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CAMPAÑA DE CAMBIO CLIMÁTICO DE LOS VERDES

CAMPAÑA DE CAMBIO CLIMÁTICO DE LOS VERDES CAMPAÑA DE CAMBIO CLIMÁTICO DE LOS VERDES
J.Santamarta. Secretariado de Los Verdes

El Protocolo de Kioto, tras la ratificación de Rusia, entrará en vigor, quedando sólo fuera Estados Unidos y Australia, bastiones del conservadurismo antiecológico.
Las emisiones de gases de invernadero en dióxido de carbono (CO2) equivalente en España han aumentado un 40,43% en el año 2003 respecto a 1990.
El cambio climático global es uno de los problemas más graves a los que se enfrenta el mundo y España, con sus secuelas de olas de calor, muertes directas por hipertermia y por agravamiento de otras dolencias, incendios forestales, subida del nivel del mar, sequías y fenómenos meteorológicos extremos, como la gota fría y las inundaciones, con graves daños a la agricultura y las infraestructuras.
De 1996 a 2003 las emisiones aumentaron un 32,43% en España. Los gobiernos del PP dejan una grave herencia que ha dificultado la elaboración del Plan Nacional de Asignación de Emisiones por el nuevo gobierno y el propio cumplimiento de las obligaciones españolas dentro de la Unión Europea.
Los gobiernos del PP no elaboraron ningún plan para cumplir los compromisos adquiridos con la firma del Protocolo de Kioto de 1997 y en el seno de la Unión Europea, compromisos que establecen un tope del 15% de aumento entre 1990 y el periodo 2008-2012. Tampoco elaboraron el Plan Nacional de Asignación, incumpliendo los plazos, y dado el aumento de las emisiones, dejaron un margen de actuación muy pequeño al nuevo gobierno, que deberá realizar acciones complicadas y conflictivas, con el fin de recuperar los ocho años perdidos y poder cumplir los compromisos de España en el marco del Protocolo de Kioto y el reparto de la carga en el seno de la Unión Europea.
Dadas las consecuencias del cambio climático en España (inundaciones y sequías, desaparición de playas, incendios forestales, perjuicios al turismo, la agricultura, la salud y a la diversidad biológica), hay que felicitarse por la política más beligerante por parte de la nueva Administración del PSOE, a la que hemos contribuido Los Verdes con nuestro acuerdo electoral, que contrasta con la indiferencia del PP en sus ocho años de gobierno, cuando no el más trasnochado desarrollismo, reclamando el derecho a contaminar más. En la práctica el PP jugaba a la revisión del Protocolo de Kioto, o a su abandono, y nunca pensó ni hizo nada por reconducir la situación.

Propuestas de Los Verdes-Partido Verde Europeo

Las diversas administraciones deben establecer planes claros para reducir las emisiones, incluyendo instrumentos fiscales (impuestos sobre las energías no renovables, incentivos a las renovables y a la eficiencia), supresión de las subvenciones a los combustibles fósiles y los presupuestos para llevarlos a cabo.
Entre otras medidas se deben reducir los incendios forestales y la emisión de gases de invernadero, como el metano y el óxido nitroso, así como la producción y consumo de cemento, una de las principales fuentes de emisión de CO2, agravada por la especulación urbanística, el boom inmobiliario y por la construcción de autovías, carreteras y otras infraestructuras. Cada tonelada de cemento consumida causa la emisión de 800 kilogramos de CO2.
Una política de repoblaciones forestales con especies autóctonas (encinas, quejigos, alcornoques, rebollos, robles, sabinas, o hayas, según las zonas), retiraría de la atmósfera grandes cantidades de CO2, frenaría la erosión, las inundaciones y las sequías, dado el efecto esponja de los bosques. Pero los bosques y los mares, aún actuando como sumideros, son incapaces de retirar la cantidad actual de CO2 emitida anualmente, y en cualquier caso la función de los bosques no es actuar como inestables sumideros.
La reducción del consumo de carne, del empleo de fertilizantes, de las fugas de metano en la minería de carbón y en la red de gasoductos, y de la cantidad de residuos, y una política forestal que reduzca la superficie afectada por incendios forestales, permitirá cumplir los objetivos de reducción de CH4 y N2O. La fabricación de nailon y la de ácido nítrico son responsables de parte de las emisiones antropogénicas de óxido nitroso. La eliminación de los HFC no plantea ningún problema, pues hay alternativas viables.

Residuos

Las emisiones de metano son las más importantes. La reducción de la producción de residuos, la separación en origen, el reciclaje, la prohibición de la incineración, la utilización de la materia orgánica para producir compost y el aprovechamiento del metano, son algunas de las medidas de una política de residuos adaptada al cambio climático, que deberían contemplarse en el nuevo Plan de Residuos.

