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TINDAYAGATE O EL COMPLEJO CANARIO

TINDAYAGATE O EL COMPLEJO CANARIO TINDAYAGATE O EL COMPLEJO CANARIO
RAFAEL RODRÍGUEZ SANTANA, PORTAVOZ FEDERAL DE LOS VERDES-PARTIDO VERDE CANARIO.

No me cabe la menor duda de lo que harían los vascos si un artista canario (cualquiera es bueno para ello), después de pasarse unas vacaciones en San Sebastián decidiera que el monte Igueldo podría convertirse en una descomunal obra de arte y tuviera, para más inri, el beneplácito de las autoridades locales, las del ayuntamiento, las del gobierno vasco y las de la diputación foral. Yo me atrevería a decir que lo que pasa en Canarias no tiene muchos puntos de comparación con lo que pasa en cualquier parte de Europa.

No hay obras, ni de arte ni de arquitectura, que superen las que la naturaleza ha desarrollado en años de evolución. Y en Canarias esa historia natural ha dado lugar a paisajes diversos, lugares excepcionales y monumentos naturales tan extraordinarios como la Montaña de Tindaya, las Dunas de Maspalomas o la Cueva de los Verdes.

Imaginen que venga de vacaciones a Gran Canaria un señor artista, por ejemplo un afamado escultor catalán amante de las obras de grandes dimensiones y expresiones simbólicas surrealista, con un extraordinario prestigio internacional y viera el Roque Nublo. Y se le ocurriera, por ejemplo, poner un preservativo gigantesco en el Nublo (en el Nublo de Mari Sánchez); un gran profiláctico que significara la unión definitiva del cielo con la tierra, la fusión de los cuatro elementos en el espacio, la tierra, la humanidad, el cielo y el plástico. La proyección turística más cultural y significativa que tendría Gran Canaria. Dicho escultor podría defender esa idea (que acabo de registrar con este documento por si a alguien se le ocurre) y tendría todo el derecho del mundo. Y además me parece bien.

Lo espeluznante empezaría cuando las autoridades locales pusieran todos los recursos públicos para que la obra se realizara, dejando al margen la significación paisajística, estética, histórica y cultural que significa el Nublo para los grancanarios. Terrible sería, y siguiendo con el símil del gigantesco condón del Roque Nublo, que en los estudios previos sobre el plástico que debería utilizarse en su fabricación se perdieran más de 20 millones de euros. Pero lo más espeluznante sería que después de denuncias entre empresas y administraciones, juicios por lo penal, presiones sutiles, UTEs y advertencias de la familia del artista, se volviera a invertir dinero, otra vez, para saber cúal es el mejor plástico para el condón del Roque Nublo.

Algo similar es lo que ocurre con la Montaña de Tindaya. Una montaña excepcional, infinitamente bella en su estado natural, corre peligro por el complejo de muchos de nuestros gobernantes: vender lo que tenemos desechando la significación, el valor y el potencial de nuestra naturaleza. Y todo eso para caer bien fuera de nuestras islas (la pseudouniversalidad) y ser el tuerto en el mundo de los ciegos. Es el resultado de un complejo que tienen algunos canarios y que los gobiernos nacionalistas, utilizados hábilmente por sectores especuladores, han llevado a su máximo exponente. Y ese complejo tiene muchas expresiones. Y una de ellas es la terrible resignación de nuestra sociedad frente al deterioro de nuestra calidad de vida (no medida como dinero sino como satisfacción personal y autoestima) a los abusos del poder, sobre todo al poder de Tenerife, a la cultura del dinero fácil que favorece a pocos, complace otros pocos y mantiene en precario, pero callados, a la mayoría.

Con Tindaya, el insulto a la sociedad canaria y, en especial, a la de Fuerteventura es supremo. Yo creo que hubiera sido más fácil que alguien planteara que van a acabar con la montaña y sus valores para aprovechar la piedra, así, a palo seco, por cuestiones exclusivamente económicas y lucrativas, que nos vendan con campañas publicitarias y mediáticas pagadas por todos los canarios que un megaproyecto, de alguien que ni siquiera existe pero que se enamoró de la montaña sagrada durante unas vacaciones, una obra póstuma, puede relanzar la imagen de Fuerteventura y de Canarias al mundo y favorezca el turismo… eso es muy duro de soportar como persona humana. Y aunque yo, por eso de ser canario, participe del complejo, hay cosas con las que no puedo tragar.

Hay que reconocer que nuestros políticos acomplejados se han achicado frente a los recursos mediáticos de una fundación de fuera, la del Sr. Chillida. E incluso han ahondado profundamente en su complejo y han premiado la iniciativa de Tindaya trayendo a la hija del escultor para dirigir el CAAM. Oiga, lo que hay que ver. Y que quede claro que no critico la profesionalidad o las capacidades del trabajo de la Sra. sino el modo de comportarse de muchos de nuestros gestores públicos.

Canarias es un paraíso de muchas cosas: de la especulación, del turismo de masas y poca calidad, del deterioro ambiental, de políticos que no responden a la sociedad, de leyes que se incumplen, parlamento que secuestra las iniciativas populares o de desatinos varios. Pero es un paraíso para el periodismo de investigación. Y lo veremos cuando periodistas venidos de fuera (por eso del complejo canario) empiecen a desenmarañar la complicada red de potajes políticos, administrativos, de corruptelas financieras y embrollos judiciales que son nuestras islas.

Y si por unas escuchas telefónicas ilegales al partido demócrata se disparó el famoso Wartergate que acabó con la carrera política de Nixon y le dio el premio Pulitzer a los dos periodistas que lo investigaron, imaginen lo que sería investigar el Tindayagate (versión local de un escándalo de grandes dimensiones). Tales periodistas investigadores tendrían asegurado, como mínimo, el Pulitzer, el Goya y seguramente algún premio de la Comunidad Autónoma Canaria. A lo mejor, los perros que quitaron del escudo del Gobierno de Canarias.

Y es que el Tindayagate es como el río Guadiana (igual nombre tiene la empresa encargada de redactar el pliego de condiciones técnicas y la fase técnica del proyecto monumental actual) que aparece, desaparece, recorre un meandro de personas (políticos gestores, publicistas y relaciones públicas de renombre) se esconde y resurge para explotar y salir a la superficie de una manera explosiva y recurrente. Pero no se preocupen. Si esta explosión de gozo mediocre canario tiene su salida en algún sitio emblemático de Gran Canaria, estaremos preparados porque al Roque Nublo ya le habrán colocado su gran condón. Por obra y gracia del complejo canario.

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