EL PARAISO QUE FUE CLOACA
foto. El mismo tramo del río, en 1996. Y a primeras horas de la tarde de ayer, con el puente de Santa Coloma al fondo
Govi le ha enviado una noticia publicada en El Periódico Online
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http://www.elperiodico.com/envN.asp?p=5&i=CAS&n=170311&h=04120
El Besòs se consolida como uno de los principales parques urbanos del área metropolitana. El pasado año fue visitado por medio millón de personas, una cifra que será superada ampliamente en el 2004 merced a la apertura, en mayo pasado, del tramo de Sant Adrià, que sumó 2,7 kilómetros a los seis ya existentes entre Montcada i Reixac y Santa Coloma, inaugurados en 1999.
De la recuperación medioambiental da fe el censo de 140 especies de aves localizadas en la ribera del Besòs, además de pequeños anfibios y algunos peces. Después de muchos años de trabajo y tras invertir más de 32 millones de euros (unos 5.300 millones de pesetas), lo que hace una década parecía imposible se está convirtiendo poco a poco en realidad: la cloaca a cielo abierto en la que se había convertido el río ha dado paso a un espacio donde se combinan el ocio y la recuperación ecológica.
Las 24 hectáreas ajardinadas, los más de cinco kilómetros de carril bici y otros tantos de viales peatonales han convertido el parque en un lugar de paseo, tanto peatonal como en bicicleta, utilizado por miles de personas. "En el césped se organizan partidos de fútbol, críquet y actividades infantiles", explica Antoni Maza, jefe de la Oficina Técnica de Acción Territorial de la Diputación de Barcelona, organismo encargado del mantenimiento del parque fluvial.
TALLERES ESCOLARES
La Diputación prepara, según Maza, talleres ecológicos y actividades sobre medio ambiente tanto para escolares como para adultos. Sant Adrià también ha incluido una jornada bautizada como Festa al riu en la programación de su fiesta mayor.
Tras la inauguración del tramo de Sant Adrià, sólo queda por hacer la última fase, el tramo de la desembocadura. Este espacio, a diferencia del ya existente, "será más natural, con la plantación de especies arbustivas autóctonas para convertirlo en una reserva para las aves", explica el técnico del Consorcio del Besòs Víctor Iglesias. Este organismo, formado por los ayuntamientos de Barcelona y Sant Adrià, busca cuatro millones de euros (unos 700 millones de pesetas) para costear las obras de la tercera fase, que durarán un año.
CAZADORES FURTIVOS
El Besòs nunca será lo que fue antes de la industrialización, pero se va recuperando. La retirada de las torres de alta tensión ha cambiado el paisaje y la mejora del agua ha atraído a muchas aves. De momento, hay 140 especies censadas. "Además, hay anfibios e insectos que se concentran sobre todo en los wetlands o zonas húmedas de la parte superior del parque, donde se lleva a cabo un proceso natural de depuración del agua", asegura Carles Pasarell, técnico de la diputación. Incluso se han avistado ya algunos peces, como carpas o lubinas, que ha propiciado la aparición de pescadores.
La recuperación del Besòs no sólo ha provocado la aparición de amantes de la caña. Los vigilantes del parque, seis en total, han descubierto ya a varios cazadores furtivos "que buscan especies como los jilgueros para criar", denuncia el jefe de los vigilantes, Joan Acosta.
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El Besòs se consolida como uno de los principales parques urbanos del área metropolitana. El pasado año fue visitado por medio millón de personas, una cifra que será superada ampliamente en el 2004 merced a la apertura, en mayo pasado, del tramo de Sant Adrià, que sumó 2,7 kilómetros a los seis ya existentes entre Montcada i Reixac y Santa Coloma, inaugurados en 1999.
De la recuperación medioambiental da fe el censo de 140 especies de aves localizadas en la ribera del Besòs, además de pequeños anfibios y algunos peces. Después de muchos años de trabajo y tras invertir más de 32 millones de euros (unos 5.300 millones de pesetas), lo que hace una década parecía imposible se está convirtiendo poco a poco en realidad: la cloaca a cielo abierto en la que se había convertido el río ha dado paso a un espacio donde se combinan el ocio y la recuperación ecológica.
Las 24 hectáreas ajardinadas, los más de cinco kilómetros de carril bici y otros tantos de viales peatonales han convertido el parque en un lugar de paseo, tanto peatonal como en bicicleta, utilizado por miles de personas. "En el césped se organizan partidos de fútbol, críquet y actividades infantiles", explica Antoni Maza, jefe de la Oficina Técnica de Acción Territorial de la Diputación de Barcelona, organismo encargado del mantenimiento del parque fluvial.
TALLERES ESCOLARES
La Diputación prepara, según Maza, talleres ecológicos y actividades sobre medio ambiente tanto para escolares como para adultos. Sant Adrià también ha incluido una jornada bautizada como Festa al riu en la programación de su fiesta mayor.
Tras la inauguración del tramo de Sant Adrià, sólo queda por hacer la última fase, el tramo de la desembocadura. Este espacio, a diferencia del ya existente, "será más natural, con la plantación de especies arbustivas autóctonas para convertirlo en una reserva para las aves", explica el técnico del Consorcio del Besòs Víctor Iglesias. Este organismo, formado por los ayuntamientos de Barcelona y Sant Adrià, busca cuatro millones de euros (unos 700 millones de pesetas) para costear las obras de la tercera fase, que durarán un año.
CAZADORES FURTIVOS
El Besòs nunca será lo que fue antes de la industrialización, pero se va recuperando. La retirada de las torres de alta tensión ha cambiado el paisaje y la mejora del agua ha atraído a muchas aves. De momento, hay 140 especies censadas. "Además, hay anfibios e insectos que se concentran sobre todo en los wetlands o zonas húmedas de la parte superior del parque, donde se lleva a cabo un proceso natural de depuración del agua", asegura Carles Pasarell, técnico de la diputación. Incluso se han avistado ya algunos peces, como carpas o lubinas, que ha propiciado la aparición de pescadores.
La recuperación del Besòs no sólo ha provocado la aparición de amantes de la caña. Los vigilantes del parque, seis en total, han descubierto ya a varios cazadores furtivos "que buscan especies como los jilgueros para criar", denuncia el jefe de los vigilantes, Joan Acosta.
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