DIA MUNDIAL CONTRA EL RUIDO
DIA MUNDIAL CONTRA EL RUIDO
El paso 20 de abril se celebró el Día Internacional contra el Ruido
Álvaro Monzón Santana (*)
Hace más de una década que se habla del ruido como contaminante, sin embargo, difícilmente se lo encuentra considerado en la educación ambiental, ya que ésta centra su interés en lo ecológico.
En 1966 se decía que el ruido es una sensación molesta y se lo asociaba con deterioro auditivo. Hoy el análisis es más complejo, implica converger en puntos comunes de socialización-comunicación-contaminación. La eliminación o reducción del exceso de ruido en el lugar de trabajo no es meramente una responsabilidad legal de las empresas, sino que responde igualmente a los intereses comerciales de una organización. Cuanto más seguro y saludable sea el entorno de trabajo, menos probabilidades existirán de absentismo, accidentes y bajo rendimiento, y por tanto se ahorrarán costes.
Por otro lado, la contaminación acústica frecuente en las ciudades la provoca el ser humano: alarmas, tránsito, maquinarias, recolección de residuos, electrodomésticos, aviones y helicópteros, música a fuerte intensidad, lugares de diversión, pirotecnia, juguetes sonoros, etc.
Es el hombre y su situación (de víctima y victimario) quien no reflexiona sobre las consecuencias que su propio accionar le genera a la sociedad y a sí mismo. El que lo provoca es, a su vez, víctima del ruido que provocó (porque daña su salud), y victimario del enfrentamiento que genera en su sociedad (familia, amigos, vecindario, compañeros de trabajo, etc.).
El argumento de que el ruido sólo puede afectar a la capacidad auditiva y sólo están expuestas al riesgo las personas que trabajan en industrias tradicionalmente ruidosas como, por ejemplo, la construcción, la metalurgia, el transporte, es un estereotipo común.
Es preciso ser consciente de lo siguiente:
el ruido puede costarle mucho más que su oído, puede causar accidentes y añadirse a otros riesgos del lugar de trabajo para provocar problemas de salud;
el ruido puede tener consecuencias directas y devastadoras para millones de personas que trabajan en el sector servicios en toda Europa (por ejemplo: la educación, el ocio, etc.);
para febrero de 2006 todos los Estados miembros de la UE están obligados a aplicar la Directiva de 2003 de la UE por la que se establecen nuevos requisitos de salud y seguridad en relación con el ruido en el trabajo;
el ruido puede controlarse eficazmente y sus riesgos pueden prevenirse o reducirse considerablemente.
Qué es lo que puedes hacer:
Presta atención a los ruidos que haces y respeta el derecho de tu vecindad a tener tranquilidad y descanso. No practiques conductas ruidosas en tu casa (gritos, taconeos, portazos, utilización de electrodomésticos en horas de descanso).
No utilices la bocina de tu vehículo innecesariamente. Si observas que tu vehículo hace demasiado ruido, quizás deberías llevarlo a un taller homologado para que lo verifique y cambie, si fuese necesario, el dispositivo de escape.
Algunas cifras para la conciencia:
En Europa alrededor de 250 millones de personas viven expuestos a niveles de ruido que superan lo que se considera niveles molestos (por encima de 55 dBA).
La Comisión de Medio Ambiente de la Unión Europea calcula las pérdidas económicas inducidas por el ruido ambiental entre los 13.000 y los 38.000 millones de euros.
Sí sufres consecuencias molestas, no dudes en quejarte a tu Ayuntamiento o acudir a la comisión acústica que ha creado el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos de Telecomunicaciones en Canarias donde te pueden asesorar
(+)Álvaro Monzón Santana es secretario del Colectivo Turcón-Ecologistas en Acción.
El paso 20 de abril se celebró el Día Internacional contra el Ruido
Álvaro Monzón Santana (*)
Hace más de una década que se habla del ruido como contaminante, sin embargo, difícilmente se lo encuentra considerado en la educación ambiental, ya que ésta centra su interés en lo ecológico.
En 1966 se decía que el ruido es una sensación molesta y se lo asociaba con deterioro auditivo. Hoy el análisis es más complejo, implica converger en puntos comunes de socialización-comunicación-contaminación. La eliminación o reducción del exceso de ruido en el lugar de trabajo no es meramente una responsabilidad legal de las empresas, sino que responde igualmente a los intereses comerciales de una organización. Cuanto más seguro y saludable sea el entorno de trabajo, menos probabilidades existirán de absentismo, accidentes y bajo rendimiento, y por tanto se ahorrarán costes.
Por otro lado, la contaminación acústica frecuente en las ciudades la provoca el ser humano: alarmas, tránsito, maquinarias, recolección de residuos, electrodomésticos, aviones y helicópteros, música a fuerte intensidad, lugares de diversión, pirotecnia, juguetes sonoros, etc.
Es el hombre y su situación (de víctima y victimario) quien no reflexiona sobre las consecuencias que su propio accionar le genera a la sociedad y a sí mismo. El que lo provoca es, a su vez, víctima del ruido que provocó (porque daña su salud), y victimario del enfrentamiento que genera en su sociedad (familia, amigos, vecindario, compañeros de trabajo, etc.).
El argumento de que el ruido sólo puede afectar a la capacidad auditiva y sólo están expuestas al riesgo las personas que trabajan en industrias tradicionalmente ruidosas como, por ejemplo, la construcción, la metalurgia, el transporte, es un estereotipo común.
Es preciso ser consciente de lo siguiente:
el ruido puede costarle mucho más que su oído, puede causar accidentes y añadirse a otros riesgos del lugar de trabajo para provocar problemas de salud;
el ruido puede tener consecuencias directas y devastadoras para millones de personas que trabajan en el sector servicios en toda Europa (por ejemplo: la educación, el ocio, etc.);
para febrero de 2006 todos los Estados miembros de la UE están obligados a aplicar la Directiva de 2003 de la UE por la que se establecen nuevos requisitos de salud y seguridad en relación con el ruido en el trabajo;
el ruido puede controlarse eficazmente y sus riesgos pueden prevenirse o reducirse considerablemente.
Qué es lo que puedes hacer:
Presta atención a los ruidos que haces y respeta el derecho de tu vecindad a tener tranquilidad y descanso. No practiques conductas ruidosas en tu casa (gritos, taconeos, portazos, utilización de electrodomésticos en horas de descanso).
No utilices la bocina de tu vehículo innecesariamente. Si observas que tu vehículo hace demasiado ruido, quizás deberías llevarlo a un taller homologado para que lo verifique y cambie, si fuese necesario, el dispositivo de escape.
Algunas cifras para la conciencia:
En Europa alrededor de 250 millones de personas viven expuestos a niveles de ruido que superan lo que se considera niveles molestos (por encima de 55 dBA).
La Comisión de Medio Ambiente de la Unión Europea calcula las pérdidas económicas inducidas por el ruido ambiental entre los 13.000 y los 38.000 millones de euros.
Sí sufres consecuencias molestas, no dudes en quejarte a tu Ayuntamiento o acudir a la comisión acústica que ha creado el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos de Telecomunicaciones en Canarias donde te pueden asesorar
(+)Álvaro Monzón Santana es secretario del Colectivo Turcón-Ecologistas en Acción.
7 comentarios
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