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Los Verdes en Canarias

Los Verdes en Canarias

Agapito De Cruz Franco

La ecología política, en sus inicios, está muy relacionada con las Islas. Es en Canarias donde por primera vez en el Estado español aparecen Los Verdes. Estos se crean en 1983 -con su célebre Manifiesto de Puerto de la Cruz- y se legalizan en septiembre de 1984 en los Juzgados de La Orotava. Surgen en el ámbito ecologista del MEVO (www.pacobarreda.es) y tras una visita de los diputados alemanes Petra Kelly, embajadora de Die Grünen, y Lucas Beckmann, Secretario General de Die Grünen, con motivo del Primer Festival del Cine Ecológico y de la Naturaleza de Puerto de la Cruz. Su activismo en Canarias -donde se denominaba la Federación Canaria de Los Verdes- fue de gran importancia al enfocar el ecologismo desde un punto de vista no solamente ambiental e introducir el elemento social y político junto a un enfrentamiento directo con el poder y con los partidos tradicionales. Trabajaron muy bien la lucha en defensa de los espacios naturales, la oposición a la Refinería de Tenerife, el vertedero de Montaña del Aire, la lucha por la paz y contra la OTAN, los vertidos radiactivos en fosas atlánticas cercanas a las Islas, etc. y tenían un amplio programa basado en la ecología política. Tras unos años de andadura y de conflicto, –sobre todo al pasar al marco del Estado español y encontrarse con IU, el PSOE y los nacionalismos- entran en crisis y decaen significativamente.

Resurgen de nuevo en 1993 también desde sectores ecologistas, en concreto del TEA, que había recogido el testigo de la ecología política a través del Colectivo Ecologista Naturaleza y Sociedad de La Orotava, surgido al calor de la lucha por Salvar El Rincón. Naturaleza y Sociedad fue una agrupación orotavense que había unido los enfoques verdes y libertarios y en donde participaban también los miembros que quedaban de Los Verdes. Fue así el puente entre Los Verdes y el TEA, surgido desde Naturaleza y Sociedad y del que saldrían luego de nuevo Los Verdes. Sucede en 1993 y se denominan ahora Izegzawen-Izquierda Verde de las Islas Canarias, e intentan participar como la antigua Federación Canaria de Los Verdes en su relación con otros grupos del Estado. (Izegzawen-n-teknariyin era la traducción al tamazigh -la lengua del pueblo amazigh norteafricana que hablaban los primitivos guanches- del vocablo Los Verdes de Canarias). Con la denominación de Izegzawen-Izquierda Verde de las Islas Canarias se desarrollan variadas campañas políticas: huelga general del 27 de enero de 1994, campaña sobre derechos sociales, problemáticas insulares como La Recova o los incendios forestales, especulación inmobiliaria, así como otras de carácter internacional como apoyo al movimiento zapatista de Chiapas, en defensa de los derechos humanos en Cuba a llamada de Amnistía Internacional o el boicot a la Shell con motivo del asesinato del ecologista nigeriano Ken Saro-Wiwa. Junto a todo ello, la concurrencia a las elecciones europeas de 1994, locales y municipales de mayo de 1995 y la participación en los I Estados Generales de la Ecología Política organizados por Adenenat –antecedente de Ecologistas en Acción- en España.

En 1996 y tras su incorporación a la Confederación de Los Verdes, se abandona la denominación Izegzawen-Izquierda Verde y se legalizan como Los Verdes de Canarias -tal y como los conocemos hoy- , en su Primer Congreso Constituyente de marzo de 1997.

