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LA CONCIENCIA ECOLOGISTA DEL PARLAMENT

LA CONCIENCIA ECOLOGISTA DEL PARLAMENT Entrevista con la Diputada verde de Mallorca y Presidenta de Los Verdes
CARA A CARA : LA CONCIENCIA ECOLOGISTA DEL PARLAMENT
Rosselló: «Llauger quiere que me vaya de Els Verds porque no soy la diputada que desearía tener»
«Me siento excluida del proyecto de Els Verds, a la actual dirección le gustaría que me vaya porque no soy la diputada que desearían» - «Estoy contenta de que ahora haya menos dinero para hacer autopistas en Baleares» - «España tiene que avanzar hacia un modelo federal descentralizado como el de Alemania»
M. A. RUIZ
PALMA.- Apenas 48 horas después de abandonar el cargo de coordinadora de Els Verds, Margalida Rosselló acudió a la sede del partido para recoger sus documentos personales. Siguiendo instrucciones del nuevo coordinador, Miquel Angel Llauger, una compañera le advirtió que llamaría a la Policía si se le ocurría tocar un solo papel. Así se las gasta la nueva dirección ecologista con quien todavía ocupa su máximo cargo institucional en el Parlament. Desde aquel incidente, Margalida Rosselló (Felanitx, 1959) no ha vuelto a poner un pie en la sede del partido que fundó y que hasta hace tres meses dirigía.
Aunque nada haría más feliz al equipo de Llauger, tiene muy claro que no va a abandonar el escaño que obtuvo democráticamente en las elecciones autonómicas de 2003. Mientras tanto, sigue con inquietud el rumbo que ha tomado el partido ecologista, convertido ahora en un trampolín para facilitar el desembarco de Iniciativa per Catalunya en Baleares.
-¿Romperá definitivamente con Els Verds y se pasará al Grupo Mixto ante la difícil situación que se ha creado en el partido?
-En estos momentos, no tengo ningún puesto de decisión en la organización interna de Els Verds, soy una socia de base. Soy diputada porque fui elegida de una forma claramente democrática, después de que el partido decidiera por una amplia mayoría presentarme como candidata en las elecciones de 2003. Sé que ahora no me propondrían. Por tanto, tengo una responsabilidad institucional con los electores, que va más allá de los avatares del partido. Siempre he defendido y defenderé el proyecto verde y el programa con el que me presenté a las elecciones. Voy a seguir asumiendo esa responsabilidad en la misma línea que hasta ahora. Mi situación en el Grupo Parlamentario depende de cómo se configuren en el futuro las relaciones dentro de la coalición.
-Si finalmente se decide a pasar al Grupo Mixto, ¿también se verán obligados a hacerlo los dos diputados de Esquerra Unida (Miquel Roselló y Miquel Ramon)?
-Es un tema de reglamento del Parlament, no sé si tendrían que hacerlo automáticamente o si podrían continuar formando Grupo Parlamentario propio ellos dos solos hasta el final del período de sesiones. Sin duda supondría un trastorno muy importante, sobre todo para Esquerra Unida (EU).
-Que la dirección actual de Els Verds convoque ruedas de prensa en el Parlament sin informar ni siquiera a su diputada demuestra, como mínimo, que la comunicación interna es inexistente.
-El congreso extraordinario de Els Verds del pasado mes de octubre, tan sólo once meses después de que yo fuera elegida coordinadora, se celebró en un contexto que ya de por sí generaba una ruptura. Se afiliaron una serie de personas en el último momento, aunque al final no pudieron votar. Se utilizó un documento lleno de falsedades y se creó una situación muy tensa. No por motivos personales, sino profundamente políticos, con una difícil convivencia entre dos estrategias distintas. Quienes fundamos Els Verds seguimos creyendo que en Mallorca puede tener un espacio propio, desde el que ilusionar a los ciudadanos con propuestas que van más allá del resto de partidos. Pero hay otra estrategia que sostiene que el proyecto verde no tiene futuro y se ha de configurar conjuntamente con Esquerra Unida formando una coalición permanente, diluyéndose en el protagonismo de EU o del propio Partido Comunista. Tras el congreso extraordinario, Nofre Bisbal, Jordi López y yo ya dijimos que se creaba una ruptura importantísima dentro de Els Verds y esa responsabilidad es de quienes instaron el congreso extraordinario. A partir de aquí, se ha ido configurando una estrategia, ya sin disimulo, para introducir a Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) en Mallorca, a través de Esquerra Unida y Els Verds.
