TELEFONÍA MÓVIL Y SUS EFECTOS SOBRE LA SALUD

ALICIA ESCUDERO AZNAR. DIARIO DE NOTICIAS (NAVARRA) 27-9-04

En los últimos tiempos estamos viendo cómo cada vez mayor número de personas se está quejando de los posibles efectos sobre la salud de las antenas de telefonía móvil. Estas antenas transmiten día y noche paquetes de ondas pulsantes de 900 y 1.800 Mz que invaden nuestros domicilios, colegios, hospitales, lugares de trabajo y que, de momento, las autoridades sanitarias niegan que tengan efectos sobre la salud a la espera de más investigaciones.

Nuestro cerebro tiene y usa señales de baja frecuencia que tienen un potencia millones de veces menor, así que no sería de extrañar que tantos vecinos de tantas partes diferentes del mundo quizá tengan razón. ¿No les parece un poco raro a los políticos y autoridades sanitarias que se hayan puesto de acuerdo todos para quejarse por lo mismo a la vez en distintas partes del mundo?

Sobre esto hay miles de publicaciones, pero llama la atención la declaración de Friburgo, en la que ya más de mil médicos de todo el mundo denuncian con contundencia a la telefonía móvil, concretamente a las antenas de telefonía, al móvil y al inalámbrico domiciliario como causantes de graves problemas de salud de sus pacientes tales como el insomnio, dolores musculares, taquicardias, vértigos, zumbidos en los oídos, enfermedades cerebrales degenerativas, depresión, leucemias y diversos tipos de cánceres.

Parece lamentable que ante esta situación la sanidad pública de nuestro país no tome las medidas oportunas, más teniendo en cuenta la enorme marea de fondo y el cada vez más fuerte movimiento vecinal que a nivel estatal, europeo y mundial se está generando a causa de este tema. Se está obviando peligrosamente el principio de precaución y se está posponiendo el problema a la espera de supuestos informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que aparecerán en 2007. No parece de recibo esta situación cuando tantas personas pueden estar expuestas a un grave riesgo para su salud, teniendo en cuenta que los vecinos afectados y los usuarios del móvil ya son millones. Concretamente aquí en Navarra el Parlamento debe tomar cartas en el asunto y cambiar de inmediato la ley foral que regula las emisiones electromagnéticas, reduciendo drásticamente las emisiones y sacando las antenas de zonas habitadas, pues hay vecinos que ya han abandonado sus domicilios y denuncian tener grave! s problemas de salud.

Parece también muy preocupante la cada vez mayor extensión del uso del móvil. Recientemente el doctor Lief Salford de la Universidad de Lund (Suecia) advierte de que el uso del móvil puede dar lugar a una generación entera de adolescentes con el cerebro envejecido.

Por último, hay que recordar que 97 asociaciones vecinales, sindicales y ecologistas de todas las comunidades del estado español, que representan a miles de personas, reunidas en el paraninfo de la Universidad de Zaragoza los días 10 y 11 de mayo de 2003 denunciaron los graves efectos sobre la salud que esta tecnología está produciendo.