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El autor de las Directrices culpa a las instituciones del fracaso en su aplicación

El autor de las Directrices culpa a las instituciones del fracaso en su aplicación
Faustino García Márquez participó ayer en una charla con empresarios tinerfeños en la que dijo que Canarias está peor que en 2003, pues entonces al menos había conciencia de que había que hacer algo, y ahora hay un total inmovilismo ante los problemas del territorio y del turismo.

E.C., S/C de Tenerife

"Hay que reconocer que las Directrices no han funcionado". De esta forma tan directa valoraba ayer Faustino García Márquez, responsable del equipo técnico que se encargó la pasada legislatura de elaborar la Ley de Directrices de Ordenación General y del Turismo, la aplicación de esta norma aprobada en 2003 y que, en su opinión, no ha servido para nada, más allá de la moratoria en la concesión de nuevas licencias turísticas.

En su opinión, las Directrices han fracasado "porque no han provocado el menor cambio en el modelo territorial y turístico canario", y señaló que el principal problema ha sido que las instituciones del Archipiélago "no han hecho nado" de lo que mandaba la ley, incumpliendo todos los plazos que se establecían y limitándose a contemplar lo que esta ocurriendo como meros espectadores, sin actuar para solucionar los problemas.

García Márquez señaló, en este sentido, que lo más preocupante de la situación es que siguen existiendo los mismos problemas que motivaron en la legislatura pasada a poner en marcha primero la moratoria turística y luego todas las Directrices, pero mientras que en 2003 había conciencia de que había que hacer algo para solucionar los problemas que existían, ahora existe un total inmovilismo institucional, que se ha contagiado al resto de la sociedad.

El experto en urbanismo hizo estas reflexiones en el transcurso de una charla con empresarios tinerfeños organizada por la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, y a su término indicó que tiene la impresión de que el propio sector empresarial comparte su preocupación en este sentido y está de acuerdo con que hay que hacer algo.

García Márquez señaló que si se entiende ahora que las Directrices no son el mejor instrumento para cambiar la situación, lo que hay que hacer no es sentarse con los brazos cruzados, sino poner en marcha otros mecanismos que de verdad sirvan para lograr los objetivos que se marcaron en 2003, no sólo en cuanto a la necesidad de cambiar el modelo turístico, sino todo el modelo territorial del Archipiélago. "Lo que es cierto es que hay que afrontar esta cuestión, porque se necesita aún un instrumento que desde el punto de vista urbanístico, transforme la realidad actual en declive", aseguró.

En esta línea, indicó que a estas alturas, y viendo que las Directrices no han servido en la práctica para nada, él mismo sería partidario de que se deroguen, si eso va a servir para que los partidos y las instituciones se pongan en marcha y apliquen otros mecanismos de actuación, aunque sean normas de aplicación directa que no dependan tanto, como ha ocurrido con esta ley, de elaboración de más planes que se han ido retrasando, como ha ocurrido con los de ordenación turística.

En todo caso, Faustino García Márquez quiso ayer recordar que las Directrices no fueron algo que aprobaron unos técnicos, sino que su elaboración fue un largo proceso que conllevó un amplio debate, y que acabó con un apoyo unánime en el Parlamento regional, aunque ahora muchos de los que apoyaron esa ley aseguren que están en contra de ella.

En la buena dirección

A pesar del pesimismo sobre su aplicación, García Márquez indicó ayer que no cree que el contenido de las Directrices sea un fracaso, ya que considera que está enfocado "en la buena dirección", aunque las instituciones y buena parte de la sociedad esté ahora "en otra batalla".

Por esa razón, pidió que no se deje todo parado, como ha ocurrido en los últimos años, y abogó por revisar el contenido de la ley para que al menos pueda hacerse algo de lo que en ella se contiene, que sigue siendo válido.

"Lo que no podemos consentir es que las instituciones sigan como si aquí no pasara nada, como si el sector turístico no tuviera serios problemas, mientras a los políticos se les llena la boca con el desarrollo sostenible. Para eso es preferible decir que las Directrices se han equivocado y modificarlas, porque puede haber otras vías que funcionen y lo peor en cualquier caso es la inacción", aseguró García Márquez.

MAs info:

www.eldia.es

http://www.laopinion.es/secciones/noticia.jsp?pNumEjemplar=2809&pIdSeccion=4&pIdNoticia=89253

 

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