-¿Qué le parece que el nuevo coordinador de Els Verds, Miquel Angel Llauger, vaya a estar a sueldo de una fundación que depende de un partido ajeno a Baleares, Iniciativa per Catalunya?
-Ya en su último congreso, Iniciativa per Catalunya decidió expandirse más allá de Cataluña y lo está haciendo a través de Els Verds de Mallorca, la demostración más clara es ésta. La pasada semana, Esquerra Unida y Els Verds organizaron una jornada en el Parlament y todos los invitados eran de IU o de Iniciativa per Catalunya. Un partido que tiene una historia muy respetable, pero que no tiene nada que ver con Mallorca.
-Por tanto, ¿el congreso extraordinario del pasado mes de octubre ha sido un asalto por parte de otros partidos para tomar el control de Els Verds?
-Cada uno puede interpretarlo como quiera, pero los hechos son bastante claros.
-¿La situación creada en el seno de Els Verds también ha hecho que se resientan las relaciones con sus compañeros de Esquerra Unida en el Grupo Parlamentario?
-Hay que respetar las reglas del juego y si no, tomar medidas. En la tarea institucional ha de haber un respeto y unas reglas muy claras, no se pueden transgredir porque haya una estrategia política. Se ha de respetar la situación que ellos mismos han creado, porque si no es evidente que yo no puedo tener una actitud pasiva como si no hubiera pasado nada. Supongo que lo que quiere [la actual dirección de Els Verds] es que me vaya.
-¿Cree que eso es lo que pretende la actual dirección de Els Verds, que tire la toalla y deje el escaño?
-A mí no me lo han dicho, lo que me ha llegado es que dan su apoyo a la diputada. Pero está claro que yo no soy la diputada que ellos quisieran tener, en estos momentos me siento bastante excluida del proyecto que está llevando a cabo Els Verds y de la propia dinámica interna que se está viviendo en el partido. Después del congreso, llegaron a amenazarme con llamar a la Policía cuando fui a la sede a recoger mis papeles. No me estaba llevando nada del patrimonio del partido, sino varias cajas con papeles personales. Fue muy violento, parece que había una necesidad de humillarme. Sentí que se me había dicho de algún modo que me fuera. Desde ese día no he vuelto al local de Els Verds.
-¿No ha vuelto a pisar la sede del partido desde entonces?
-No.
-¿ Existe un riesgo real de que se produzca una escisión en el seno de Els Verds?
-Hay mucho descontento, gente como Jordi López que ha ido abandonando el partido de una forma callada, sin hacerlo público. Hay quienes ya no creen en este proyecto y han considerado que ya no quieren estar allí. No pongo en duda que sea legítimo el resultado del congreso, aunque se resolviera por un solo voto de diferencia, la democracia es así. Pero creo que hay que preservar el proyecto verde. Quienes tienen como estrategia crear un espacio «rojiverde» han priorizado su coalición con Esquerra Unida, les ha dado igual que muchos verdes se quedaran por el camino. Es una pena, la historia de Els Verds de Mallorca es una de las más importantes del movimiento verde en este país. Aun siendo un partido minoritario, ha tenido una repercusión en la sociedad y un reconocimiento entre los ciudadanos. Hemos estado en el Govern... nuestro patrimonio es importante. No se puede decir que el proyecto verde no tenga espacio ni futuro. Eso no quiere decir que a la hora de presentarnos a las elecciones no podamos hacerlo con otras fuerzas políticas, Els Verds nunca lo ha rechazado. En 1995 nosotros propusimos a Esquerra Unida y al PSM ir juntos a las elecciones autonómicas. El PSM no estuvo de acuerdo y tomamos la decisión de ir solos. En Palma tuvimos el 4,5% de los votos, nos quedamos a medio punto de tener un concejal. En el Parlament tuvimos un 3%, hubiéramos logrado un diputado si no fuera porque en esas elecciones se había elevado al 5% el número mínimo de todos para obtener representación.
