DIA DE LA TIERRA
De cara a las próximas elecciones de mayo, la defensa a ultranza por parte de los partidos mayoritarios del continuismo en la opción desarrollista, como único modelo económico para Canarias, nos ha dejado a Los Verdes sólos ante el cemento.
Lo hemos visto en las ultimas confrontaciones públicas por el desarrollo de las infraestructuras públicas más significativas de Canarias y que son, sin lugar a dudas, las que más consumo hacen de este producto.
Desde el Plan Estratégico del Transporte del Gobierno de Canarias -la célebre autopista transinsular desde Orzola al Faro de Orchilla- a la ampliación del aeropuerto de Gando o la implantación del Puerto de Granadilla o la consabida autopista a La Aldea…
Los partidos políticos mayoritarios, de signo dispar ideológicamente pero unidos por su apuesta común por el hormigón, han participado en manifestaciones y han apoyado declaraciones y procedimientos que priman la cementación del paisaje, la colmatación del territorio, la pérdida de identidad ecológica y la disminución de la calidad ambiental de la mayoría de los ciudadanos.
No quieren saber de otras alternativas posibles. Ni siquiera los discursos de aquellos que ideológicamente apoyaríamos por su compromiso histórico con las libertades o con el progreso social escapan a los intereses del cemento y el hormigón y a pesar de que hablan del desarrollo sostenible, del necesario enfriamiento de una economía ya recalentada, se justifican detrás de otros argumentos de índole social que no se sostienen y que esconden a veces tan solo intereses electorales localistas o la imperiosa necesidad que tienen para perpetuar su propia supervivencia, a través de la financiación de sus estructuras partidistas por parte de los promotores de estas actividades.
Pero, para Los Verdes, sin desatender los argumentos que a veces se usan para demandar estas infraestructuras, son mas importantes otros de índole también social y de salud ciudadana.
Pensamos que seguir cementado el territorio -a una escala tan desproporcionada- no solo genera efectos sobre los recursos naturales, -éstos van mas allá de la propia infraestructura y afecta al origen de los materiales de los que se nutre, al lugar en que se vierten sus residuos, a la apertura que eso significa de territorios aislados a nuevas vías de introducción de especies nocivas, etc..- todos ellos, efectos minimizados hasta la carcajada en los estudios y evaluaciones de impacto ambiental amañados que permiten esos proyectos.
Generan si cabe estas megaestructuras un efecto psicológico mayor que se multiplica en los ciudadanos que ven como esas megainversiones en infraestructuras detraen recursos para afrontar problemas ambientales ciudadanos que afectan a nuestra calidad de vida, a nuestra salud ambiental y lo que es mas importante a nuestras propias pautas de convivencia ciudadana.
Es necesario retomar el discurso de las ecociudades, lugares donde se mejoren las ofertas urbanas de equipamientos y servicios públicos, donde se primen las relaciones de convivencia ciudadana frente a los intereses mercantilistas y especulativos de empresarios y promotores sin escrúpulos, donde también juegan un papel muy importante los espacios naturales, esa sagrada parte del territorio que siempre fue la válvula de escape para la presión a los que se nos somete en las grandes aglomeraciones urbanas del archipiélago y que no debemos convertir en una extensión de las mismas, impidiéndonos el disfrute pausado del paisaje y sometiendonos a la misma hipervelocidad comercial y consumista a la que nos somete el espacio construido.
Los ciudadanos deben tener opciones alternativas frente a la comunión de intereses que ahora mismo caracterizan a los grandes partidos políticos del espectro electoral canario.
Para Los Verdes, las cifras que hablan de casi 3 millones de Toneladas de cemento consumidas en las islas en el pasado año – según datos de la Confederación Canaria de Empresarios, con una desigual distribución insular y con Tenerife como la isla entre las de su provincia de mayor consumo de cemento desde 2004- hablan a las claras de la pesada carga gris que arrastramos cada canario que acudirá en mayo a las elecciones.
Hoy, en el Día de la Tierra, les proponemos que apoyen el cambio de modelo socioeconómico que desde Los Verdes se propicia.
Y, en las urnas, el 27 de mayo, ayuden con su voto a poner coto y frenar la expansión de esa alfombra gris cementera que, si no acudimos a tiempo, acabará cubriendo la escasa tierra virgen que aún guarda este Archipiélago.
Artículo publicado en CANARIASAHORA del domingo, 22 de abril de 2007 (www.canariasahora.com)
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