basa en localizar en Gran Canaria los lugares donde puedan ubicarse los nuevos campos que, además de servir de equipamiento complementario a los núcleos turísticos junto al litoral, dispondrán de equipamiento hotelero propio con establecimientos de categoría mínima de cuatro estrellas, creando así en cada zona en que se enclaven su propio núcleo para quienes nos visiten con un máximo de 400 plazas.
CAMPO
Las necesidades de terreno disponible de los campos de golf son importantes, en torno a los 600.000 metros cuadrados de suelo que no se encuentran con facilidad. De hecho, alguno de los terrenos que han sido localizados, tienen ahora ese suelo en otros usos, de manera que el Plan se limita a recomendar la zona como factible para la construcción de un campo de golf y, posteriormente, habrá que conveniar con sus actuales propietarios para darle el nuevo uso pretendido.
Muchos de estos terrenos son, en la actualidad, terrenos de cultivo de menor producción o incluso abandonados, que en un momento dado serán requeridos para su compra por los promotores de estos campos de golf.
El resto de las condiciones pasa por contar con agua depurada para su riego y la idoneidad del terreno.
Se da la circunstancia de que este Plan Especial Territorial Turístico tiene incluso la posibilidad de modificar el Plan Insular de Ordenación, según explicó a este periódico el consejero de Política Territorial del Cabildo, Carlos Sánchez, de manera que terrenos que no cuenten en la actualidad con la calificación de uso turístico o que pudieran estar reservados para otros fines, podrían sufrir modificaciones en su ordenación para alojar, en este caso, campos de golf, si así lo autoriza la comisión encargada del seguimiento de dicho plan, considerando que la industria turística es el motor económico de la isla.
POSIBLES
A decir de sus redactores, el Plan Especial Territorial sobre el que trabajan no ha de ser solamente un Plan con vistas a ser plasmado en el papel sino que debe contar con un condicionante fundamental: que sea posible.
Como consecuencia de ello, sus redactores pondrán después en manos de los promotores la posibilidad de acogerse a convenios y otro tipo de acuerdos que permitan que los campos de golf sean una realidad. Según las previsiones, al cabo de los próximos diez años, sería posible que se estableciera un campo de golf cada año a lo largo de la próxima década.
Si bien el Plan incluye unos diecinueve nuevos campos -sin que se descarte la posibilidad de incorporar alguno más- el resto de ellos seguiría sus gestiones después de los referidos diez años, «hasta lograr crear un circuito en el que los jugadores se vayan turnando de campo en campo y poniéndose en relación con el paisaje de toda la isla».
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