-¿Cree que Llauger decidió desbancarla de la dirección de Els Verds después de que usted le cesara como secretario del Grupo Parlamentario?
-Supongo que fue el detonante, aunque no el único motivo. Fue entonces cuando comenzó a recoger firmas para pedir la convocatoria del congreso extraordinario. Su posición como secretario del Grupo era especialmente difícil. Yo era coordinadora y diputada y necesitaba a alguien que pudiera trabajar en la línea que marcaba la Mesa permanente. En ningún caso fue una cuestión personal, sino política. Llauger protagonizó una serie de actuaciones que iban en contra de las decisiones mayoritarias. En la campaña de las elecciones europeas, Els Verds de Baleares decidimos no presentarnos a las elecciones. Mientras tanto, Llauger participó en Barcelona en acto de apoyo a Iniciativa per Catalunya. Ya se estaba consolidando la estrategia actual de introducir a Iniciativa per Catalunya en Mallorca.
-¿Cree que ha pesado ese componente nacionalista en la decisión de Els Verds de Mallorca de rechazar la Constitución Europea, en contra del criterio del Partido Verde Europeo que usted preside?
-Estamos construyendo un referente verde estatal y europeo, y para ello es precisa una cierta disciplina hacia las decisiones que se toman. Los verdes europeos decidimos apoyar la Constitución porque, aunque no es la ideal que hubiéramos deseado, constituye un paso importante hacia la construcción europea. Si luego cada partido decide una cosa diferente es muy difícil crear un referente verde. Aquí Els Verds van a hacer campaña en contra de la Constitución europea, entrando en una situación de conflicto con el resto de los verdes europeos.
-¿Cree que el expediente que la Unión Europea ha abierto a España por las operaciones de regeneración de playas que Matas ejecutó en Baleares culminará con una sanción?
-El expediente llega tarde, porque desgraciadamente el daño ya está hecho. Lo más grave es que la arena que se puso en Can Picafort ya no está, el coste económico y ecológico de la operación fue brutal, más aún cuando el resultado ha sido nulo. A menudo hemos tenido que recurrir a la Unión Europea para preservar el medio ambiente, ya que en el Estado español no hay una legislación potente que proteja los recursos naturales. El propio Protocolo de Kioto, que entrará en vigor en febrero, fue propuesto por Europa, al igual que muchas iniciativas en defensa de los animales. Aunque tarde, menos mal que Europa actúa ante lo que considero un delito contra el medio ambiente, y por tanto contra todos.
-Cristina Narbona dice ahora que el Ministerio sólo puede pagar dos de las desaladoras prometidas en su día por Matas y propone que las otras dos se financien prolongando la concesión de 10 a 30 años. ¿Qué le parece?
-La ministra Narbona no debería pagar ninguna. Siempre he dicho que esas desaladoras son innecesarias, ni la de Andratx ni la de Alcúdia, donde la pasada legislatura había un proyecto para conectar Llubí con Pollença mediante una arteria transversal. El nuevo conseller modificó el trazado sólo para conectar la desaladora de Alcúdia. Si al final no se hace, tendremos una tubería que no va a ningún lado. Es absurdo querer construir nuevas desaladoras cuando la de Palma está infrautilizada y ni siquiera se utiliza toda la capacidad instalada. Lo que hay que hacer es una buena gestión del agua y de los acuíferos, mediante medidas que fomenten el ahorro.

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