Posteriormente se producen nuevos registros en el Archipiélago como el Partido Verde Canario (PVC), producto de un desacuerdo en el seno de Los Verdes de Canarias a causa de pactos electorales, y Los Verdes-Grupo Verde, organización surgida en el ámbito del Estado español en el marco de las diferentes tendencias verdes (www.losverdesdecanarias.org, www.los-verdes.es, http://ecoboletin.blogia.com)

Los Verdes se han presentado a las diferentes instituciones tanto canarias (Parlamento, Cabildos, Ayuntamientos) como estatales o las relativas a la UE. De 1999 a 2005 estuvieron coaligados a nivel municipal con Iniciativa por La Orotava –IpO- denominándose IpO-Los Verdes y constituyendo la época en La Orotava de mayor número de concejales en la oposición al poder establecido desde los comienzos de la democracia –prácticamente 6-, y a punto de haber sido una seria alternativa al gobierno municipal de haber continuado. Pero esta situación se truncó al romperse la coalición. Ha habido -o hay- también concejales verdes en municipios como El Rosario, Santa Brígida, Tijarafe o Garafía.

En la actualidad, otoño de 2010, la fuerza alternativa con más concejales de Canarias (4) es Iniciativa por El Rosario-Verdes, un partido local que lidera la acción de oposición municipal en Tenerife desde El Rosario y que puede dar en 2011 el primer alcalde "verde" de Canarias.

Al tiempo, se echa en falta una unión electoral de estos tres partidos con el fin de despejar el camino hacia el voto verde, frente a los tradicionales al uso de izquierdas, derechas y centro.

El Proyecto Equo (www.proyectoequo.org) que lidera el que fuera Director-Ejecutivo de Greenpeace-España, Juantxo López de Uralde, se presentó recientemente en Canarias dentro de unas jornadas sobre alimentación natural organizadas por el Partido Verde Canario (PVC) en Las Palmas de Gran Canaria. Este proyecto aspira a unificar el voto verde en el Estado español cara a las elecciones de 2012. En ese sentido decir que, para que eso pudiera llegar a producirse, deberían darse –en mi opinión- la confluencia de tres coordenadas: un planteamiento verde basado en el ecosistema como paradigma en lugar de en el eco-socialismo; una estrategia electoral común de las diferentes marcas verdes que debieran priorizar su trabajo conjunto en lugar de coaligarse con otros partidos no verdes y, no basar su apoyo sólo en los movimientos sociales. El eco-socialismo, aparte de haber quedado desfasado y asumido ya por la izquierda tradicional, ser alérgico a la ecología profunda, y no ver con buenos ojos la ecología política libertaria, se inspira en el concepto tradicional de naturaleza como fuerza irracional y está mediado por la sociedad industrial y positivista, con lo que deriva siempre en socialdemocracia, y nada tiene que ver con el Movimiento Verde. Por otro lado, los pactos pre-electorales de Los Verdes con grupos políticos que no llevan esta denominación, han demostrado que sólo benefician a los partidos tradicionales, y, basar sus expectativas en los movimientos sociales, ignora que éstos no son movimientos ecologistas o verdes sino ciudadanos, donde convergen multitud de inquietudes transversales, y una cosa es apostar por un hecho concreto en la vida social y otra un programa político global. Cuando mi amigo Juantxo -a quien tuve el gusto de acompañar durante la preparación de la acción directa contra las obras de construcción de la Central Térmica de Granadilla en 1990 del “Raibow Warrior”, buque insignia de Greenpeace y a quien le deseo todo el éxito en su nueva andadura-, habla subliminalmente de los cien mil socios de esta ONG, como otros tantos votos verdes en ese sentido, olvida que, entre esos socios, hay votantes de muchos otros partidos del espectro político electoral (el ejemplo está en la experiencia en Tenerife del Tendido de Alta Tensión de Vilaflor o del proyecto de construcción del Puerto de Granadilla, donde un éxito social en este sentido no está en relación directa con un éxito electoral, incluso puede estar en relación inversa).

El equilibrio pues de esas tres coordenadas, es el que podría desatascar un voto verde que sí existe en nuestra sociedad, que queda siempre marginado y disperso en el maremágnum de siglas electorales, y que podría hacer realidad un espacio verde en el arco electoral tanto canario, como español o europeo. Independientemente que ese voto incline la balanza –en el bipartidismo que azota a nuestra sociedad- hacia la derecha conservadora al restarle votos a la izquierda. Pero la ecología política tiene, como proyecto, todo el derecho de ser ofertado a nuestra sociedad junto a las demás opciones, caiga quien caiga.

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