Política de transportes

En el 2010 el transporte supondrá cerca del 40% de las emisiones de CO2, frente al 30% actual. Las medidas de los gobiernos del PP en el sector del transporte en España han sido sólo cosméticas, pues la política real fue la de favorecer el transporte por carretera de mercancías y de viajeros y el uso del automóvil privado de gran consumo, como los todoterrenos y los monovolúmenes.
El aumento de la eficiencia en los nuevos vehículos, y algunos programas para emplear gas natural y biocombustibles como el etanol en algunos autobuses urbanos, sólo reducirán en un pequeño porcentaje el aumento previsto de las emisiones. La reducción de los consumos unitarios de los vehículos, actuando sobre ellos o sobre la forma de utilizarlos, es necesaria pero insuficiente.
Tanto o más importante es la reorientación hacia los modos más eficientes, como el ferrocarril, el transporte público y los modos no motorizados, y las actuaciones encaminadas a la gestión de la demanda y la moderación de la movilidad. Igualmente importante es el desarrollo de políticas encaminadas a traspasar mercancías de la carretera a otros modos más eficientes como el ferrocarril. Los AVE no permiten el tráfico de mercancías, aunque sus consumos específicos por viajero/km son mucho más bajos que los del avión o el automóvil privado. Hay mucha ignorancia y tergiversación sobre los AVE, y convendría dar a conocer los datos reales de consumo energético y emisiones por viajero-km, mucho más favorables al AVE de lo que se cree.
La política municipal debe ir encaminada a promover la ciudad mediterránea densa, compacta y con mezcla de actividades, y a reducir la demanda de transporte, con barrios donde viviendas, trabajo y servicios estén próximos en el espacio, aminorando la segregación espacial y social de las ciudades, y limitando el crecimiento de las grandes áreas metropolitanas totalmente congestionadas. El planeamiento urbanístico y territorial debe ir encaminado a promover la mezcla de actividades, y no la segregación, y a posibilitar la movilidad en transporte público.
El ferrocarril debería elevar su participación, hasta alcanzar el 30% del tráfico de mercancías y el 25% de viajeros antes del año 2012. Tal participación puede alcanzarse sin grandes dificultades, pero para ello se requiere una clara voluntad política, materializada en las inversiones necesarias para mejorar el conjunto de la red, la seguridad, la gestión y los servicios, elevando las tarifas en una proporción inferior al del Índice de Precios al Consumo.
Una política decidida, clara y bien estructurada, para reducir la necesidad de desplazarse, que no su posibilidad, y para orientar la demanda hacia los modos más eficientes de transporte, significaría una sensible reducción del consumo de energía, de la contaminación atmosférica y del ruido, menor ocupación de espacio, reducción del tiempo empleado en desplazarse, menor número de accidentes, inversiones más reducidas en la infraestructura viaria y una mejora general de la habitabilidad de las ciudades.

Energía

Los objetivos de Los Verdes, a conseguir gradualmente para el horizonte del año 2012, son los siguientes:
A.-Las emisiones de CO2 del sector energético no deben aumentar más del 15% para el año 2012, respecto a 1990, como primer paso para una reducción ulterior del 60% en el año 2050. Para ello se debe frenar la construcción de nuevas centrales de ciclo combinado de gas natural.
B.-Cierre paulatino de las 9 centrales nucleares existentes, estableciendo planes de desarrollo económico que mantengan el empleo en las zonas en que se encuentran situadas.
C.-Aumento de la eficiencia energética, proporcionando mayores servicios con un menor consumo energético. El anunciado Plan de Acción del IDAE será un avance importante, que requiere el apoyo de todas las administraciones, empresas, sindicatos, ONG y la ciudadanía. El ahorro y la eficiencia energética es tarea de todos, y con tal fin es necesario aumentar la conciencia de la población mediante las adecuadas campañas de información.
D.-Desarrollo de las energías renovables, especialmente la eólica y la solar directa.

El desarrollo de las energías renovables podría contribuir a la solución de muchos de los problemas ambientales, como el cambio climático. Pero para ello hace falta voluntad política y dinero.
Se deben alcanzar los 20.000 MW eólicos para el 2010, y la solar en todas sus formas debe jugar un papel más importante, instalando colectores solares para agua caliente sanitaria en todos los edificios de nueva construcción, entre otras medidas, para llegar a tener instalados 5 millones de metros cuadrados de colectores solares en el año 2010. En el año 2010 se debe llegar a 1.000 MWp fotovoltaicos y a otros 1.000 MW de solar termoeléctrica.
E.-La reconversión del sistema energético debe servir para aumentar el nivel tecnológico, la equidad y la creación del mayor número de empleos estables. Igualmente servirá para reducir el impacto ambiental. Para ello se debe acometer paulatinamente una reforma fiscal ecológica que grave la emisión de sustancias contaminantes y/o que contribuyen al cambio climático, y que combinen el palo (impuestos, normas) con la zanahoria (subvenciones, desgravaciones fiscales). El fin es la elaboración de una propuesta de política energética alternativa a la actual, creíble, posible y necesaria.

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